Desafíos económicos de corto plazo: inflación, dólar, tasas y la Ley Bases

La volatilidad en los mercados financieros alcanza su punto álgido esta semana, mientras las tensiones internacionales se intensifican y la política económica local se enfrenta a nuevos desafíos. La escalada del conflicto en Medio Oriente, con la creciente preocupación por las hostilidades entre Irán e Israel, agrega un condimento adicional a la incertidumbre que ya se respira en el ambiente financiero global.

El enfrentamiento en el escenario internacional encendió las alarmas en la región, con temores de una posible guerra abierta que podría arrastrar a potencias como Estados Unidos. A pesar de las declaraciones de Washington de no buscar un conflicto directo con Irán, la situación sigue siendo delicada y los inversores están atentos a cualquier desarrollo que pueda afectar la estabilidad geopolítica.

En el ámbito local, la atención se centra en el futuro que pueda tener el nuevo proyecto de Ley de Bases y su aprobación (o no) por parte del Congreso. Este proyecto, impulsado por el gobierno de Javier Milei, busca desregular la economía y ha generado un intenso debate político y económico. Ya fue rechazado en su versión más extensa por la Cámara de Diputados, ahora el oficialismo avanza con una propuesta más escueta. Igual, se espera un intenso debate en los próximos días.

Por otro lado, en el frente económico interno, se observa una moderada baja en la inflación durante el mes de marzo, así como un nuevo recorte en la tasa de referencia del Banco Central (BCRA). Estas medidas buscan estimular la actividad económica y contener los niveles de precios, aunque algunos analistas advierten sobre los posibles efectos negativos a largo plazo, como la pérdida de demanda de dinero, la licuación de depósitos el aumento de la desocupación y un malestar social creciente.

En cuanto a las proyecciones económicas, se espera una fuerte caída en la actividad para el año en curso, acompañada de una desaceleración en la tasa de inflación. Sin embargo, persisten los desafíos relacionados con el levantamiento del cepo cambiario, ya que es necesario resolver los problemas acumulados de demanda de divisas antes de tomar decisiones precipitadas.

"Para el año en curso se prevé fuerte caída en la actividad, del orden del 5%, y de la tasa de inflación, que se ubicaría en torno al 160% anual. La acumulación de reservas del BCRA ha motivado algunas propuestas de acelerar el levantamiento del cepo cambiario", señaló un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericana (FIEL).

Agregó que, "sin embargo, es prudente demorar esta decisión hasta tanto se resuelvan los problemas de 'stocks' acumulados de demanda de divisas".

Con información de Ámbito