Polémica por la autorización de caza deportiva en Santa Cruz
Mientras el Gobierno provincial justifica la caza deportiva como una medida necesaria, grupos ambientales insisten en la necesidad de explorar alternativas
Por Redacción
La reciente habilitación de la caza deportiva en la provincia de Santa Cruz ha generado un intenso debate entre diferentes sectores de la sociedad. La noticia se ha conocido desde hace unos días, ya que desde el 1° de abril, se permite este deporte para con animales autóctonos como guanacos, pumas, zorros colorados, zorros grises, así como especies exóticas introducidas como el jabalí, la liebre europea y el visón.
La decisión ha provocado la indignación de entidades conservacionistas y proteccionistas de animales, quienes califican esta medida como una masacre que pone en riesgo la supervivencia de estas especies y también argumentan que la caza deportiva no es necesaria y que existen otras formas de controlar la población animal sin recurrir a la caza.
Por otro lado, el Gobierno provincial de Santa Cruz, ha salido en defensa de la medida, señalando que la caza deportiva se realiza de manera controlada y que no representa una amenaza para la supervivencia de las especies. Según indicaron las autoridades, esta actividad se habilita todos los años en la misma época y está sujeta a regulaciones estrictas para garantizar su sostenibilidad.
Una de las justificaciones esgrimidas por el gobierno para la autorización de la caza deportiva es la sobrepoblación de guanacos en la provincia, según los resultados de un censo provincial. Esto ha llevado a establecer límites en la cantidad de animales que pueden ser cazados por cada individuo, como dos guanacos por día y un zorro por semana por cazador, con el objetivo de promover un consumo responsable y evitar la sobreexplotación de las poblaciones animales.
Es importante destacar que la participación en la caza deportiva está sujeta a la posesión legal de armas, un requisito indispensable para obtener el permiso correspondiente. Esta medida busca regular la actividad y evitar posibles abusos o prácticas irresponsables que puedan poner en peligro tanto a las especies cazadas como al ecosistema en general.
El debate sobre la caza deportiva en Santa Cruz continúa abierto, con posturas encontradas entre aquellos que defienden esta práctica como una herramienta de control de población y aquellos que la condenan como una amenaza para la biodiversidad y el bienestar animal. Mientras tanto, las organizaciones conservacionistas siguen haciendo oír su voz en defensa de la fauna silvestre y la preservación de los ecosistemas naturales.