Amor sin tragedia: claves para superar el síndrome de Romeo y Julieta
Un especialista subrayó que el amor va más allá de las relaciones de pareja y que el primer paso hacia relaciones saludables es cultivar el amor propio y el bienestar emocional
En una entrevista reveladora, con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook y YouTube de Ciudadano. News), el psicólogo Pablo Melicchio reflexionó sobre el fenómeno del "Síndrome de Romeo y Julieta", una problemática emocional que, si bien no figura como una patología en los manuales de psicología y psiquiatría, representa una dinámica destructiva en las relaciones amorosas modernas.
Melicchio desmitificó la noción de que el amor deba estar asociado con tragedia y sufrimiento. Afirmó que el amor, en su esencia más pura, es una fuerza humanizante y vital, capaz de enriquecer nuestras vidas y fortalecer nuestros vínculos.
"El 'Síndrome de Romeo y Julieta' se refiere a aquellos amores que parecen ser imposibles, marcados por enfrentar obstáculos insalvables y desafiar estructuras sociales y familiares", explicó Melicchio. Si bien este síndrome toma su nombre de la famosa tragedia de Shakespeare, su aplicación se extiende a relaciones contemporáneas que están marcadas por dificultades emocionales, obsesiones y una concepción infantil del amor.
"Es crucial entender que el amor no debería ser una tragedia ni estar asociado a emociones negativas", enfatizó el experto. Para él, el amor es una fuerza poderosa que debe cultivarse en un entorno de respeto, cuidado mutuo y aceptación de la individualidad de cada uno.
El psicólogo destacó la importancia del autocuidado y el amor propio como fundamentos para establecer relaciones saludables. "El mito de que el otro completa a una persona es perjudicial", advirtió. En lugar de eso, abogó por la idea de que dos individuos completos se complementan mutuamente, aceptando y apoyándose en sus imperfecciones.
El entrevistado instó a reflexionar sobre la felicidad individual antes de buscar una pareja. "Uno tiene que pensar en uno mismo, tiene que pensar en el otro y en la pareja", expresó. En su visión, una relación duradera se construye sobre la base del respeto, el cuidado mutuo y la aceptación de la individualidad de cada uno.
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