|07/05/24 08:17 PM

El gobierno de Milei y su relación con EE.UU., China, Israel y el mundo árabe

En Círculo Político, un reconocido hombre de la esfera diplomática, nos explicó como nos está viendo el mundo y sobre qué premisas debe construirse nuestra visión de Política Exterior 

Por Redacción

07 de mayo, 2024 - 20:36

Diego Guelar, ex embajador en Estados Unidos, China, Brasil y la Unión Europea, dialogó con Círculo Político (lunes a viernes, de 14 a 16, por 91.7 FM Ciudadano.News) y esto nos dijo sobre la visión de Política Exterior del gobierno de Javier Milei.

¿Es una sensación válida decir que cada vez que el gobierno habla alguien queda ofendido?

“Diría parcialmente sí. Lo que hay que ver es en un contexto donde el presidente ha tenido un enorme éxito comunicacional, esa idea de que es un Rockstar, que muchas veces se dice de él, y se lo dicen no como burla, sino como un dato de elogio, que ha impactado. Leo unos 20 diarios del mundo todos los días, tengo agenda abierta con mucha gente afuera de la Argentina y realmente es notable el impacto que ha tenido entre los que hablan bien y los que hablan mal, pero la repercusión es muy positiva”.

 

Diego Guelar, ex embajador con extensa trayectoria

“Él nos ha vuelto a poner en escena, a una Argentina muy vapuleada, que hemos cometido muchos errores, muy desacreditada, la ha puesto en la agenda mundial y con una expectativa muy positiva; puede gustar más o menos el estilo del presidente, pero hay que reconocer la eficacia del estilo en el sentido que hoy el mundo habla de la Argentina muchísimo por la presencia del presidente y en general con una expectativa muy positiva. Ahora habrá que cumplirla a la expectativa, porque está recién empezando, es un ciclo que está generando expectativas y todavía no realidades”, explicó el ex embajador.

“Hemos caminado bien estos meses, en el sentido de evitar la hiperinflación, estar muy cerca de poder levantar el cepo, que tengamos un solo tipo de cambio, elementos de normalidad que para el mundo realmente son muy importantes y estamos muy cerca de lograrlo”.

¿Hablar un poco con desmedro de China no puede ser jugar en contra cuando todo lo que se promete todavía no llegó?

“Sin lugar a dudas, de los socios y clientes siempre hay que hablar bien. Cuando un cliente hace un mal chiste, uno se ríe, hay un nivel de practicidad, pragmatismo que indica eso y China es un socio fundamental de la Argentina. Hoy China y Brasil son nuestros dos socios más importantes en el mundo, por lo tanto, cualquier cosa que no sea respetarlos, cuidarlos, atenderlos, etc., no es lo correcto”.

Desde la mesa: “Hoy la Argentina está alineada con Estados Unidos y no con China o más cerca de Israel”.

¿Esto es estar en contra de los intereses que nos vinculan al comercio y relaciones políticas con el mundo árabe?

“Dos temas”. Dijo el ex embajador. “Primer tema: la alineación con Estados Unidos. Fui embajador del presidente Menem en Estados Unidos, cuando lanza el concepto de alineación, del cual reconozco que no me gusta la palabra alineación, porque estoy convencido de que Argentina es de Occidente, no se alinea con Occidente; no me gusta el concepto de alineamiento porque indica que si un presidente nos puede alinear con Occidente, otro nos puede alinear con otra cosa y nosotros somos Occidente, está en nuestra Constitución, en nuestra historia, por todos lados somos occidental, por lo tanto, tenemos coincidencias muy importantes con Estados Unidos”, desarrolló el entrevistado.

“Estamos en el mismo hemisferio occidental, tenemos acuerdos de defensa muy importantes, no hay dudas que la relación con Estados Unidos no es simétrica en comparación a la muy importante relación que tenemos con China, son diferentes. Hay otra aproximación política, ideológica con Estados Unidos y con Europa, comparado con lo alcanzado con China. Sin embargo, son todas relaciones que tenemos que cuidar, desarrollar, encontrarle los puntos en común y no las disidencias; las disidencias son obvias con el sistema oriental de pensamiento político, pero yo creo que nosotros somos occidentales, no nos estamos alineando con Occidente”.

Guelar continuó: “Respecto de Israel, para mí, está claro que nosotros hace 75 años que somos amigos y socios de Israel; hace 30 años que desgraciadamente Irán y sus organizaciones extremistas, en Medio Oriente, nos declararon la guerra metiéndonos dos bombazos espantosos y, por lo tanto, no somos neutrales en ese enfrentamiento, pero hay un tercer elemento que, me parece, no está suficientemente indicado. La Argentina hace 20 años reconoció a la Embajada Palestina en nuestro país, dándole tratamiento pleno de embajada, es decir, casi avanzamos al reconocimiento del estado palestino que todavía no existe”.

“Yo estoy de acuerdo con ese lineamiento porque tenemos que tener los tres niveles de relacionamiento planteados con claridad: nuestra alianza con Israel y el respeto y la defensa de su derecho a defenderse y tener fronteras seguras. Por otro lado, la enemistad declarada desgraciadamente por Irán y sus organizaciones terroristas satélites y, en tercer lugar, el deseo de que israelíes y palestinos vivan en paz, cada uno con su estado”.

¿Qué debería suceder hoy con la administración de Milei para llegar a un nivel como el que llegó Menem?

“Primer aspecto a resolver son nuestros problemas, nuestro enemigo somos nosotros mismos. Tenemos que resolver la problemática interna, la cual no fue generada por nadie fuera de la Argentina; en lo bueno que hemos hecho y en lo malo que hemos hecho. Desgraciadamente, demasiadas cosas malas hemos hecho, somos los responsables y, por lo tanto, debemos resolverlo”.

El mundo, Washington, Bruselas, Brasilia, son amigos de la Argentina, todos nos desean el bien, están dispuestos a trabajar con nosotros, en eso hay un clima mundial muy a favor nuestro. Nosotros nos ponemos muchas veces en contra de nosotros mismos y arruinamos o terminamos frustrando esas expectativas positivas, esperemos que esta vez no lo hagamos”.

¿Qué le cabe a la región árabe en la supuesta división de Oriente – Occidente en cuanto al análisis del mundo?

“Hay tres grandes civilizaciones en el mundo: la occidental, la musulmana y la oriental o hinduista. Esto es una clasificación cultural que hoy es más cultural que ideológica o económica, porque hoy el único sistema vigente es el capitalismo en el mundo. Entonces hay que profundizar en el conocimiento. El área cultural tiene más complejidad que las ideológicas o las económicas, entonces uno tiene que ser prudente, tiene que tener humildad. Hay que aprender mucho para entender este mundo global en diversidad, porque la globalidad no ha suprimido la diversidad, entonces es un enorme desafío en un siglo de comunicaciones, como es el siglo 21, como hacemos para entender que esta globalización es en diversidad”, sostuvo Guelar.

¿El fenómeno de la migración altera esos conceptos?

El ex diplomático sostuvo: “Los grandes movimientos migratorios son de Latinoamérica hacia Estados Unidos; de África hacia Europa. Son problemas muy complejos porque generan, además, sociedades que tuvieron como característica recibir a los inmigrantes latinoamericanos, caso Estados Unidos; a gente que venía de África, de Medio Oriente, de Extremo Oriente, para el caso de Europa.

"Es un enorme número de gente, con desesperación, tratando de huir de la pobreza, la persecución política. Esto genera desequilibrios muy grandes con consecuentes reacciones de la ultraderecha, dado que las poblaciones tienden a pedir que se cierren las fronteras".

"Esto estimula a políticos a adoptar esas banderas; entonces se ha transformado en un problema enormemente complejo que hoy afecta a las democracias en el mundo”.

¿Le hace bien a la credibilidad de Argentina tener esta suerte de posición oscilante todos estos años?

“Nosotros hemos tenido un proceso que los hemos titulado pendulares, que nos han hecho mucho daño. Doy como ejemplo, dos países que han logrado una estabilidad por encima de las alternancias políticas ideológicas, que son Chile y Uruguay. Ahí tenemos profundos debates entre izquierda y derecha, en ambos países, y, sin embargo, un comportamiento chileno internacional o uruguayo muy estable. Esto es lo que tenemos que resolver”.

“Nosotros podemos tener y nuestra Constitución, así lo avala, una diversidad política, ideológica, de personalidades, pero la Nación es una sola, entonces, esto exige tener cuestiones de Estado y agenda de Estado, que sean estables, creíbles. Se debe demostrar que más allá de las diferencias propias de los estilos y las ideologías, el comportamiento de una Nación no cambia porque cambien sus autoridades”, concluyó Diego Guelar.

Producción Periodística: Martin Gastañaga, Enrique Villalobos y Daniel Gallardo.