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Empezaron las clases: la lista de útiles que se pueden comprar con $1.000

En el barrio de Once los padres se amontonan en las calles, en busca de precios bajos. Descartados desde ya: mochilas, hojas de repuesto y guardapolvos

Por Redacción

26 de febrero, 2024 - 10:31

Cada año vuelve el mismo drama: los precios de los útiles escolares experimentan una suba importante con cada comienzo de clases. Y el drama de los padres se vuelve a repetir. Antes compraban los útiles en la librería del barrio, o aprovechaban las promociones bancarias de los supermercados. Este año la situación es distinta.

El barrio de Once se ve atiborrado en estos días por los papás que prefieren hacer horas de fila para conseguir útiles escolares con precios convenientes. Pero si pensamos en qué podemos comprar con mil pesos, la situación se torna triste: es muy poco lo que se puede adquirir con el papel anaranjado.

Es obvio que en la lista de lo que se puede comprar con mil pesos quedan descartados los guardapolvos, las mochilas y las hojas de repuesto. Pero tampoco alcanza para cuadernos, biromes o cartucheras. La inflación hizo que la gran mayoría de los útiles escolares estén por encima de ese valor.

Con un billete de $1.000 en mano solo se puede comprar un repuesto de 6 hojas para dibujo ($999), un repuesto rayado de 48 hojas a rayas ($811), 5 mapas del continente americano ($495). Estos elementos son de una cadena de supermercados argentina que cuenta con una rebaja del 20%, que nadie tiene idea de cuánto durará.

Una carpetita simple, con dos cordones, puede conseguirse a $240. Tres pinceles para dibujo cuestan unos $999. Un sobrecito de cinco hojas de papel glacé se puede conseguir por $356, una cartulina cuesta $600, aunque hay ofertas de dos por $770. Cuatro lápices negros alcanzan los $550, 12 lápices cortitos de colores pueden salir $877, y tres biromes alcanzan los $740. Y paremos de contar.

Por encima de los $1.000

Resulta increíble que los precios hayan subido tanto, y en poco tiempo. Tanto como para que un pegamento en barra cueste $1.007, un compás barato no se consiga por menos de $1.600, y las carpetas negras de tres ganchos puedan alcanzar los $8.000 en librerías comunes (aunque en Once se pueden conseguir a $2.300).

Un conjunto de cinco témperas cuestan $1.000. Un kit con 12 acuarelas y pincel de primera marca no baja de los $5.000. Y si el niño tiene clase de música y le piden una flauta dulce, que el padre o madre se prepare para gastar unos $5.000. 

Cabe aclarar que para quienes no alcancen a comprar los útiles, hay supermercados que ofrecen financiarlos a 24 meses pero con tasas elevadas. Ezequiel Sánchez, dueño de una librería con más de 50 años de historia, explica que "para las familias es muy complicado completar las listas de útiles escolares. Es imposible comprar una cantidad que alcance para mucho tiempo".

Con precios fluctuantes, con una economía que parece dispararse a cada rato, con especulaciones por parte de distribuidores y comerciantes, los útiles escolares se han convertido en casi un lujo. Y allí reside lo triste: se trata de invertir en la educación del niño, algo muy alejado del concepto de compra superflua.