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Detectan gripe aviar en cormoranes y pingüinos en la Antártida

El hallazgo enciende alertas sobre el riesgo que enfrentarían algunas especies en peligro de extinción que habitan el remoto continente austral

Por Redacción

14 de marzo, 2024 - 17:23

Una reciente expedición científica por los mares de la Antártida detectó por primera vez el mortífero virus de la gripe aviar H5N1 en pingüinos y cormoranes.

En febrero se había detectado el primer caso de gripe aviar en el continente blanco en aves marinas skúas muertas, cerca de la base antártica Primavera, de la Argentina.

La última detección de los casos positivos de influenza aviar de alta patogenicidad fue confirmada a inicios de esta semana por el Instituto Antártico Chileno (INACH), un organismo dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores que organiza regulares expediciones científicas.

Entre fines de 2023 e inicios de 2024, en los meses de primavera y verano austral, los científicos monitorizaron diversas especies de aves marinas antárticas y detectaron nueve casos positivos en un pingüino de Adelia y una en un cormorán antártico.

"Esta detección de influenza altamente patogénica H5N1 es por primera vez reportada para pingüinos y cormoranes antárticos", enfatizó la investigadora postdoctoral Fabiola León, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

"Previamente ya se había realizado la monitorización en la región y (había) sospechas de altas mortandades de diversas aves tales como skúas, y recientemente un grupo español también identificó la positividad de la cepa patogénica de gripe aviar en estas aves antárticas", agregó.

La "alta capacidad dispersiva" de las aves migratorias en los cambios de estación, así como el comportamiento gregario y de fuerte hacinamiento de las colonias reproductivas de pingüinos son factores de riesgo para la propagación del virus, señaló la investigadora. "Estamos hablando de que existe un riesgo muy preocupante (...), ya que existen especies en peligro de extinción, tales como los pingüinos emperadores y otras aves también de alta relevancia" en la Antártida, dijo León.

"Esto puede promover, aumentar la tasa de transmisión de la enfermedad entre diversas colonias de aves", añadió.

El mortífero virus se ha propagado con más agresividad que nunca entre las aves silvestres y los mamíferos marinos desde su llegada a Sudamérica en 2022, alertan científicos.

La detección entre los pingüinos Adelia (Pygoscelis adeliae) y cormoranes antárticos (Leucocarbo bransfieldensis) marca "un hito" en la investigación de la salud de la vida silvestre en la Antártida, dijo por su parte el INACH en un comunicado.