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Leonardo Simons: su suicidio, la causa por coimas que lo atormentaba y las cartas de despedida

El conductor de TV tenía 49 años cuando se suicidó el 15 de octubre de 1996. El dramático intento de sus secretarias para salvarlo y los mensajes a sus hijas

Por Redacción

16 de octubre, 2023 - 11:13

El 15 de octubre de 1996, Leonardo Simons, de 49 años, llegó más temprano al trabajo. Le pidió al portero los diarios y subió a su oficina del piso 13, en el barrio de Tribunales. Las secretarias se sorprendieron al verlo sentado de espaldas en la ventana, y pese a intentos desesperados, no pudieron evitar que el conductor terminara con su vida.

Leonardo Simón Wowe –tal era su nombre real– había nacido el 1 de septiembre de 1947 en el barrio porteño de Villa Crespo. Creció en el seno de una humilde familia judía y con tan sólo 11 años comenzó a trabajar como vendedor ambulante.

En paralelo con su adolescencia, Simons comenzó a animar los bailes escolares de cada fin de semana mientras estudiaba en el renombrado colegio industrial Otto Krause. Tras finalizar la secundaria, se inscribió en la carrera de Ingeniería, así como en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER), del que se recibió como locutor nacional en 1968. Para esa época también trabajó en dos películas: la comedia Pimienta (1966) y el drama La muchacha del cuerpo de oro (1967).

El inicio de la carrera de Leonardo Simons

A poco de haberse graduado en el ISER, Leonardo Simons comenzó su carrera televisiva con dos ciclos en Canal 13: La campana de cristal, junto a dos figuras de renombre: Nelly Raymond y Fernando Bravo.

Al poco tiempo, concretó su pase a Canal 9, donde se convirtió en un referente de la conducción de programas de entretenimiento. Durante dos décadas, distintos segmentos que contaron con su carisma. Entre ellos: Música en Libertad, Rumbo a la fama, Sábados de la bondad, Domingos para la juventud y Finalísima.

Hacia 1993, Simons firmó contrato con Telefe, señal en la que condujo el show de entretenimiento Ta te show. En paralelo a su trabajo delante de las cámaras, producía distintos programas de radio y TV, a través de su agencia.

Más allá de su dedicación y las largas horas que invertía en su trabajo, Simons parecía tenerlo todo: amigos, dinero, fama y una familia. Familia que, como muchas personas de su círculo más íntimo, se sorprendió la mañana primaveral que eligió para suicidarse.

Familia, una causa contra su hermano y una profunda depresión

Leonardo Simons estuvo casado con la periodista Alicia Gorbato, hoy abocada a la meditación y el mindfulness. Tuvieron dos hijas: Vanesa (46) y Barbie Simons (42), perodista de espectáculos, quien en la actualidad co-conduce el programa de C5N Chicas pochocleras junto a la periodista María Fernanda Arena.

Tras separarse de Gorbato, Simons rehízo su vida sentimental junto a Ruth Kisielnicki, con quien estuvo en pareja durante más de diez años.

Para muchas personas, el suicidio de Simons fue una amarga sorpresa. Sin embargo, las personas de su círculo íntimo sabían que la procesión iba por dentro, conocían del dolor que estaba atravesando.

El ex juez Carlos Wowe, hermano de Simons, estaba preso en la cárcel de Caseros. El exmagistrado había sido acusado de cohecho, tentativa de cohecho y tenencia de arma de guerra, con una posible condena de cuatro a 15 años.

El hermano de Simons fue denunciado por pedirle una coima al periodista Bernardo Neustadt, quien necesitaba acceso al expediente de un juicio en el que él estaba involucrado. “(Leonardo) estaba pasando un mal momento. No soportaba que su hermano estuviera metido en algo semejante. No hablaba del asunto, se esforzaba por mantener el buen humor, pero nosotros sabíamos que estaba mal”, señaló quien fue director de piso de Ta te show, Eugenio Gorkin, a la revista Gente.

Leonardo Simons cayó desde un piso 13: las tres cartas de despedida

La muerte de Simons recibió una cobertura total por parte de los matutinos, radios y canales de televisión. Desde la fatídica mañana hasta después del mediodía, periodistas, camarógrafos y fotógrafos se amontonaron en la vereda del edificio con tal de conseguir una declaración de alguno de los amigos y familiares que iban llegando en shock.

Días después de que se conociera la trágica muerte de Simons, se supo que las secretarias habían intentado evitar que se suicidara. Llegaron a tomarlo de los pantalones, pero en su determinación -según la declaración de las mujeres- el conductor se soltó el cinturón y cayó al vacío. "No me salven", declararon los testigos que dijo el conductor antes de caer desde la ventana del piso 13.

En el bolsillo del pantalón de Simons encontraron tres cartas de despedida. Tres textos breves, manuscritos.

En la primera de las cartas, el conductor se dirigió a sus hijas, quienes por entonces eran dos nenas. “Papá prefirió tomar esta actitud que cree valiente porque se me reventó la cabeza y es mejor que ser una carga de por vida para ustedes, estando en un manicomio. Las amo como a nadie amé en este mundo”, escribió Simons.

El segundo texto iba dirigido a su mujer Ruth. A ella le encargaba que cuidara de sus hijas y le agradecía por la relación que mantuvieron. “Las personas que más quiero en mi vida son mis hijas Vanesa y Bárbara. Vos me diste 10 años de felicidad. Recordá que juraste por tu hijo que las vas a seguir protegiendo por el resto de sus vidas. Te quiero mucho, Ruth. Leonardo”, sentenciaba.

La última misiva iba dirigida a sus amigos. “A todos mis amigos, el más sublime agradecimiento por los años de amistad que me dieron y les di. A todos aquellos a quienes respeté, comprendí y fui leal, también mi gratitud, por el cariño ofrecido. Pido perdón por no citar cada nombre, pero algunos saben que fueron como hermanos para mí. Mi bocho explotó y necesita paz. Adiós y hasta siempre. Los llevo en mi corazón”.

Informe del diario La Mañana de Neuquén