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El efectivo se repliega frente a las billeteras electrónicas

La inflación y la falta de billetes de alta denominación hicieron que las transacciones a través de este sistema crecieran 328% en un año

Por Redacción

19 de enero, 2024 - 12:30

Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el público se está pasando de manera acelerada al dinero electrónico y abandona el efectivo en gran medida.

Al respecto, en su último informe sobre Bancos a noviembre pasado, la entidad monetaria indica que “se estima que el monto operado en el conjunto agregado de las Transferencias Inmediatas (TI) en los últimos tres meses (anualizado) representó aproximadamente el 77% del PBI, 31,2 puntos porcentuales más que en comparación con el mismo mes del año anterior”.

Al cierre del año pasado, el valor promedio de una transferencia inmediata fue del aproximadamente $39.700. Es decir, que para una transacción típica de la economía local una persona debería haber dispuesto, por lo menos, de 18 billetes de la mayor denominación ($2.000), uno de $500 y otro de $200.

Por su parte, en un informe de la administradora del ecosistema de medios de pagos en la Argentina, Compensadora Electrónica SA (COELSA), publicado por el sitio RoadShow, se asegura que los pagos con QR aumentaron 286% en las fiestas de fin de año.

En él se indica que los sectores que tuvieron mayor utilización de este medio de pago fueron: turismo y entretenimiento (incremento del 440%), estaciones de combustible (+405%), pequeños comercios (+307%), supermercados y almacenes (+266%) y farmacia y perfumería (+226%).

También se destaca que las compras realizadas a través de Pagos con Transferencias (PCT QR) durante las dos últimas semanas de diciembre pasado tuvieron un incremento promedio del 286%, según el análisis de COELSA.

En total, fueron 7.864.707 transferencias en el final de 2023, contra las 2.036.425 efectuadas en 2022. Esta vez, el ticket promedio de compra fue de $8.343 y en 2022, de $ 3.197, destaca RoadShow.

Los sectores que tuvieron mayor utilización de este medio de pago fueron: turismo y entretenimiento (incremento del 440%), estaciones de combustible (+405%), pequeños comercios (+307%), supermercados y almacenes (+266%) y farmacia y perfumería (+226%).

Estos números demuestran el vertiginoso avance que tiene esta metodología de pago, con un crecimiento sostenido y afianzado desde la puesta en marcha de la interoperabilidad en noviembre de 2021.

El trabajo comparativo se realizó tomando como parámetros el período comprendido entre el 17 y el 31 de diciembre de 2023 contra la misma quincena de 2022.

Por otro lado, las transacciones a través de Pagos con Transferencias (PCT) mediante códigos QR interoperables acumularon un incremento del orden de 328% en cantidad y de 326% en valores reales.

“Estas tasas de crecimiento dan muestra de la creciente preferencia de los usuarios por este método de pago. Se estima que el monto operado en los últimos tres meses (anualizado) representó aproximadamente el 0,7% del PIB, medio punto más que al comparar con el mismo mes del año anterior”, dice el reporte.

La transacción promedio a través de ese canal es de $6.000, indica el BCRA.

Acerca de cómo se está transformando el sistema de pagos en la argentina y por qué ocurre, el asesor tributario de pequeñas y medianas empresas, Vicente Lourenzo señaló a Ámbito que, “sin lugar a dudas, las plataformas de ventas y las billeteras electrónicas están teniendo un desarrollo importante".

El profesional explicó que “la gente que antes pagaba con tarjeta (de débito o crédito) ahora lo hace con las plataformas”, pero advirtió que persiste todavía una alta proporción de economía irregular que se seguirá manejando con dinero en efectivo. Podría ser el caso de las personas cuyo empleador les paga una parte de sus ingresos de manera no declarada (en negro).

Lourenzo advirtió que hay muchas personas con oficios, como albañiles, plomeros o electricistas, entre otros, que están haciendo changas a domicilio “en negro” pero que están aceptando pagos a través de transferencias electrónicas. Es probable que, a futuro, puedan tener alguna convocatoria de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

El organismo que conduce Florencia Misrahi está comenzando a ver en esas cuentas. La gente cree que cuando se llevan a cabo ese tipo de transacciones el contribuyente que queda en la mira del fisco es la empresa que provee el canal de pago, pero eso no es así.

Por su parte, Salvador Femenía, de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), asegura –también en Ámbito– que "se ha generalizado el uso de las transferencias con las billeteras virtuales".

Y un elemento que contribuye en ese sentido es que "es más seguro que el efectivo y, con la baja denominación de los billetes, no se puede andar con tanto dinero en el bolsillo", explicó.

También brindó su opinión el vocero de Consumidores Libres, Ariel Caplan, quien dijo que "se advierte que el efectivo es engorroso porque el billete de más alta denominación es de apenas 2 dólares y pico".

"El dinero electrónico es más fácil, la gente tiene cada vez menos recursos, usa más las billeteras virtuales, Hay una tendencia generalizada", señaló.