Cómo mantener joven el cerebro: consejos que da la ciencia
La salud del cerebro incide en forma directa en la longevidad. Sin embargo, una práctica sencilla nos ayuda a mantener la salud óptima para nuestra materia gris
Por Redacción
Muchas personas tienen como meta vivir por mucho tiempo, y en forma sana. A medida que envejecemos, tratamos de prestarle más atención a nuestro cuerpo para llegar a ser adultos autovalentes, con pocas enfermedades y en condiciones normales de salud.
La longevidad está estrechamente vinculada a lo que pasa en nuestro cerebro. Y la ciencia lo afirma: existe un secreto para mantener joven y activa a nuestra computadora y, de esta manera, vivir por mucho más tiempo.
Secretos para un cerebro joven
La solución es muy sencilla: el secreto para mantener la juventud cerebral es, ni más ni menos, que dormir siesta. Este consejo está sustentado por varios estudios estadounidenses que analizaron los beneficios cognitivos de dormir durante el día.
Los resultados demostraron que aquellas personas que toman siestas tienen "una mejor función cerebral, por lo que sus habilidades de pensamiento mejoraron, tanto en la rapidez con la que procesan las cosas, como en su memoria, o las habilidades de pensamiento".
Es más: una siesta diurna regular tiene un efecto en el tamaño total del cerebro. Esto demuestra una firme relación con la longevidad, ya que a medida que envejecemos, el cerebro se encoge y comienza a deteriorarse. Al dormir una siesta, y por consiguiente ayudar a aumentar el tamaño del cerebro, se puede contar con un órgano "más joven" comparado con quienes no duermen.
Consideraciones de la siesta
Los científicos aseguran que 30 minutos de siesta son más que suficientes, y existe evidencia de que el período post almuerzo es un momento excelente para hacerlo.
Si contamos con una hora para almorzar, dormimos media hora o 20 minutos y comemos, ya estamos listos para comenzar nuevamente. Esto puede ser un poco difícil y hasta imposible para quienes trabajan presencialmente, pero sería ideal que los empleadores tengan salas, para que la gente pueda tomar una siesta libre de celulares.
Lo mejor, para poder sacarle el provecho a largo plazo a la siesta, es encontrar un lugar silencioso, con poca luz, y tomar un descanso de los dispositivos. Y lo más importante: que no supere la media hora de extensión, porque aseguran que ese es el tiempo ideal para poder disfrutarla.