Las fuerzas de seguridad intentan impedir cortes de calle
La sesión para aprobar el proyecto de La Ley Ómnibus tuvo su acción en las afueras del Palacio del Congreso con el intento de aplicar el protocolo antipiquetes frente a las protestas de los partidos de izquierda
Por Redacción
Con el trasfondo del tratamiento de la Ley Ómnibus, las inmediaciones del Congreso fueron ocupadas miles de manifestantes de organizaciones piqueteras y los partidos de izquierda agrupados en el Frente de Izquierda y los Trabajadores en la primera manifestación fuertemente reprimida desde que asumió Javier Milei.
Fuerzas del Ministerio de Seguridad, compuestas por efectivos de la Gendarmería, Policía Federal y Policía Federal Aeroportuaria, tuvieron que apelar a la presencia amenazante de los camiones que lanzan fuertes chorros de agua y hasta el uso de gas pimienta en algunas ocasiones.
En un intento de aplicar el protocolo para impedir los cortes de calle, los efectivos comenzaron primero impidiendo que los manifestantes bajaran a la calle y se mantuvieran en las veredas, pero la llegada de más gente hizo fracasar el objetivo porque fue superado por el número creciente de personas que se quejan de la situación económica y social.
La zona afectada es la esquina de la avenida Rivadavia y Entre Ríos, donde se produjeron empujones por parte de gendarmes contra los manifestantes, pero finalmente lograron cortar Rivadavia, momento en el cual fueron convocadas las fuerzas motorizadas.
La confrontación no llegó a mayores salvo en las fuertes manifestaciones de Eduardo Belliboni que desafió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a que fuera al lugar y "explicara por qué toma medidas inconstitucionales" e impide "al pueblo manifestarse", después organizó una "sentada" en la ya cortada avenida Rivadavia.
En los primeros momentos de los incidentes los efectivos fueron superados en número por lo que se requirió el aporte de la Prefectura Naval para recuperar espacios. En algunos momentos los uniformados trataban de despejar las calles para permitir la circulación algo que era prácticamente imposible.
En el intento de terminar con la sentada por parte de la Prefectura, Belliboni quedó tendido en el pavimento y los manifestantes que estaban a su alrededor dijeron que estaba herido, pero después lo ayudaron a incorporarse.
El uso de gas pimienta se generalizó hasta formar una nube que afectaba a todos, incluidos público y periodistas. La Policía Federal realizó varias detenciones que intentaron ser impedidas por los manifestantes pero sin resultados. Los diputados de izquierda tambièn participaron de los disturbios como Miriam Bregman que hizo varias declaraciones ante los cientos de micrófonos que pululaban por la zona.