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‘Rodrigazo’, el plan de ajuste que desencadenó una dura crisis económica nacional

El 4 de junio de 1975, el ministro peronista Celestino Rodríguez impuso un plan de shock que agravó la situación existente, provocando el caos y la recesión

12 de junio, 2023 - 08:49

En la Argentina, la sensación de estar atrapados en un ciclo histórico se hace presente una vez más. Crisis política, inflación, reducción de salarios y restricciones al mercado cambiario parecen repetirse, como si estuviéramos reviviendo los acontecimientos de hace medio siglo.

Aunque existen diferencias entre los protagonistas y el contexto actual, la situación económica del país guarda notables similitudes con aquel período.

En 1975, la Argentina atravesó por una serie de medidas económicas impuestas por el ministro Celestino Rodrigo, que sumieron al país en una de las peores crisis de su historia. Sin embargo, es importante destacar que en aquel entonces también existían circunstancias de mayor gravedad, como la lucha de grupos terroristas contra el gobierno democráticamente elegido en marzo de 1973.

 

No nos iba tan mal

En el periodo comprendido entre 1964 y 1975, la economía argentina experimentó once años de crecimiento continuo a pesar de la inestabilidad política que sucedió luego del golpe de estado de 1966, encabezado por el teniente general Juan Carlos Onganía, y las sucesiones del general Roberto Levingston y del general Alejandro Lanusse hasta 1973, cuando se llamó a elecciones para el mes de marzo.

El 25 de mayo de ese mismo año, el peronismo regresó al poder con la elección de Héctor J. Cámpora. A pesar de la llegada de la democracia, la dinámica política fue tal que el gobierno de Cámpora tuvo una duración de sólo 49 días, y fue sustituido por el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Raúl Lastiri –yerno de José López Rega, con enorme poder en el entorno del tercer gobierno peronista- quien asumió el 13 de julio.

Lastiri convocó a elecciones, que fueron realizadas el 23 de setiembre de ese año, cuyo resultado fue la victoria de la fórmula encabezada por Juan Domingo Perón y su esposa María Estela Martínez de Perón, quienes obtuvieron el 61,86% de los votos.

Perón asumió el 12 de octubre y gobernó sólo nueve meses, hasta el 1 de julio de 1974, día en que falleció.

 

Un ministro llamado Ber Gelbard

En la formación del Gabinete de Cámpora, fue elegido ministro de Economía José Ber Gelbard, un empresario de ideología de izquierda y fundador de la Confederación General Económica (CGE). Gelbard implementó un plan económico de corte keynesiano que buscaba aumentar los salarios reales con el objetivo de fortalecer el mercado interno. Además, intentó establecer un ‘pacto social’ entre la CGE, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Unión Industrial Argentina para controlar la inflación y redistribuir la riqueza.

Durante el primer año de su gestión, y con el respaldo inicial de los altos precios de los productos agropecuarios, logró alcanzar parcialmente sus objetivos y la participación de los salarios en relación al Producto Interno Bruto (PIB) aumentó un 20%. Gelbard aspiraba a que para 1977 los salarios representaran el 50% del PIB, algo similar a lo que logró parcialmente Perón durante su primera presidencia.

Pero la crisis del petróleo afectó a todo el mundo y Europa respondió con un aumento del proteccionismo comercial, lo que redujo significativamente tanto los precios como la cantidad de exportaciones argentinas. Además, el aumento del precio del petróleo también afectó directamente a la Argentina, que entonces era un importador neto de este recurso fundamental.

El tipo de cambio artificialmente bajo y un alto déficit fiscal (equivalente a aproximadamente el 14% del PIB, financiado mediante la emisión de moneda) explica que a finales de 1974 nuestro país había perdido casi dos tercios de sus reservas internacionales, que disminuyeron de 1.400 millones de dólares a finales de 1974 a 700 millones en junio de 1975.

Desde los primeros días el ministro Gelbard inició un estricto control de precios que no tuvo resultado, lo que se volvió cada vez más difícil de mantener, la escasez se agravaba y el mercado negro crecía. Este ministro depositaba su esperanza en la firma de acuerdos comerciales con los países socialistas de Europa del Este y China. Para ello, hizo una gira por esa región y firmó algunos convenios, como por ejemplo la venta a Cuba de autos fabricados en la Argentina.

 

Preludio del abismo

El 1 de julio de 1974 marcó un hito en la historia argentina con la muerte de Perón, quien aún se encontraba en ejercicio de su presidencia. Este suceso llevó a la vicepresidenta María Estela Martínez de Perón, a asumir el liderazgo del país. Sin embargo, la influencia de José López Rega, un opositor de Gelbard, se incrementó notablemente en el gobierno, mientras que la situación económica y política del país comenzaba a deteriorarse rápidamente.

En medio de este panorama, el ‘pacto social’ buscado para mantener un consenso y estabilidad económica se desmoronó por completo, dejando a Gelbard en una posición sumamente debilitada.

Los desafíos que enfrentaba la Argentina eran cada vez más complejos, y el rumbo de las políticas económicas se veía amenazado por las tensiones internas y la creciente incertidumbre.

Este cambio de liderazgo y el debilitamiento del ‘pacto social’ marcaron el inicio de una nueva etapa en la economía argentina, con consecuencias que se harían sentir en los años venideros. La estabilidad económica lograda anteriormente por los otros gobiernos se vio amenazada y el país se enfrentó grandes desafíos para restaurar la confianza y superar la crisis en la que se encontraba inmerso.

Ber Gelbard fue reemplazado en el cargo por Alfredo Gómez Morales, quien venía del sector sindical. El funcionario dio un cambio significativo a la política económica del país, dejando de lado el enfoque desarrollista basado en el diálogo social y el fortalecimiento del mercado interno impulsado por Gelbard.

En lugar de estabilizar la situación económica, las medidas adoptadas tuvieron graves consecuencias para el país. En tan solo nueve meses de gestión las reservas internacionales se redujeron a la mitad, lo que planteó serias preocupaciones para la estabilidad financiera de la Argentina.

Además, la inflación había alcanzado niveles alarmantes, llegando a un preocupante 80% anual, lo que impactó directamente en el poder adquisitivo de los ciudadanos y en la estabilidad de los precios. Por si fuera poco, el déficit fiscal experimentó un notable aumento, lo que generó una mayor incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para manejar eficientemente los recursos del país.

 

Rodrigo y el caos económico

El fracaso de Gómez Morales permitió que López Rega impusiera a su candidato: Celestino Rodrigo, un ingeniero que no provenía del ámbito de la economía que bajo su mando se había desempeñado como secretario de Seguridad Social.

Rodrigo asumió el 2 de junio de 1975. Dos días después, el flamante ministro anunció un plan de ‘shock’ destinado a eliminar la distorsión de los precios relativos y retrasar los salarios reales.

Las medidas del ministro Rodrigo incluyeron una fuerte devaluación del peso argentino en relación con el dólar, un aumento significativo en los precios de los servicios públicos, el transporte y los combustibles, alcanzando hasta un 180% de incremento. Además, se puso límite a los aumentos salariales acordados en las negociaciones colectivas.

Estas acciones provocaron un aumento drástico en la inflación, que pasó del 24% en 1974 al 182% en 1975, dando inicio a una década y media de altas tasas de inflación.

Como resultado de todo esto se produjo escasez de alimentos, combustibles y otros productos esenciales, lo que generó una fuerte oposición por parte del movimiento obrero argentino liderado por la CGT.

La central obrera organizó una huelga general de 48 horas, la primera dirigida contra un gobierno peronista, y se llevaron a cabo grandes movilizaciones populares. Estas acciones condujeron a la renuncia del ministro Rodrigo, el 21 de julio, y posteriormente la de López Rega.

El ‘Rodrigazo’ marcó el inicio de un período de dieciséis años con tasas de inflación anual superiores al 100%, que finalizó en 1991.

Para concluir, es interesante destacar que el término ‘Rodrigazo’ fue acuñado por el diputado Juan Carlos Cárdenas, del partido Vanguardia Federal de Tucumán.