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Ajedrez: ¿un juego que potencia al cerebro?

Tableros y fichas acompañan al hombre desde tiempos remotos. La palabra de la ciencia ante una actividad que pone a prueba a nuestra materia gris

Por Redacción

04 de octubre, 2023 - 11:35

Estrategia y reflexión. Esos son los componentes de un juego antiguo, en el que dos contrincantes se enfrentan. Los dos tienen 16 piezas que pueden mover, siguiendo ciertas reglas, sobre un tablero dividido en cuadrados negros y blancos. Objetivo final: derrocar al Rey. Es el ajedrez, una práctica que, según la ciencia, puede prevenir la demencia, además de poner a trabajar a nuestro cerebro.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede contribuir a la creación de un entorno de tolerancia entre pueblos y naciones, ya que promueve la justicia, la equidad, la inclusión y el respeto mutuo. Y según el mismo organismo, tiene un papel relevante para la salud mental.

Los jugadores de ajedrez exhiben, en promedio, una capacidad cognitiva superior si se la compara con aquellos que no practican el juego. Las habilidades necesarias para jugarlo están relacionadas con varias medidas de inteligencia, como el razonamiento fluido, la memoria y la velocidad de procesamiento.

Sucede que, para jugarlo, el ajedrez necesita de concentración e inteligencia. Estos mismos componentes se utilizan en la capacidad lectora y las matemáticas, por lo que practicarlo resulta en una mejora del rendimiento académico. 

Es por esto que un instituto londinense se propuso investigar los efectos del ajedrez sobre las habilidades académicas. Para esto, utilizó un universo de 4.000 niños británicos, con los que llevó a cabo el trabajo.

Los resultados publicados son decepcionantes: la ciencia terminó de demostrar que el ajedrez no influye en los niveles de logros de los niños en matemáticas, capacidades lectoras o ciencia. Es decir, si uno es hábil en el ajedrez, eso no significa que vaya a ser idóneo en otras disciplinas.

La publicación del Instituto de Educación del University College de Londres demostró algunos tenues efectos moderados de la instrucción en ajedrez sobre la capacidad cognitiva y el rendimiento académico, especialmente matemáticas. Es por esto que se planteó tener cautela en la interpretación del poder del ajedrez sobre las habilidades cognitivas o académicas.

Cuando se le compara con una actividad alternativa, como las damas o los deportes, el ajedrez no muestra ningún efecto significativo en las habilidades de los niños. Esto demostraría que los efectos positivos en ajedrez sean meramente debido a efectos placebo.

Todo esto demuestra es que es improbable que el ajedrez tenga un impacto significativo en la capacidad cognitiva general. Así que aunque puede sonar como una victoria rápida –que un juego podría mejorar una gama de habilidades– desafortunadamente no es este el caso.