|10/01/24 03:37 PM

España multará con medio millón de euros a negocios que tiren comida

La medida, que recién entra en sesión legislativa, apunta a restaurantes y supermercados. Buscan prevenir las pérdidas y el desperdicio de alimentos

Por Redacción

10 de enero, 2024 - 16:44

El Consejo de Ministros de España logró aprobar un proyecto de ley que apunta a que negocios relacionados con comestibles eviten desperdiciar comida. Con el nombre de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, el proyecto prevé multas entre 60.000 y 500.000 euros para restaurantes, bares y supermercados que infrinjan esta medida.

La intención inicial es contar con un marco legal que tienda a prevenir pérdidas y desperdicio alimentario, enfocándose más que nada en la prevención y la concientización de todos los referentes de la cadena alimentaria.

Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, expresó que "esta norma se apoya en la eficiencia económica para luchar contra la pérdida de recursos naturales, haciendo justicia social a favor de los más vulnerables".

 

Reciclaje de comida

El texto del proyecto establece cierto tipo de jerarquía de prioridades para el destino de los alimentos que se conviertan en desperdicio alimentario. Así, será prioridad máxima el consumo humano, a través de la donación o redistribución de los alimentos.

En el caso de donar los excedentes, los agentes de la cadena deberán suscribir convenios de colaboración con empresas, o bancos de alimentos.

La Asociación Nacional de Alimentos (ANDAS) asegura que los bancos de alimentos pagan tres y medio millones de euros de IVA al año, al comprar comida para las personas más necesitadas.

Esto se logra con aportes de donantes particulares y de otras instituciones.

Este dinero, aseguran, podría servir para comprar más alimentos. Y en ese sentido existe un beneficio extra: se contempla una "segunda vuelta de tuerca", para transformar los alimentos en otros productos, como jugos o mermeladas.

En el caso de que ya no sirvan para consumo humano, la legislación indica que se destinará a la alimentación animal y la fabricación de piensos, al uso como subproductos en otra industria y, cuando ya se consideren residuos, a la obtención de biocombustibles o compost.