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Caso Próvolo: los dibujitos zarpados y las cartas depravadas del cura Horacio Corbacho

Por Redacción

10 de mayo, 2018 - 09:44

Una serie de cartas y dibujos fálicos fueron encontrados en un baúl que pertenece a Horacio Corbacho, uno de los curas del instituto Antonio Próvolo, acusado de abusar sexualmente de los jóvenes que allí asistían.

Las cartas eran para un diácono conocido sólo bajo sus iniciales: R.J.J.G.

 

Todo indica que Corbacho intercambiaba cartas con un diácono en la provincia de Buenos Aires (persona que asiste a un sacerdote y participa de sacramentos como bautismos, casamientos o comunión). Las misivas tenían un tono muy sarcástico e incluso perverso

El cura Horacio Corbacho

Corbacho permanece detenido en el penal ubicado en Boulogne Sur Mery tiene 16 imputaciones en su contra.

Las cartas encontradas datan 2003 al 2008.

 

En total, la causa por abusos en el Próvolo tiene 14 imputados por la Justicia en, al menos, 60 casos de abuso sexual.

Fragmentos de la cartas

“Y aquí me pongo a contar al compás de un sordomudo.

Tené cuidado ahí adentro a ver si te rompen el culo.

Me parece que la japonesa está bailando la conga en vez de que habla su acento que te acaricie la poronga.

Y ya me voy despidiendo de un amigo sin igual que Dios nos bendiga a todos Y por las dudas, tomá...” (dibujo de un hombre con el peno erecto)

"Aquí me pongo a cantar al compás de la vigüela si este año no te haces cura soplame bien esta vela".

"Che Horacio déjate de joder si llegan algunas monjas seguro es pa coger".

"Que las hermanas vayan pasando, por fin se dio una, antes que andarme pajeando..."

"Yo no sabía que hacer en este gran instituto".

"Si esto sigue así, terminaba como un Pu..."

"Pero el señor me escuchó."

"Y me sacó de la modorra."

"Espero que las hermanas me muestren su gran cotorra."

"Ya los curas oxidados, terminaron su lenteja, por fin la congregación, mandó unas monjitas pendejas."

"Qué bueno estar en este Teloh (sic) porque así se parece, ahora llegará la noche y la hermanita recibirá lo que se merece".

En las cartas, además de los alumnos se mencionan a las monjas del Provoló. Una hace especial referencia a la religiosa japonesa Kumiko Kosaca que está imputada como cómplice y partícipe de algunos de los abusos sexuales.