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Apps de ciberapuestas captan cada vez a más adolescentes y hay preocupación

En las escuelas secundarias, cada vez hay más jóvenes con problemas de juego compulsivo. El rol de la tecnología y cómo abordar el conflicto

Por Redacción

10 de abril, 2024 - 14:00

La publicidad aparece en cualquier página web, zócalos de pantallas, videos de Tik Tok y hasta en muchas camisetas de los equipos de fútbol más conocidos. Poker, Black Jack o ruleta, entre otros juegos, invitan a participar duplicando “el depósito inicial”. A las plataformas digitales de casas de apuestas se le suman ‘influencers’ o ‘tik tokers’ o modelos reconocidas que regalan fichas para apostar en determinados enlaces. Y, si bien esos mensajes son transversales y llegan a público de todas las edades, los más buscados son los adolescentes, con un agravamiento: la mayoría de esos “casinos” son clandestinos.

Aunque no existen estadísticas oficiales, la problemática de la “ciberludopatía” enfocada en los más jóvenes viene creciendo desde hace años y ya es tema de conversación entre directivos de establecimientos educacionales y hasta se presentó un proyecto de ordenanza en Mar del Plata, cuya autoría es de la concejala Mariana Cuesta (UxP), para implementar una campaña advirtiendo sobre los riesgos, en agosto del año pasado.

Si bien el juego on line llegó de la mano de las nuevas tecnologías, el furor se volvió imparable cuando se legalizaron, a través de una ley, las apuestas on line en 13 provincias, entre ellas la de Buenos Aires y en Capital Federal.

“Según la consultora internacional Research and Markets, se prevé que el mercado de los juegos de azar online crecerá 18% en los próximos seis años en América Latina, lo que indica una expansión significativa de esta actividad en la región”, señala en sus fundamentos el proyecto de ordenanza firmado por Cuesta.

Allí también se estableció que “el 80 por ciento de los casinos en línea que circulan en redes son clandestinos”, según el dato de la Asociación de Loterías Estatales Argentinas.

La explosión

“Esta problemática ‘explotó’ en las escuelas secundarias después de la sanción de la ley, en el 2019. Incluso, muchos influencers de Tik Tok les ofrecen fichas a los chicos y ponen directamente el enlace donde jugar. Así, cliquean y apuestan directamente”, contó la integrante de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba), Marisa Pieroni.

Si bien reconoció que “nunca vimos a los chicos apostar con dinero en efectivo”, reseñó que muchos adolescentes consiguen los fondos a través de los depósitos que les hacen los padres en billeteras virtuales para “los gastos corrientes o libros o fotocopias en las billeteras virtuales”.

De acuerdo a su experiencia, contó que las plataformas virtuales más elegidas para apostar son “las de los casinos o las de deportes”, y que los ciberjugadores “apuestan de acuerdo a su poder adquisitivo”.

La problemática crece y, ante eso, desde las instituciones educacionales hablan con los padres, arman jornadas de prevención y llaman a profesionales para que den charlas sobre ludopatía.

Sin embargo, consideró que “la ciberludopatía llega de la mano del celular y las nuevas tecnologías”. “El algoritmo detecta imágenes de apuestas y entonces les empiezan a llegar ese tipo de contenidos”, completó.

Testimonios

C. tiene 18 años, le faltan rendir algunas materias para completar el secundario en un colegio privado y trabaja en un casino on line hace más de un año. Y comenzó a apostar, casi problemáticamente.

“Jugaba bastante y me iba bien, siempre salía ganando. Me pasaba que cambiaba 5 mil pesos, ganaba 120 mil pesos y me iba con 20 mil pesos. O sea, no me podía ir con mucha plata que había ganado”, contó el joven.

Así, se mantuvo apostando “básicamente en la ruleta on line” hasta que un día se encendió la señal de alarma.

“Había cobrado -recordó-, me puse a jugar y me gasté el sueldo. Está bien, tengo todo pago donde vivo, no tenía que salir a juntar para pagar la luz, pero dije ‘acá hay un problema, porque si el día de mañana me va bien en lo que quiero hacer de mi vida, no me puede pasar esto'”.

Así fue que dejó de apostar en el casino on line aunque “a veces, como salida, vamos al casino físico con mis amigos”. “Ahí voy con lo que voy a gastar. Me parece que es más vicio el virtual porque no tenés contacto directo con la plata, con los billetes, son todas transacciones”, analizó.

Así fue que el adolescente comenzó a trabajar el tema, “pensando solo, analizando, y hablando con mis amigos”. “Con mi familia no tanto, aunque creo que si hubiese sido más grave les hubiese dicho”, explicó.

Como parte de su trabajo, a veces se encuentra con menores que quieren jugar. “Te das cuenta por fotos del perfil o por la voz que tienen los mensajes de audio -describió-. Si lo advierto lo bloqueo y no le vendo”.

Aunque reconoció que “a veces, cuando tenés mucho trabajo o los perfiles no tienen foto no te das cuenta y les cambiás fichas igual. Hay un montón de pibitos que intentan jugar”.

No importa si los sitios son legales o no

Recientemente, la compañía Playtech, uno de los proveedores de software de plataformas, contenidos y servicios en la industria del juego online más importante a nivel global, publicó un estudio en el cual se realizó un apartado específico sobre la Argentina.

Según el mismo, es el país de Latinoamérica donde menos importa “si las páginas son legales o no y apenas el 29% de los encuestados indicaron que es un factor que toman en cuenta a la hora de decidir si juegan o no en ese sitio”, según se desprende de los considerandos del proyecto de ordenanza de la concejal Cuesta.

“En el último año, hemos detectado la aparición de consultas de jóvenes con problemas de juego compulsivo”, señaló el director de la Defensoría del Pueblo bonaerense e integrante del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos del organismo, Juan Gossen.

En el último tiempo, el sector que más creció en el rubro de apuestas es el deportivo, especialmente después del 2019, cuando 13 provincias del país permitieron que operen estas empresas.

La titular de la Fundación de Ludopatía Infanto Juvenil (Linju), Jimena Golender, sostuvo que “en los últimos años se registró un aumento de casos” de este tipo.

Aunque sin “estadísticas oficiales”, la titular del área de Juego Compulsivo de la Asociación de Psiquiatras de Argentina (APSA), la médica María Cecilia García, coincidió con el diagnóstico: “Hubo un crecimiento de la patología, lo vemos en los consultorios de salud mental”, afirmó y enumeró “a la mayor accesibilidad y disponibilidad” como algunas de las causas de ese incremento.

Habrá que trabajar en conjunto -padres, docentes, profesionales, empresas prestatarias y gobiernos- para decir “no va más”.

Acompañamiento y “control parental”, claves del abordaje

Recompensa inmediata, entornos digitalizados y edad biológica forman el combo perfecto para que los adolescentes se vuelvan (aún) más vulnerables a la problemática de las ciberapuestas.

Para el abordaje de la problemática, la sugerencia profesional apela “al acompañamiento y al control parental”, sostuvo la psiquiatra y legista María Cecilia García, a la sazón titular del área de Juegos Compulsivos de la Asociación Psiquiatras Argentinos (APSA).

“En la modalidad de juego problemático hay factores que intervienen para que la situación del sujeto sea más vulnerable a nivel social, familiar e individual. En lo social se refiere a la disponibilidad de las nuevas tecnologías, a la oferta de marketing cruzado (está con un jueguito y le ofrecen más juegos de apuestas), a nivel familiar (dificultades en la comunicación, hábitos de juego familiares) e individual por las características de su personalidad”, detalló.

A esa mezcla explosiva se le suma “la tolerancia existente a nivel social” que existe con el tema y a la “falta de cálculo natural que tienen los adolescentes por inmadurez biológica”.

La problemática crece exponencialmente y, ante la falta de estadísticas oficiales, la profesional da cuenta de ello porque “crecieron las consultas al respecto en los consultorios de salud mental” como así también “los llamados para que demos charlas en las escuelas”.

Acompañamiento

“Hay mucha disponibilidad y accesibilidad a los juegos -señaló García-, pueden hacerlo desde la casa o desde cualquier dispositivo móvil, ya no necesitan faltar a clase para ir a jugar. Además, aumenta la velocidad de la dinámica de apuestas y retroalimentación, porque hay una bonificación instantánea”.

Y lo peor, a entender de la profesional, es que “los juegos on line que juegan los menores de 18 años son clandestinos. Los regulados por el Estado tienen unas mínimas pautas como limitaciones de tiempo o de plata para jugar”. Otra de las cuestiones graves de la problemática es que la iniciación de los adolescentes se da “bastante temprano, cuando no tienen ni el desarrollo psicológico ni neurobiológico adecuado”.

Ante el problema expuesto, García propuso que “como adulto debo preguntarle cómo le fue, qué hizo con la plata que le di, qué influencer está viendo, ver qué plataformas o apps utiliza. Hay que aplicar el control parental”.

Además, para “evitar que el chico quede muy solo hay que acompañarlo, preguntarle qué hacen los amigos, tomar dimensión de lo que está pasando”. “Así como sabemos quién es el amigo que viene y toca el timbre de casa, hay que saber quiénes son sus amigos virtuales”, graficó.

Y, en ese sentido, destacó que “el espacio virtual es un espacio más, como la casa del amigo a la que va. No hay que olvidarse que los chicos pasan un montón de tiempo en las redes”.

Con información del diario La Capital de Mar del Plata (Natalia Prieto)