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Las picaduras de algunas arañas pueden ser letales: cómo identificarlas

Las temporadas de calor son las más propicias para la sobrepoblación de arácnidos. Muchos suelen estar en viviendas y alrededores. Las más letales

09 de febrero, 2022 - 14:52

En días de calor es factible que todo tipo de insectos, como arañas y escorpiones, salgan de su letargo, principalmente en búsqueda de alimento. Frente al riesgo que pueden llegar a presentar para las personas, es propicio tener en cuenta una serie de recomendaciones sobre cómo prevenir picaduras o bien, actuar en consecuencia. 

"En la mayoría de las especies (de arácnidos) se aumenta la población durante el verano, porque es parte de su ciclo biológico, incluida la reproducción", explicó el jefe del departamento de Enfermedades Zoonóticas y Vectoriales de Mendoza, Horacio Falconi, en diálogo con El Ciudadano

Si bien la condición ambiental actual es favorable para la aparición de arañas, muchas de ellas son escondidizas, habitan lugares oscuros y su actividad principal es nocturna.

No obstante, algunos ejemplares, considerados de 'interés sanitario' por su peligrosidad, suelen estar en espacios reducidos de difícil acceso, en donde -por lo general- la persona 'mete' la mano para buscar algo y no puede ver en su totalidad qué hay alrededor. Esto por ejemplo se da detrás de ladrillos, muebles, leña, cortezas, entre otros. 

 

La picadura de una araña, ¿se puede identificar?

Según explicó el especialista, la picadura de una araña se puede identificar de dos formas: por la marca que provocan con los quelíceros, que son apéndices acabados en punta, utilizados para agarrar el alimento y para inocular veneno a la presa o como mecanismo defensivo; o por los síntomas que genera en la persona.

Sucede que las marcas pueden variar de acuerdo al tamaño del arácnido, por ejemplo, no es lo mismo una punzada de una cuyucha a la de una viuda negra. 

En tanto, algunos de los síntomas que pueden provocar las picaduras son: necrosis, hinchazón, enrojecimiento y dolor en los alrededores, vómitos y náuseas.

"La diferenciación específica de las picaduras de arañas, se dan según los síntomas. La viuda negra, por ejemplo, da síntomas neurológicos y la araña parda, da síntomas locales o sistémicos, como el amoratamiento o problemas de coagulación", distinguió el médico veterinario.

Y agregó que ante signos primarios como la hinchazón, dolor o coloración en la zona afectada, "no actuar con remedios caseros ni hacer cortes, porque es perjudicial", sino acudir a una guardia médica.

 

Es importante prestar atención a la evolución de los síntomas, para consultar con especialistas a tiempo.

 

Arañas peligrosas en Mendoza

Por otro lado, Falconi aclaró que "todas las arañas son ponsoñozas", pero las denominadas "peligrosas" son aquellas que "tienen un veneno que puede afectar a la salud de la persona, inclusive llegando hasta la muerte".

En la provincia de Mendoza, los arácnidos nocivos que predominan son dos: la viuda negra y la araña parda.

"Hay que destacar que son dos arañas pequeñas, en líneas generales. Mientras más grandes las arañas, menos peligrosas son", puntualizó el profesional, remarcando que "ninguna de las dos son agresivas" y son "de actividad nocturna". 

 

Viuda negra

"La viuda negra es de reconocimiento fácil, de abdomen globoso. Es de color negro y tiene una manchita roja en el dorso del abdomen, que puede ir del color ladrillo hasta el marrón, porque hay distintas subespecies", detalló.

 

 

Contó que suelen estar en los alrededores de las viviendas, debajo de las macetas, de las piedras, entre las cortezas de los árboles o distintas oquedades.

"Tienen una telaraña un poco desorganizada", agregó y marcó que no suelen superar los 1,2 centímetros.

 

Arañas pardas

Mientras que la parda, también llamada la 'araña de los cuadros', "es color marrón café (puede ir de claro a oscuro) y fácil de confundir con otras arañas. La identificación se hace bajo lupa: se observan sus ojos y la distribución. Tienen un abdomen moderado".

 

 

A diferencia de la viuda negra, "tienen tendencia a estar dentro de las viviendas" y pueden hallarse detrás de los muebles, en la cabecera de las camas o los cuadros, de allí su denominación.

Estos ejemplares pueden medir entre un centímetro y un centímetro y medio.