Visita al ginecólogo: desde cuándo, cada cuánto y por qué

La visita al ginecólogo es un paso fundamental en la vida de toda mujer. A lo largo de las distintas etapas de nuestra existencia, desde la pubertad hasta la menopausia, el cuidado de nuestra salud reproductiva es esencial. La doctora Sandra Magirena, ginecóloga experimentada, dialogó con  y compartió su perspectiva sobre este tema crucial.

Ciclos vitales y cambios hormonales

Según la Dra. Magirena, la principal diferencia entre hombres y mujeres radica en la naturaleza cíclica de nuestro cuerpo. Las mujeres experimentamos una serie de etapas relacionadas con las modificaciones hormonales que ocurren a lo largo de nuestra vida. Estas etapas incluyen:

1. Pubertad y adolescencia: desde el inicio del desarrollo ginecológico durante la pubertad, las niñas comienzan a transitar esta fase crucial. La ginecóloga enfatiza la importancia de las consultas ginecológicas desde este momento.

2. Etapa reproductiva: durante esta fase, las mujeres pueden experimentar embarazos y, en consecuencia, enfrentar el parto y el puerperio. La anticoncepción también juega un papel vital en esta etapa.

3. Menopausia: finalmente, llegamos a la etapa de la menopausia, marcada por el retiro de la función cíclica. La ginecóloga subraya la relevancia de seguir cuidando nuestra salud incluso después de la menopausia.

Ginecología infanto-juvenil y empatía corporal

Magirena, con su vasta experiencia de 40 años como ginecóloga, ha observado cambios en la relación entre pacientes y médicos. En la actualidad, muchas mujeres adultas prefieren consultar a ginecólogas en lugar de ginecólogos varones. ¿La razón?

La doctora sugiere que los varones, al carecer de ciclicidad, pueden no comprender completamente los cambios hormonales que afectan a las mujeres. Esto puede llevar a que se minimicen los síntomas o se les reste importancia.

En el caso de los urólogos, también existe una tendencia similar: hay más urólogos varones que mujeres debido a la empatía corporal. La doctora destaca la importancia de comprender y respetar las particularidades de cada género en el ámbito médico.

Desmitificando la menopausia y la sexualidad

A pesar de considerarse un ‘cerebro analógico’, la especialista ha abrazado lo digital y mantiene una red social llamada 'Consultorio Magirena'. A través de esta plataforma, interactúa con la población y recibe valioso feedback.

Sin embargo, destaca que aún persisten mitos relacionados con la menopausia. Es crucial desmitificar creencias erróneas, como la idea de que después de la menopausia, la mujer "se seca", pierde el deseo sexual y envejece prematuramente. Además, también remarca que existen mitos en torno a la sexualidad de las personas jóvenes.

La sexualidad femenina: más allá de las creencias

La realidad es que aún existe un abismo de desconocimiento y desinformación en torno a la sexualidad femenina. Magirena compartió su visión sobre algunas creencias arraigadas y la importancia de hablar abiertamente, ya que siguen siendo tabú.

Erotismo real vs. influencia distorsionada

Señala un fenómeno preocupante: la influencia masiva de la pornografía en la percepción de la sexualidad. Los jóvenes, expuestos a una visión distorsionada del erotismo, a menudo creen que todo debe ser ‘topísimo’ y seguir un guion preestablecido. En contraste, en épocas anteriores, con acceso limitado a contenido erótico, las personas desarrollaban su propia fantasía y conexión con su erotismo interno.

Hoy, la sobreexposición a imágenes externas dificulta la ‘autofantasía’ y el ‘autoconocimiento’. La sexualidad real es diversa, personal y no siempre sigue los patrones que vemos en la pantalla.

Menstruación y mitos persistentes

A pesar de los avances, la menstruación también sigue siendo un tema rodeado de mitos y tabúes. Algunas mujeres aún sienten asco o incomodidad al hablar de su ciclo menstrual. Aunque promovemos opciones sustentables como la copa menstrual y las toallas de tela, persisten las actitudes negativas hacia la sangre menstrual.

Magirena resume estos mitos en cuatro palabras: menstruación, menopausia, masturbación y vulva. Para muchas mujeres, estas palabras siguen siendo un terreno desconocido o incómodo. En cambio, los varones no enfrentan los mismos obstáculos.

La profesional enfatiza que ponerles palabras a estas realidades visibiliza la experiencia femenina y nos ayuda a derribar mitos.

En conclusión, hablemos sin tapujos. La sexualidad es parte integral de nuestra vida, y la información precisa y libre de prejuicios es fundamental. Así que, rompamos los silencios y sigamos aprendiendo y compartiendo.