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Cuestionan la conducción de Cristina y el rol de Máximo Kirchner

Sectores que propician la candidatura 2027 de Axel Kicillof expresan que buscan un cambio de época, en clara alusión al rol de la expresidenta al frente del peronismo

Por Redacción

20 de abril, 2024 - 16:24

No es una novedad para el ámbito político nacional que en los distintos sectores del peronismo cuestionan la conducción de Cristina Fernández de Kirchner y el rol que tiene su hijo Máximo en el armado de las listas.

En todo caso, lo único nuevo es que, por primera vez en 20 años, los cuestionamientos salieron del mismísimo riñón K, es decir, de los que –aunque con matices– comparten el mismo espacio, que propician un proyecto de emancipación política de la expresidenta.

Y fue Andrés Cuervo Larroque el que destapó la olla y en su polémico discurso que dio días atrás en la Quinta de San Isidro ventiló a los cuatro vientos lo que muchos piensan en privado.

Acompañado del gobernador bonaerense Axel Kicillof, el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires se preguntó: "¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?".

"No quiero esa conducción de Cristina, quiero la conducción con movimiento popular", agregó desafiante.

Pero también hubo fuertes declaraciones del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, en las que llamó al peronismo bonaerense a construir un armado en torno a la candidatura presidencial de Kicillof y contra La Cámpora

Mientras algunos creen que es una pelea que se limita a la conducción del kirchnerismo y el armado de listas del año que viene en la provincia de Buenos Aires, hay otros que piensan que es el principio de un debate interno en el que está involucrado todo el peronismo, porque se trata del lugar que van a ocupar madre e hijo en el esquema de poder de la fuerza política.

Y en esa puja, que ya mostró antecedentes el año pasado en el armado de listas de Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires, se entrecruzan y estructuran los posicionamientos de Kicillof y La Cámpora

A nadie le cabe duda de que la única jefa del kirchnerismo es la expresidenta y que a la hora de los bifes su influencia es determinante porque está muchos escalones por encima de los dirigentes que pretenden ocupar un rol distinto al que ahora detentan.

Por ejemplo, darle lugar Kicillof para que asuma la conducción del armado político de ese espacio, y cuidarlo para que llegue fuerte a las próximas elecciones presidenciales pero, sobre todo, a las legislativas que se llevarán a cabo el próximo año.

Un gran sector de la dirigencia que defiende esa línea de pensamiento lo hace manifestando que hay una necesidad muy marcada de trazar una línea que divida el pasado del futuro y cambiar el estilo de conducción para poder abrazar a más sectores de la oposición. Pero también consideran que deben mostrar una renovación de liderazgos de cara a la sociedad, el principio de un nuevo proyecto político que marque un cambio de época.

Hay una realidad que es innegable y que Larroque la retrató: Kicillof genera una empatía en un sector de la sociedad que no provoca ningún otro dirigente del peronismo. A diferencia del resto, tiene proyección presidencial, y los resultados de las últimas elecciones dan cuenta de que es de los pocos –tal vez el único– dirigente K que tiene capacidad de obtener votos a gran escala y eso lo pone en un lugar de privilegio en el peronismo.

Es por esto que en el entorno del Gobernador bonaerense están convencidos que el camino hacia el 2027 estará plagado de tensiones internas para no permitir su crecimiento, fogoneadas especialmente por Cristina, Máximo y los kirchneristas más duros.

Como dicen en La Plata, “en el peronismo las cosas son así”.