Cinco principios del ‘clean closet’ para reutilizar la ropa

Con los cambios de temporada, nosotras aprovechamos para hacer una limpieza profunda en nuestros placares. A veces coincide con el recambio de temporada, y otras simplemente porque ya no encontramos nada en el lío de prendas que tenemos. Si te pasa esto leé esta nota, en ella vas a encontrar la forma en que nosotras lo hacemos.

1º - Seleccioná qué parte de vestidor vas a ordenar primero. Esto es fundamental porque así podés ir haciéndolo por partes, y siempre va quedando algo ordenado como resultado. A nosotras, el estilo Marie Kondo de sacar todo nos angustia terriblemente porque es muy difícil de terminar. No siempre contamos con el tiempo suficiente para hacerlo y debemos seguir durmiendo y viviendo en el mismo lugar.

2º - Sacá todo lo que se encuentra en el espacio seleccionado, para poder limpiar. Sí, limpiar. Muchas se sorprenden con esto, pero es –como cualquier parte de la casa– un lugar que se debe barrer, limpiar los cajones, el barral donde corren las perchas, el piso con agua y trapo, etcétera. Una vez limpio el espacio, vas al lugar donde dejaste toda tu ropa para ordenar (¡recomendado, la cama!).

3º - Seleccioná las prendas una por una y elegí en qué bolsa va a quedar o si la vas a volver a colgar. Es conveniente tener cuatro bolsas o receptáculos a mano:

• Uno para donar. Dentro de este también vas a encontrar ropa para desechar, o sea, ropa en mal estado que no podés donar. Lo que vas a hacer una vez que terminés de sacar todo, es separar lo que esté en malas condiciones. Está bueno que empecemos a ver en qué condiciones donamos ropa.
• Un receptáculo con ropa que vas a guardar para próximas temporadas, para usar más adelante pero de la misma estación. Es decir, allí podrías poner ropa que te gusta mucho pero por ahí sabés que ese año no la vas a usar por cuestiones de tendencias o por un embarazo que haga que no nos quede en ese momento, etcétera.
• Otro receptáculo con ropa de estación contraria. Sobre todo, esa ropa grande que ocupa lugar y nos quita espacio. Esta tercera alternativa es opcional, dependiendo el tamaño de tu closet.  
• Y, por último, el de los recuerdos. Este debe ser un pequeño receptáculo donde vas a guardar toda esa ropa que querés mucho, que te trae buenos recuerdos y que querés conservar. ¡Atención! Este es el único que vas a tener en todo tu guardarropa que va a cumplir esta función. Elegí bien el tamaño, porque una vez que se llena y quieras guardar algo, deberás desechar algo que ya se encuentre allí. Esto es algo que nosotras implementamos y nos funciona: limitar el espacio de recuerdos te permite soltar, pero conservar algunas cosas de forma ordenada y sustentable.

4º - Guardar la ropa de modo que sea ordenada visualmente, práctica para encontrarla, y sobre todo, que conserve de buena manera la prenda para que así cuando quieras usarla esté en buen estado. 

¡Manos a la obra!

• Si es la parte para colgar, te contamos que para nosotras la mejor forma de guardar las prendas, es que la mayor cantidad de ropa posible esté colgada en perchas, preferentemente una prenda por cada una. Si no es posible eso para vos, fíjate que los colores sean compatibles.
• En caso de que hayas elegido un espacio que tiene estantes o cajones, te recomendamos que veás la forma de cómo lo vas a doblar para que sea práctico de guardar, y sobre todo de encontrar y sacar. Esas pilas interminables de remeras que solemos hacer no son una buena opción (en YouTube hay miles de videos de cómo doblar la ropa; fíjate cuál se adapta mejor para vos).

5º - Una vez que ya tengás todo guardado, fijate que tenga sentido el color de las prendas y el tipo de ellas: se pueden separar en fiesta, urbano o ropa de todos los días, sport, etcétera.

¡Esperamos que te sirvan estos consejos y podás poner un poco de orden en este espacio tan preciado para todas nosotras!

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