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Marcelo Araujo, el relator del pueblo: “El fútbol es un servicio esencial y cultural”

A sus 73 años, el ya retirado periodista deportivo, habló de todo: el recuerdo de “Fútbol de Primera”, su paso por “Fútbol Para Todos” y el cambio que generó su relato en las transmisiones deportivas actuales

15 de julio, 2020 - 17:33

Fue la voz más importante del fútbol televisado en la Argentina, complementado a la perfección con la sabiduría de Enrique Macaya Márquez en los comentarios. Autor de frases inolvidables como “Estoy crazy Macaya”, o la creación de apodos que quedaron para siempre como “El Apache” para Carlos Tévez, o “El Shileno” para Marcelo Salas, entre otros. Marcelo Araujo dejó una huella imborrable en el periodismo deportivo. 

Su verdadero nombre es Lázaro Jaime Zilberman, pero a la hora de comenzar a trabajar en la televisión, decidió usar el seudónimo Marcelo Araujo.  A través de un relato completamente descontracturado, se ganó múltiples elogios pero también críticas. Lo que no se puede negar, es que marcó un antes y un después en las transmisiones deportivas, sobre todo en las nuevas generaciones de relatores y comentaristas jóvenes. 

Fundamentalmente, fue la voz de los dos momentos más importantes del fútbol televisivo de la Argentina. En una primera oportunidad, siendo el relator principal de la empresa Torneos Y Competencias (de 1991 hasta 2004), no solamente relatando el “Clásico Del Domingo”, sino también siendo el conductor del icónico programa “Fútbol De Primera”, que era televisado los domingos a la noche, con el resumen de todos los partidos y goles, que no se podían retransmitir en ningún canal o noticiero, antes de la emisión de dicho programa. Actualmente, “Fútbol De Primera” cuenta con un especial de 20 años en la plataforma Netflix. 

Luego, en 2009 y hasta 2014, Araujo integró y comandó el equipo periodístico de “Fútbol Para Todos”, el programa gubernamental creado bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, donde se adquirieron los derechos televisivos del fútbol argentino y, por televisión abierta, se podía disfrutar de cada uno de los partidos de manera gratuita. 

En diálogo con El Tapón, Araujo, apodado “el relator del pueblo” en sus últimos años de carrera, recordó ambas etapas televisivas y también dio su opinión sobre el fútbol actual y sus preferencias a la hora de elegir qué ver.

-¿Cómo pasa el tiempo alejado de las transmisiones deportivas?

-Por estos días, lo paso como la mayoría de la gente. Encerrado, respetando el protocolo, cuidándome. Es por ahora la única vacuna que nos puede ayudar a no enfermarnos. Viendo mucha televisación, por las noches me gusta ver Netflix. Y en lo que respecta a transmisiones deportivas, veo algunos partidos de la liga inglesa, que aunque ya se conozca el campeón me resulta entretenido, y siguiendo lo que pasa con el equipo de Marcelo Bielsa, que está cerca de ascender a primera.

-Dijo hace poco que le aburre el fútbol argentino…

-Sí, es así. Tampoco me gusta el fútbol español. Después hay ciertas incoherencias en las transmisiones de televisión, porque el otro día quise ver el partido del Real Madrid y lo daban por otra señal y no lo pude ver. Se ve que se turnan con el Barcelona. El inglés es el que más me gusta, también el fútbol alemán, es el más ordenado y creo que en el futuro, será de imitar.

-Hablando de Netflix, ¿Cuál es su opinión sobre el especial de ”Fútbol De Primera” que está en la plataforma?

-La única crítica que hice fue que, desde el punto de vista tecnológico, debió haberse mejorado el producto y mucho. Hay que tener en cuenta que está en la plataforma internacional de Netflix, habitualmente los argentinos nos conformamos con poco, pero hay que entender que la primera parte del programa fue grabado hace diez años o más. Creo que fue despreciar el producto, cuando teníamos la posibilidad de mostrar lo que podemos hacer en este momento con algo tan importante como lo fue “Fútbol De Primera” para la televisión.

-Usted fue parte de las dos etapas más importantes del fútbol televisado en la Argentina: El fútbol codificado, donde había que esperar hasta el domingo a la noche para ver los goles, y luego el “Fútbol Para Todos” por la televisión abierta. ¿Qué etapa le pareció mejor?

-Creo que hay dos maneas distintas a la hora de analizarlo. Están los que entienden que el fútbol debe ser privatizado, y que los riesgos los deben correr las empresas. En el fútbol, los únicos riesgos son las ganancias. Es un sistema al que el país estuvo acostumbrado y me parece bien. Y el otro sistema, tiene que ver con una decisión más política y social, que entiendo que deben ser respetados también. En mi opinión, el fútbol es un servicio esencial y cultural, creo que no merece mayor discusión o pelearnos por ese tema. Lo que sí me pareció aberrante es lo que sucedió en el gobierno de Macri, donde se les “entregó” el fútbol a gente que estuvo relacionada con el terror económico en FIFA. Si tiene que ser privado el fútbol, cosa que respeto, que lo hagan desde la lógica y la decencia. Esto no se cumplió. Pero bueno, parece que Argentina está acostumbrada a este tipo de decisiones y hay que convivir con ellas.

-¿Y entendió las críticas en su momento hacia el “Fútbol Para Todos” sobre la utilización de propaganda política y no de auspiciantes privados?

-Sí, por supuesto que las entiendo. Hay críticas que uno tiene que aceptar y entenderlas. Soy muy respetuoso de ellas. En principio, no iba a ser publicidad pública solamente. Hubo distintos factores que hicieron que el presidente Kirchner se volcara a solo la publicidad estatal. De todas maneras, desde el punto de vista económico, era imposible recuperar la inversión total del dinero estatal. La televisación privada tiene esa ventaja, que además de la publicidad, tiene la venta a cada uno de los espectadores que tienen deseos de ver los partidos. Debo decir que no estaba muy de acuerdo con la publicidad estatal en su momento, pero no dependía de mí, sino del gobierno que estaba en aquel entonces.

-¿Mira hacia atrás para ver la carrera que realizó?

-A veces sí, con algún amigo, pero en líneas generales no. Si tengo que hacer un balance, me siento satisfecho, muy orgulloso por la carrera que hice y agradezco a los que creyeron en mi capacidad profesional en su momento.

-¿Coincide en que usted marcó un antes y un después en las transmisiones deportivas en la Argentina y que hoy la mayoría de los relatores tienen algo de Marcelo Araujo?

-No soy de opinar sobre mis colegas de manera pública, los respeto y me gusta lo que hacen, cada uno con su estilo. Una de mis grandes dudas, cuando a mí me contratan de la empresa Torneos  Y Competencias, era cómo hacer  para recuperar el audio en las transmisiones de televisión. Más de alguno se acordará que la gente, en su mayoría, bajaba el volumen de la tele para escuchar la radio. A Víctor Hugo, por ejemplo. Entonces, el primer gran desafío, era devolverle el audio a la TV. Creo que con mi compañero Macaya Márquez en los comentarios, lo fuimos logrando de a poco.

-¿Cómo fue su salida de “Fútbol Para Todos”?

-Presenté la renuncia, porque todo lo que se había hecho hasta ese entonces, quedó destruido por el ingreso abrupto de la privatización, de Torneos Y Competencias, y de algún dirigente medio “delincuentón”, que en todo gobierno hay. Hoy tienen parte del negocio. Esto es así y hay que entender que es por plata. Te la tenés que bancar y no es renegar porque las empresas ganan plata. Que lo hagan, pero de manera decente.

-En una de sus últimas transmisiones se lo vio comentando y no relatando. ¿A qué se debió?

-Eso fue una prueba que hice, porque mis intenciones era seguir siendo comentarista. Yo empecé siendo comentarista, no relator, y por esas cuestiones que suceden, en el viejo Canal 7 se transmitían los partidos de tercera división y me dieron la posibilidad de relatar, para tener suplentes en caso de que le sucediera algo a los relatores principales. Fue un experimento, eso fue todo.

-¿Qué apodo tuvo mayor impacto de los tantos que puso en sus transmisiones para los futbolistas?

-El que más problemas me trajo en el inicio fue el de “Apache”, hacia Carlos Tévez. Tardó mucho tiempo en entenderlo, él pensó que el sobrenombre “Apache” era despectivo y no por el lugar donde había nacido (Fuerte Apache). Y lejos estaba de mí, desde el punto de vista ideológico y también como ser humano. Lo que yo quería era rescatar el esfuerzo que Tévez había hecho para salir de un lugar paupérrimo y difícil como es una villa. A través de su representante, pude hablar con Carlitos y luego también en un almuerzo que compartí con Daniel Scioli, en un partido amistoso que se jugó entre el equipo del exvicepresiente y el jugador de Boca con sus amigos del Fuerte. Cuando Tévez me vio, nos dimos un abrazo y me dijo, ¿Qué haces, “Apache”? (risas).

-Si tuviera que volver a relatar, ¿a qué compañero de transmisión elegiría para los comentarios?

-A Macaya Márquez, sin ningún tipo de dudas.