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Gadolinio: un nuevo horizonte en el tratamiento del asma

Este hallazgo podría también tener implicaciones en el tratamiento de otras enfermedades, como el síndrome del intestino irritable, caracterizado también por el daño a las células epiteliales

Por Redacción

09 de abril, 2024 - 20:39

La palabra ‘asma’ tiene sus raíces en el griego antiguo, y una de las primeras referencias escritas se relaciona con la falta de aliento que experimentaban los héroes de la Ilíada después de arduos combates. A lo largo de milenios, la causa de los ataques de asma, caracterizados por un cierre súbito de las vías respiratorias que puede ser mortal, ha permanecido enigmática.

Recientemente, un estudio publicado en la prestigiosa revista Science ha arrojado luz sobre esta misteriosa afección. Los investigadores, provenientes del Reino Unido y Estados Unidos, han identificado una nueva causa subyacente de los ataques de asma y han delineado posibles caminos hacia futuros tratamientos. Estos no solo aliviarían los síntomas, sino también mitigarían el daño grave que el asma puede infligir a la salud de quienes lo padecen.

Hasta ahora, se creía que el asma era una enfermedad del sistema inmunológico, desencadenada por agentes internos, factores genéticos o elementos externos como el polen o la contaminación.

Esta reacción inmunológica resultaba en ahogo, inflamación de las vías respiratorias, producción excesiva de moco, tos y otros síntomas característicos. Los tratamientos actuales se centran en dilatar los bronquios inflamados mediante inhaladores, pero no abordan la causa fundamental de la enfermedad.

Descubriendo la extrusión como causa fundamental

El nuevo estudio se enfoca en la contracción abrupta de las vías respiratorias, especialmente en sus ramificaciones dentro de los pulmones, conocidas como bronquios. Mediante análisis a nivel celular en pulmones de ratones con asma y en tejido respiratorio de pacientes humanos, los investigadores han identificado un fenómeno denominado 'extrusión'. Este proceso parece ser el responsable de los efectos posteriores del asma en las vías respiratorias.

La farmacóloga valenciana Elena Ortiz-Zapater, investigadora del departamento de bioquímica de la Universidad de Valencia, desempeñó un papel crucial en este estudio al desarrollar los modelos animales. Según Ortiz-Zapater, “tras la compresión que produce el asma, las vías respiratorias se vuelven muy pequeñas muy rápido, lo que afecta a las células epiteliales que recubren el interior de estas vías”.

Estas células, menos flexibles que las musculares, no están preparadas para tal agresión y terminan muriendo y desapareciendo.

Después de un ataque de asma, las vías respiratorias quedan ‘expuestas’, permitiendo que penetren en el organismo contaminantes o agentes alérgicos. Esto explica por qué los asmáticos son más propensos a sufrir infecciones respiratorias y cómo se desarrolla el ciclo vicioso de inflamación, obstrucción y falta de respiración característico de los ataques de asma.

El potencial terapéutico del gadolinio

El estudio también exploró un tratamiento experimental que podría ser el primero en atacar las causas subyacentes del asma, no solo aliviando los síntomas. Los investigadores demostraron cómo el gadolinio, un compuesto utilizado como contraste en resonancias magnéticas, evita la extrusión de las células epiteliales tras una contracción de las vías respiratorias.

Esto, a su vez, impide la respuesta inflamatoria, la producción de moco y otros síntomas asociados a los ataques de asma.

Los tratamientos actuales, como el albuterol, abren las vías respiratorias, lo cual es crucial para respirar, pero desafortunadamente no previenen el daño ni los síntomas que siguen al ataque.

Afortunadamente, podemos utilizar un compuesto económico, el gadolinio, para detener el daño de las vías respiratorias en los ratones, así como la inflamación y la secreción de moco que le siguen. Prevenir este daño podría evitar la acumulación de musculatura que causa ataques futuros. Sin embargo, es importante buscar un compuesto que imite la actividad del gadolinio, ya que su administración frecuente podría ser tóxica.

Más allá del asma: implicaciones para otras enfermedades

Este hallazgo podría no sólo frenar el ciclo inflamatorio del asma, sino también tener implicaciones en el tratamiento de otras enfermedades, como el síndrome del intestino irritable, caracterizado también por el daño a las células epiteliales debido a contracciones repentinas similares a las que causa el asma en las vías respiratorias.