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Un paquete de chicles y el gas pimienta le salvaron la vida

La historia de Cristian, un kiosquero de la animada avenida Jacinto Peralta Ramos al 700, es un testimonio de resistencia frente a la violencia y la inseguridad

Por Redacción

17 de abril, 2024 - 14:09

Cristian, un kiosquero de la avenida Jacinto Peralta Ramos al 700, en la bella Mar del Plata, vivió momentos de terror cuando dos delincuentes armados dispararon en su dirección durante un violento robo. Afortunadamente, los paquetes de chicle que vendía en su kiosco actuaron como escudo improvisado, salvándolo de las balas mortales.

La avenida Jacinto Peralta Ramos es un bullicioso centro comercial durante el día, con una variedad de negocios que van desde panaderías hasta veterinarias. Sin embargo, esta animada zona también es conocida por su densidad de tráfico y la creciente preocupación por la seguridad entre los residentes y comerciantes locales.

El kiosco de Cristian, ubicado en esta concurrida avenida, es un punto de encuentro para la comunidad, donde la gente acude no solo a comprar productos, sino también a realizar trámites como recargar la tarjeta SUBE y pagar servicios. A pesar de la presencia de cámaras de seguridad y letreros que advierten sobre la vigilancia, la sensación de inseguridad persiste entre los habitantes del barrio.

Fuente: La Capital Mar del Plata

María, una vecina de la zona, describió cómo la inseguridad se ha vuelto una preocupación constante para ella y otros residentes. Los relatos de intentos de robo y asaltos frecuentes han creado un clima de temor en la comunidad, donde salir después del anochecer es motivo de preocupación.

Cristian, a pesar de ser víctima de múltiples robos en su kiosco, continúa con su trabajo cotidiano, aunque reconoce que la sensación de seguridad es cada vez más escasa.

El robo

El momento más aterrador para Cristian fue cuando dos ladrones entraron armados a su kiosco y le exigieron dinero. Sin embargo, en un acto instintivo de defensa, utilizó un tubo de gas pimienta para repeler a los asaltantes. Aunque los delincuentes dispararon en su dirección, los paquetes de chicle detuvieron las balas, salvándole la vida.

A pesar de la valentía que demostró Cristian, la respuesta policial fue insuficiente. El botón antipánico no funcionó y la demora en la llegada de las autoridades resalta la falta de seguridad en la zona. Para el kiosquero, esta experiencia ha dejado un sentimiento de impotencia y frustración, donde la sensación de desamparo es abrumadora.