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Tras la catástrofe del aeropuerto, miles de afganos intentan huir a pie

El éxodo por tierra es la alternativa para los que no podrán abordar los aviones de evacuación. Paquistán, el destino de la esperanza.

Por Redacción

28 de agosto, 2021 - 16:41

El 31 de agosto, las tropas militares de Estados Unidos y Reino Unido deberán dejar Afganistán. Los soldados de ambos países son quienes, con la ayuda de locales, organizaron y llevaron a cabo la evacuación de ciudadanos de sus naciones y corresponsales afganos durante las últimas dos semanas, desde que los talibanes tomaron el gobierno e instauraron su base operativa en Kabul, capital afgana.

Hasta ahora, los ojos del mundo miraban a esa ciudad y, específicamente, al Aeropuerto Internacional Hamid Kaszai, donde las fuerzas británicas y norteamericanas custodiaban a los aviones que llegaban y partían con los evacuados.

Con los días contados para que el aeropuerto vuelva a ser controlado absolutamente por los talibanes, y después de que un atentado suicida con explosivos matara a más de 90 personas en las inmediaciones del aeródromo, miles de afganos que no ven futuro en su país ya decidieron intentar otra vía de escape: la desértica y desolada frontera con Pakistán, hacia el sur de Afganistán.

 

 

El paso que atraviesa a la localidad fronteriza de Spin Boldak parece ser el camino elegido por decenas de miles que no ven futuro posible en tierras afganas.

Sin embargo, esta ruta de éxodo no fue descubierta ahora, sino que viene siendo utilizada tiempo antes de la toma de Kabul; según reporta el diario The Guardian, la cifra de afganos intentando salir del país se ha más que duplicado desde la subida al poder de los talibanes. Antes de la caída del gobierno, unas 21.000 personas cruzaban por ese punto cada día, pero ahora están llegando más de 100.000 al día a esa frontera.

Así las cosas, las aglomeraciones de personas desesperadas por subir a un avión o de subir a bordo a sus hijos que veníamos viendo en los aeropuertos, se han trasladado a un pasaje árido, sin seguridad garantizada y con talibanes armados merodeando. Es en esas condiciones que cientos de miles de familias con niños y ancianos ansían llegar a la República Islámica de Pakistán.

Pero aún si tuvieran éxito en la travesía hacia el país limítrofe, los refugiados de Afganistán no tendrían su escape garantizado.

La situación en las fronteras

Según los últimos informes internacionales, Pakistán está en permitiendo el paso sólo a comerciantes y ciudadanos con pasaportes o documentos de viaje. En efecto, se estaría levantando una valla en la frontera de ambos países con el objetivo de filtrar la entrada de las multitudes provenientes del norte, cuyo éxodo lleva ya décadas; al día de hoy, existen más de tres millones de refugiados afganos viviendo en Pakistán, y cerca de la mitad de ellos son indocumentados.

Concientes de la dificultad y el riesgo que implicaría intentar el paso por Spin Boldak, muchos optan por pasos limítrofes alternativos como el de la ciudad pakistaní de Torkham, al este de Afganistán, en donde los controles fronterizos son mucho más estrictos.

En este contexto, y a pesar del pedido de organismos internacionales incluyendo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el gobierno pakistaní advierte que ya no hay lugar para el ingreso de más personas.