Las Grutas contempla el cierre anticipado de la temporada por la crisis
La adaptación, la flexibilidad y la evaluación constante de la realidad se vuelven esenciales para los actores turísticos. La realidad del balneario rionegrino
Por Redacción
Se vive una situación inusual en Las Grutas, ya que la crisis económica y la baja afluencia turística han llevado a que la temporada de verano se vea amenazada, evaluándose incluso su cierre a fines de enero. Este escenario genera preocupación entre los prestadores y deja en vilo el destino turístico por excelencia de Río Negro.
Hoteles y departamentos en apuros
La adaptación ha sido la clave para algunos hoteles que, aunque no experimentan el mismo auge que en años anteriores, mantienen un ritmo de trabajo aceptable, lo hacen ofreciendo promociones y ajustando sus tarifas. En contraste, quienes poseen complejos de departamentos o alquileres particulares se han visto más afectados, con muchas propiedades sin colocar en Las Grutas.
En estas vacaciones los turistas que han llegado a Las Grutas, quienes optan por llevar comida desde casa, se dirige al centro para recorrer más que para comprar, y el rubro gastronómico siente la disminución de comensales. La oferta supera la demanda, permitiendo encontrar lugar fácilmente. Algunos comerciantes hablan de intentar salir empatados este verano, mientras que otros ven las pérdidas como irrecuperables.
En términos de alojamiento, en enero se alcanzó un poco más del 50 por ciento de reservas, pero febrero sigue estancado entre el 18 y el 20 por ciento, a pesar de la reducción de precios. Los prestadores contemplan la posibilidad de retirarse de Las Grutas, ya que sin afluencia de turistas, la temporada pierde su propósito. Además, las excursiones se ven afectadas, moviéndose a un ritmo más lento.
La tendencia actual muestra que muchos visitantes optan por escapadas de fin de semana sin previa reserva, aprovechando el regateo y generando ajustes en las condiciones de alquiler. La flexibilidad en las estadías mínimas en Las Grutas, se ha vuelto necesaria, especialmente en departamentos. Este cambio refleja la incertidumbre que rodea la temporada.
El aumento explosivo del combustible impacta directamente en el sector. Con dos aumentos recientes y la previsión de un aumento adicional, el costo de sacar el auto a la ruta para llegar a Las Grutas, se convierte en un factor determinante. Los petroleros anticipan un sacudón del 20 al 23%, complicando aún más la situación económica.
Con sueldos estancados, febrero se presenta como el mes que pagará las consecuencias más graves de una economía que ya no puede soportar más tensiones. El gasto adicional al sacar el auto se suma a la preocupación general. La posibilidad de cerrar la temporada a fines de enero en Las Grutas, se vislumbra como una opción para detener las pérdidas que se acumulan.
Con información del diario El Cordillerano