|28/08/18 06:55 PM

Donald Trump: pragmatismo puro y duro

Días atrás, el presidente de los Estados Unidos refirió en tono amenazante que si es sometido a juicio político, “todo el mundo será más pobre”

28 de agosto, 2018 - 19:04

Hablar sobre las acusaciones hacia Donald Trump es un tema recurrente. La opinión pública de los Estados Unidos ha venido subiendo la temperatura, hasta llegar casi al punto de ebullición esta semana. El último incendio se desató luego de que el fiscal especial, Robert Mueller, acusó por delito de “financiación ilícita de campaña” al ex abogado del actual mandatario, Michael Cohen.

Este último, ha incriminado a Trump por el pago del silencio de dos actrices del cine pornográfico en los meses previos a las elecciones, con el fin de que no hablaran de las supuestas relaciones sexuales mantenidas con el actual Presidente. Ante estas confesiones, el fantasma del impeachment (juicio político) vuelve a rondar por la Casa Blanca. No es la única acusación que ha puesto en jaque el Gobierno de Trump, también debemos sumar las investigaciones en desarrollo por la supuesta intromisión rusa en las últimas elecciones (la más grave, por cierto).

Ante este escenario hostil, el pragmático Donald Trump se muestra como es habitual; dispuesto al contraataque. Así lo demostró en una entrevista de la cadena Fox News, en la que advirtió que, si lo someten a un juicio político las repercusiones serán desfavorables, principalmente porque el mercado se desplomará, y porque “todo el mundo será más pobre”, sentenció.

El liderazgo que plantea es natural y simple, parte de su juego en la política: “primero América”, sobre todo en el ámbito internacional, donde se muestra como un líder sin tapujos ni secretos ante sus pares. Ejemplos de esto podemos encontrar en la creciente tensión con Rusia, o como sucede con China, su mayor socio comercial; con el cual planteó una guerra arancelaria pocas veces vista. En el plano doméstico, la situación es similar: se muestra sencillo, frontal y sin vacilaciones, lo que consideramos su principal característica (y hasta quizás su mayor fortaleza, acorde a sus votantes).

 

¿Qué es un impeachment?

La Constitución estadounidense establece que el presidente debe ser destituido de su cargo si es acusado y condenado por traición, soborno, u otros crímenes o delitos graves. Hasta ahora, sólo Nixon fue depuesto de su cargo a través de este mecanismo.

La cámara de representantes evalúa las acusaciones, y si hay una mayoría simple (51%) se aprueba que se trate la destitución dando comienzo al juicio político. Finalmente, con el voto de un mínimo dos tercios del senado, la presidencia pasa a cargo del vicepresidente.

 

¡Esto es política!

Es cierto que se acercan las elecciones, y Donald Trump tiene muy buenas chances de salir victorioso. Los motivos, son objeto de otro análisis, pero las herramientas políticas para que esto no suceda es lo que percibimos a diario. El aparato mediático y los sectores de intereses contrapuestos al actual presidente (que no son pocos) no dejan de mover sus cartas, pero ¿a qué costo?

Este interrogante es el que plantea Donald Trump, ¿cuál es el costo que deben pagar todos los norteamericanos para quitarme del poder? En este sentido, aclama ante la oposición que “Primero América” incluye velar por los intereses nacionales, antes que las luchas internas o partidistas. Sin embargo, la evidencia demuestra que esto no es una simple lucha en el barro de partidos enemistados por el poder.

Los hallazgos en base a la declaración de Cohen han dado herramientas al fiscal para demostrar que Trump no es ni el dueño de la verdad, ni está siendo sometido a una persecución política. Lo cierto en toda esta novela (digna de Hollywood), es que la independencia judicial y madurez republicana, e institucional de los Estados Unidos es capaz de sacudir al presidente “más poderoso” del mundo. La búsqueda de la verdad por parte de la justicia es la prioridad, aunque el resultado no sea beneficioso, (como vaticina desde Washington el líder del partido Republicano). Cualquiera sea el resultado de esta historia, seguramente prevalecerá la verdad y la legitimación de las instituciones. Sólo resta saber qué hará Trump para aferrarse al trono, desde su verborrágico twitter.

 

Te puede interesar: