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Los aumentos en medicamentos provocan una caída en las ventas

Lo afirmó Mario Valestra, titular del Colegio Farmacéutico de Mendoza, quien dijo también que el sector de la sociedad más perjudicado por los precios es el de los jubilados

12 de abril, 2019 - 10:15

La inflación y las subas que ha sufrido el dólar han tenido directa incidencia en la imposibilidad de la gente para adquirir medicamentos y en la caída de las ventas de las farmacias, todo un tema ligado a la salud de las personas, a las inversiones, al cierre de un destacado sector comercial y a la pérdida de fuentes de trabajo.

Por eso nuestro diario vuelve sobre el tema que produce mucha preocupación en el Colegio Farmacéutico de Mendoza. Allí ven que, por ahora, no hay señales de la economía para detener y estabilizar una circunstancia que se dispara hacia dos puntas: al enfermo, que le cuesta mucho comprar un fármaco, y al farmacéutico vendérselo. Aclaran desde el Colegio que no forman los precios y por, si hiciera falta, tampoco la baja del poder adquisitivo de la gente, sobre todo de los jubilados.

El Ciudadano dialogó sobre el difícil momento con el flamante presidente del directorio de esa entidad, Mario Valestra, quien aclaró que “la farmacia no es formadora de precios porque eso lo hace la industria farmacéutica con autorización de la Secretaría de Comercio de la Nación. Más allá de esto es que uno de los principales factores que han producido los aumentos es la incidencia de los insumos. No debemos olvidar que la mayoría de ellos son importados, lo que significa que están atados a la cuestión cambiaria. Por lo tanto, si el dólar aumenta, inmediatamente aumenta el medicamento. Esto se complica aún más por las cuestiones inflacionarias”.

Al consultarle sobre los porcentajes que ellos manejan, el farmacéutico aseguró: “Los medicamentos han aumentado acompañando lamentablemente la inflación. En ese sentido, en el 2018 los aumentos fueron en el orden del 45% en la mayoría de los fármacos, mientras en lo que va del 2019 el aumento promedio ha sido del 3,5% por mes. La realidad es que al aumentar los precios, el consumo disminuye drásticamente”. 

Más adelante, Valestra agregó que “por más que sea un producto denominado de primera necesidad, la gente no puede comprarlo. Por eso el año pasado la ventas cayeron en unidades aproximadamente en un 15% a nivel nacional, mientras que en Mendoza fue de alrededor del 7%. Es lamentablemente lógico que esto haya sucedido, porque al caer el poder adquisitivo de la gente, la venta de los medicamentos también cae”.

Acerca de cuál es el segmento de la población más perjudicado con el complejo cuadro, opinó: “El sector de nuestra sociedad más comprometido con la adquisición de medicamentos, sin lugar a dudas, es el de los jubilados. Hablamos de personas que reciben un ingreso muy por debajo de la inflación, a pesar de que la clase pasiva tiene un precio diferencial sobre el valor real del medicamento que quiere adquirir, que el año pasado se ha basado entre el 25% y el 28%”.

“Si bien esto ha colaborado mucho para que puedan comprar, de igual modo nuestros jubilados cuando llegan a la farmacia eligen el fármaco de acuerdo a sus posibilidades de bolsillo. Ahí se presenta una grave circunstancia, porque hablamos de medicamentos crónicos, a los que en muchos casos no pueden acceder”, finalizó Valestra.