Ofensiva se expande a campos de refugiados y augura un largo conflicto

El anuncio de las Fuerzas de Defensa israelíes, confirmando la ampliación de las zonas de combate en el enclave, sugiere una escalada en la ofensiva por parte de Tel Aviv, pronosticando un conflicto que, tentativamente, durará muchos meses, y muestra ser el efecto directo de la intención del Gobierno de Netanyahu, el cual busca desarticular por completo la capacidad de lucha del grupo extremista Hamás.

Ampliación de las zonas de combate

En este contexto, las fuerzas israelíes están involucradas en intensos combates urbanos en el norte de Gaza y en la ciudad sureña de Khan Younis, desplazando a un gran número de gazatíes hacia áreas cada vez más pequeñas en busca de refugio seguro. La escalada quedó reafirmada por el ejército israelí, el cual explicó que no se abstendría de operar en las denominadas “zonas seguras o de protección”, si identifica actividad extremista que amenace el avance de su campaña militar.

La ofensiva israelí en curso es considerada una de las campañas militares más devastadoras de la historia reciente, con más de 20.900 palestinos fallecidos, y de los que el 60 por ciento son mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.

A su vez, la oficina de derechos humanos de la ONU que opera en la región indicó que los bombardeos incesantes en el centro de Gaza han causado más de 100 muertes palestinas desde Nochebuena. Como hecho agravante de la situación, Israel anunció que ya no otorgará visas automáticas a los empleados de Naciones Unidas, sospechados de facilitar recursos y ser “socios cómplices” de las tácticas de desinformación de Hamás.

Los residentes del centro del enclave informaron de intensos bombardeos y ataques aéreos en los campamentos de Nuseirat, Maghazi y Bureij. El ejército israelí ordenó la evacuación de una franja de territorio en dicha región central, instando a los desplazados a trasladarse a Deir al-Balah.

Crisis humanitaria

La ONU indicó que la zona donde se ubican los antedichos campamentos, albergaba a casi 90.000 residentes antes de la guerra y ahora se calcula que más de 61.000 personas han tenido que huir de sus hogares.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que Israel enfrenta una “guerra en múltiples escenarios”, en los que fueron considerados como siete frentes: Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Irak, Yemen e Irán.

Paralelamente, el conflicto ha llevado a tensiones regionales, con ataques en Irak y el Mar Rojo, donde en el último, rebeldes hutíes de Yemen han atacado barcos comerciales, lo que llevó a movilizar una operación naval multinacional liderada por Estados Unidos para proteger las rutas marítimas.

Autoridades humanitarias afirman que el conflicto en Gaza ha provocado la expulsión de más del 85% de los 2.3 millones de habitantes de la región de sus hogares. Funcionarios de la ONU alertan que una cuarta parte de la población del territorio está padeciendo hambre y desnutrición bajo el asedio israelí.

Mientras Netanyahu sostiene con firmeza que Israel no aminorará su presión militar hasta liberar a los más de 100 rehenes que todavía se encuentran cautivos, en contrapartida, se anunció una investigación de organismos de derechos humanos sobre posibles crímenes de guerra cometidos por las tropas judías.

Por último, el ejército israelí informó de la muerte de dos soldados más durante la jornada de este miércoles, elevando el total de militares fallecidos a 161, desde el inicio de la ofensiva terrestre.