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Lo que la televisión no mostró: todo el detrás de escena del debate presidencial

Fueron más de 400 los dirigentes del arco político de todo el país los que se hicieron presentes en el Forum de Santiago del Estero

Por Redacción

02 de octubre, 2023 - 09:04

En un auditorio colmado por más de 400 personas y con la presencia de gran parte del arco político argentino, se llevó adelante este domingo el primer debate presidencial del 2023. Sin grandes sobresaltos, con chicanas, pero sin gritos, Myriam Bregman, Sergio Massa, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Javier Milei estuvieron cara a cara en el Forum de Santiago del Estero.

Los aspirantes presidenciales salieron apenas unos minutos antes del inicio de la transmisión televisiva. Ingresaron al salón con sus “machetes”, que los acompañaron durante las dos horas de debate, según relata BAE.

Massa y Milei fueron quienes más importancia le dieron. Ambos usaron mucho la lapicera y repasaron las notas a lo largo del evento. En cambio, Schiaretti hizo todo lo contrario. En ningún momento de la noche tocó sus anotaciones y miró directo al público a lo largo de toda la transmisión. No fue en lo único en lo que fue un “distinto”.

A diferencia de sus competidores, que tomaron agua, el cordobés tomó gaseosa. Además, fue el único en sentarse, aunque solo unos minutos, en la banqueta que acompañaba el atril. El resto se mantuvo de pie en todo momento.

Bullrich, por su parte, luchó durante el debate con un problema en la voz que la tuvo afónica, algo que fue charlado por dirigentes de Juntos por el Cambio durante el breve receso de la tanda publicitaria.

“La veo bien a Patricia, pero está mal de la garganta. Estuvo tomando pastillas”, comentó un “halcón” del PRO, presente en la velada. Por eso, la exministra de Seguridad tomó agua durante todo el debate.

El momento que unió a dirigentes de todos los espacios

Durante la tanda publicitaria, oficialistas y opositores, políticos y periodistas, liberales y de izquierda, todos se aunaron para comer unos triples de jamón y queso o tomar un café, un vaso de agua o de gaseosa.

La comida mató la grieta, al menos por un rato. Ese espacio permitió charlas entre ministros y referentes opositores, en medio de un ambiente distendido. 

En líneas generales, el público respetó el pedido de la organización de mantener silencio a lo largo de la transmisión. Se escucharon risas por la repetitiva cantidad de solicitudes de respuesta que pidieron los candidatos y no mucho más.

Sin embargo, el momento que más comentarios despertó fue cuando Bregman calificó a Milei como “gatito mimoso”, algo que también le sacó una sonrisa al candidato libertario, que fue sin dudas quien más utilizó la risa como un recurso para “sobrar” a sus contrincantes.

Milei, que sabía de antemano que iba a ser el centro de los ataques, respondía con risas cada vez que lo mencionaban. Lo hizo varias veces contra Patricia Bullrich, como cuando ella lo cuestionó por su propuesta de cerrar el Banco Central o cuando mencionó a Carlos Melconián como su referente en materia económica.

Al finalizar el debate, los invitados presentes se acercaron a charlar con los medios y dieron su opinión sobre el desempeño de los aspirantes.

El próximo domingo se llevará adelante el segundo debate, que tendrá sede en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).