Nudismo en Argentina: la explosiva historia de la Playa Franka de Moria Casán

Hace 30 años, el lunes 10 de enero de 1994, Moria Casán (78) inauguró un rincón de polémica en plena costa de Mar del Plata: la Playa Franka. Un balneario nudista que desató un cimbronazo en la temporada veraniega, convirtiéndose en el epicentro de un boom mediático. Este lugar privado, administrado por la diva y su entonces esposo Luis Vadalá (murió a los 69 años), marcó un hito al introducir la costumbre europea del topless en las playas argentinas.

En aquel momento, Moria, en su cuarto año de éxito con el musical Brujas, buscaba un espacio para practicar nudismo o, en su defecto, tomar sol en topless. La idea original era un deck VIP para evitar marcas en la piel. Aunque la iniciativa no resultó rentable, se convirtió en un fenómeno mediático. Con Vadalá en la gestión, Moria se volcó a la promoción, utilizando estrategias como el icónico corte de corpiños y celebrando inauguraciones con la anfitriona recortando la parte superior de sus bikinis.

El ruido mediático y los topless no se tradujeron en números positivos. El declive comenzó en el año 2000 con la muerte de Mario Castiglione, padre de Sofía Gala, y la separación de Moria y Luis Vadalá. Aunque la sociedad empresarial continuó, la confianza entre ellos se fracturó, exacerbada por un escándalo mediático. En 1997, un temporal dañó la infraestructura de la playa, pero tras una significativa inversión, se reconstruyó.

Playa Franka resistió hasta la temporada de verano de 2004, momento en que cerró sus puertas. Además de enfrentar críticas por la moral y las buenas costumbres, el emprendimiento acumuló una deuda millonaria que selló su destino. Ese mismo año, el municipio de General Pueyrredon abrió una licitación para la concesión del espacio, marcando el fin de una era en la costa marplatense. La Playa Franka de Moria Casán dejó un legado de escándalos, controversias y una huella imborrable en la historia del verano argentino.