|29/08/19 08:19 AM

La mendocina AVA compró las instalaciones de ALCO y se hará cargo de las operaciones

Luego del proceso de quiebra de finales del año pasado, finalmente se resolvió la situación de las plantas. Se trata de una operación que dará empleo directo a 700 personas y beneficiará indirectamente a más de 2.000 

29 de agosto, 2019 - 08:21

En diciembre del año pasado, ALCO se declaró en quiebra, generando una situación de preocupación por el futuro de los cientos de trabajadores y el destino de una planta industrial con mucha historia en los lugares donde operaba, el Valle de Uco y el distrito sanrafaelino de Real del Padre.

En ese momento, ante la ausencia de compradores, la resolución judicial fue que, mientras se buscara un comprador para la malograda empresa, una tercera se hiciera cargo de las tres plantas de ALCO-Canale. Esta responsabilidad recayó en la compañía Dulcor, de capitales cordobeses.

Una inversión de $380 millones

Finalmente, concluyeron las negociaciones, con la intermediación que llevó adelante el Gobierno de Mendoza para conservar las fuentes laborales de los ex trabajadores de la conservera y se concretó la venta de la empresa, por 380 millones de pesos. La compradora es la mendocina AVA.

“Hicimos un trabajo de seguimiento y acompañamiento para que la quiebra con continuidad, que había dictado el juez Alberto Alemán, llegara a buen puerto. Con la resolución de hoy, que sólo resta sea ratificada por el magistrado, logramos cuidar las 600 fuentes de trabajo, que fue lo que siempre nos desveló”, afirmó Martín Kerchner, ministro de Economía, Infraestructura y Energía.

A partir de esta semana, la firma AVA S.A. tomará posesión de la fábrica, que en septiembre de 2016 vio discontinuadas sus actividades, luego de declarar la quiebra y poner en venta la compañía a fines del año pasado.

Cabe recordar que a partir de ese momento, el proceso de compra-venta quedó intervenido por la Justicia provincial que, a su vez, permitió que la firma cordobesa Dulcor alquilara las plantas ubicadas en Tupungato, Tunuyán y Real del Padre para que los establecimientos no estuvieran ociosos y los empleados pudieran continuar con las actividades hasta que finalizara el proceso de licitación de la compañía.

La operación fue confirmada por el subsecretario de Industria y Comercio, Sergio Moralejo, y el vocero de la firma, Eduardo Pelletán, quien agradeció la intervención del Gobierno de Mendoza, del síndico de la empresa y del Banco Nación, facilitadores del proceso.

Los plazos de reactivación

El proceso de reactivación de las plantas comenzará con la de Colonia Las Rosas, en Tunuyán, donde se procesa tomate, y continuará en Tupungato, donde se espera procesar 20 millones de latas de tomate, mientras que en Real del Padre se reactivará la industria dulcera.

Según las estimaciones de la empresa, bajo la nueva administración habrá de manera directa 700 empleos y de forma indirecta esperan llegar a los 2.000 puestos antes de fin de año, en todas las plantas.

La fecha límite que impuso la Justicia se cumplió el 30 de junio pero la firma Dulcor sigue a cargo hasta que sea haga el pase al nuevo comprador.

Sergio Moralejo, subsecretario de Industria y Comercio, explicó que “la empresa Alco Canale, que en la provincia tiene la denominación IANCA –que significa Industrias Alimenticias Mendocinas– entró en concurso en el 2010. Eso fue muy traumático, incrementó los pasivos, no trabajaba bien, recibió apoyo para salir adelante y sin embargo malas gestiones políticas de la época, más decisiones financieras depositaron a la empresa en una inviabilidad que llevó a decretar la quiebra por parte del primer juzgado nacional comercial.

La subasta arrancó con 260 millones de pesos de oferta y terminó en 380 millones. O sea que hubo una puja muy grande por parte de los dos empresarios. Sigue siendo productivo, sino nadie pondría 400 millones de pesos sobre la mesa para comprar tres plantas. Lo segundo es que se mantienen las tres plantas abiertas. Lo tercero es que se respetan las fuentes de trabajo del personal efectivo y temporal, son 700 personas. Debo admitir el alivio enorme que tuve cuando esto efectivamente sucedió, porque eran 700 familias que estaban en angustia hace muchos años. Obviamente preservar las fuentes de trabajo y adicionalmente todo lo indirecto, que es el comercio de la zona”, explicó el subsecretario Moralejo.

“Los acuerdos con las naciones europeas extracomunitarias, más el acuerdo de la Unión Europea en la apertura al mundo la tienen en la cabeza los empresarios. Nadie hace una inversión así para que no funcione. Ayer en cuanto terminó la subasta, algo que me produjo satisfacción, los empresarios estaban discutiendo el modo de financiamiento de las máquinas nuevas y en qué tiempo incorporarlas. Estaban pensando cómo mejorar las máquinas”, concluyó Moralejo.

En algunos casos, como en Real del Padre, esta reactivación prácticamente significa la supervivencia del pueblo, donde la conservera y una bodega son las únicas fuentes de trabajo.