|06/02/24 10:36 PM

Reconocer y evitar actitudes tóxicas que desequilibran las relaciones de pareja

El ‘firedooring’ es un tipo de conducta que no es recomendable normalizar, pero que cada vez es más común

Por Redacción

07 de febrero, 2024 - 07:09

El firedooring es un término que hace referencia a las puertas de emergencia que se utilizan en situaciones de peligro, como incendios. Sólo se abren desde el interior y no permiten la entrada desde fuera.

Este es precisamente un concepto que se aplica a relaciones en las que existe un desequilibrio evidente, donde una persona muestra un gran interés mientras que la otra no lo hace, o sólo lo muestra cuando le conviene. En este tipo de relaciones, una persona tiene la libertad de entrar y salir cuando le plazca, mientras que la otra queda atrapada, esperando que las cosas cambien.

¿Por qué se da el firedooring?

Este comportamiento refleja el deseo de una de las partes de mantener el control sobre la relación, ofreciendo pequeñas dosis de interés de forma intermitente para mantener viva la esperanza de la otra persona, lo que dificulta que esta última avance y siga adelante.

Por lo general, las personas que experimentan este tipo de situaciones suelen tener problemas de autoestima y creen que merecen relaciones desequilibradas o que no pueden encontrar algo mejor. Se convencen de que deben conformarse con lo que tienen, lo que las lleva a quedar atrapadas en relaciones en las que la otra persona tiene el poder de decidir y controlar.

¿Qué consecuencias tiene?

Aunque erróneamente se puede pensar que este comportamiento mantiene viva la chispa en la relación, en realidad implica ejercer control sobre la otra persona y le impide avanzar y superar la situación. El firedooring puede generar frustración, ansiedad, estrés, baja autoestima, dependencia emocional y aislamiento social en la persona que lo sufre.

¿Cómo evitarlo?

Para evitar caer en el firedooring, es importante reconocer los signos de este comportamiento y poner límites a la relación. Algunos de los signos son:

• La otra persona sólo te contacta cuando le conviene, sin importarle tus necesidades o sentimientos.

• Te deja en visto o te cancela planes sin explicación.

• No te presenta a su familia o amigos, ni te incluye en sus planes sociales.

• No se compromete con vos, ni te da seguridad sobre el futuro de la relación.

• Te hace sentir culpable o te manipula para que hagás lo que quiere.

Si detectás alguno de estos signos, es importante que te plantées si esa relación te aporta algo positivo o si te hace sentir mal. También puedes hablar con la otra persona y expresarle cómo te sentís y qué esperás de la relación. Si la otra persona no cambia su actitud o no respeta tus deseos, lo mejor es que te alejés de esa relación y busqués a alguien que te valore y te trate bien.

¿Cómo prevenirlo?

Para prevenir el firedooring, es fundamental que trabajés en tu autoestima y en tu amor propio. Debés saber que merecés una relación equilibrada, respetuosa y saludable, donde ambas partes se muestren interés y se apoyen mutuamente. También debés tener claro qué querés y qué no querés en una relación, y no conformarte con menos de lo que merecés.

Además, es importante que desarrollés tus habilidades de comunicación y que seás honesto y transparente con la otra persona. Expresá tus sentimientos, tus necesidades, tus expectativas y tus límites, y escuchá los de la otra persona. Así podrás crear una relación basada en la confianza, el diálogo y el entendimiento.

El firedooring es un tipo de comportamiento que no es recomendable normalizar, pero que cada vez es más común en las relaciones de pareja. Sin embargo, podés reconocerlo, evitarlo y prevenirlo, siguiendo los consejos que te hemos dado. Recordá que sos el protagonista de tu vida y que tenés el poder de elegir con quién querés compartirla.