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‘Poroteo’ en el Senado: ¿le alcanzan los votos a la oposición para rechazar el mega DNU?

La jornada será clave para la pieza política y jurídica en el que se basa el plan de Gobierno de Milei. Cuestionado por diversos flancos, hoy podría ser rechazado por la Cámara baja

Por Redacción

14 de marzo, 2024 - 08:22

Durante este jueves, la política nacional y buena parte del poder económico tendrán puesta la mirada en el Senado de la Nación, donde el mega DNU 70/23 que firmó Javier Milei a días de asumir como presidente, podría ser rechazado, lo que significaría un duro golpe para el Gobierno nacional.

El ya célebre DNU ha levantado polémica en numerosos ámbitos, se lo ha cuestionado porque su contenido, extensísimo por cierto, poco tiene que ver con su razón de ser, según lo estableció la Constitución nacional de 1994.

Además, deroga leyes a sola firma del presidente. En este caso son más de 30, y más allá de cuáles se trate, a todas luces un DNU no es la herramienta legal ni política para derogar leyes.

Asimismo, plantea la modificación de centenas de artículos de diversas leyes que contienen la “desregulación de la economía argentina”, como recita el oficialismo. Botón de muestra: con la modificación de un artículo de una veterana ley nacional, el Gobierno cerró de hecho Télam, una sociedad del Estado.

Con todo, la furibunda embestida de la Casa Rosada contra la vicepresidenta Victoria Villarruel parece más una muestra de la habitual desmesura del presidente Milei y sus colaboradores que una acción pensada y analizada. De hecho, la vice ha hecho todo lo posible para que no se trate el DNU, insistimos, muy cuestionado por propios y extraños, especialistas e incluso bloqueado en partes por la Justicia. Para completar el panorama, el decreto está en manos de la Corte Suprema, que pocas ganas tiene que intervenir.

Los votos para rechazarlo, ¿están?

Villarruel trató, en los últimos dos días, suspender el debate por el DNU. La vicepresidenta intentó, sin éxito, convencer a los legisladores aliados ­-en particular a los que responden a los gobernadores- a que acepten posponer el tratamiento del DNU.

La respuesta fue, masivamente, negativa. Por esa razón, el Senado debatirá desde las 11 el decreto pergeñado por el ‘asesor’ presidencial Federico Sturzenegger.

En el ‘poroteo’ preliminar, Unión por la Patria se muestra confiado en que avanzará el rechazo. A los 33 senadores que integran el bloque opositor se le sumarían la rionegrina Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano (SER Santa Cruz), y posiblemente el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Camau Espínola (Unidad Federal).

En la UCR existen posturas divididas. En principio, el presidente del Comité Nacional, Martín Lousteau, quien se ha mostrado muy crítico de Milei; el fueguino Pablo Blanco y la chubutense Edith Terenzi, se expresarían en contra del decreto.

Con estos cálculos, más de 40 senadores lo rechazarían en la Cámara alta. Pero para que se concrete su anulación y sus efectos dejen de estar vigentes, deberá pasar después por Diputados y ser, también, rechazado.

El bloque de La Libertad Avanza, en tanto, cuenta solamente con 7 senadores, aunque en la sesión tendría 6 por la ausencia del riojano Bartolomé Abdala. El presidente provisional del Senado no estará presente a raíz del fallecimiento de su mujer.

La jornada legislativa comenzará con el debate sobre la autorización para que el presidente pueda ausentarse del país durante el 2024 y la modificación del Código Penal respecto a la prevención y represión del lavado de activos, la financiación del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva.

Sin embargo, el Gobierno se juega una parada complicada, ya que el rechazo al DNU significaría un evidente símbolo de debilidad, algo que preocupa, y mucho, al Fondo Monetario y al empresariado concentrado que banca a Milei.

Como frutilla del postre, y a la luz de lo ocurrido con Villarruel y los ataques que recibió ayer desde la Casa Rosada, este jueves podría definirse también la relación entre la vice y el presidente, adepto a la desmesura en sus reacciones.

Con información de Página/12 y Noticias Argentinas