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Misiles sobre Kiev: ¿Cuál es el mensaje?

El hostigamiento a la capital ucraniana busca demostrar a Occidente que Rusia no permitirá que la guerra se adentre el territorio de la Federación

02 de enero, 2023 - 10:40

Evidentemente, Vladimir Putin no muestra indicio alguno tendiente a una "desescalada" en el conflicto con Ucrania y su retórica discursiva se mantiene cargada de amenazas y advertencias contra Occidente. Los recientes ataques con drones y misiles sobre Kiev y otras urbes al oeste del río Dniéper indican, tras 3 meses de un repliegue militar a las llanuras del este, que el mandatario moscovita, dedició profundizar su hostigamiento de la voluntad de lucha y "moral" de la ciudadanía kievita y los recursos del gobierno de Zelenski.

 

La reflexión del Estrecho

Tras el ataque al estratégico puente del Estrecho de Kerch, que une la "Federación" con Crimea, Moscú catalogó esta acción como la vulneración misma de una soberanía que ya no admite cuestionamientos. Me refiero a que los cálculos del Kremlin estaban delimitados a una disputa bélica, política y propagandística en el norte y centro oriental ucraniano, o sea, en la región del Dombás, Zaporiyia y Jérson.

La explosión que dañó gravemente la vía de acceso terrestre a la península y afectó considerablemente el movimiento de recursos militares para la campaña desde el flanco sureste, fue considerado como un "exceso que no debe admitirse" en el golpe a golpe de la contienda. Para Putin, Crimea es un territorio que ya no está en el pálpito de la discusión. Se anexionó en 2014, considerablemente antes del inicio de los enfrentamientos en las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk por parte de los rebeldes prorrusos.

 

Crimea para Rusia

No quiero dejar de señalar que, más allá de lo legal o ilegal desde la mirada del derecho y las normas internacionales, étnica y culturalmente hay una enorme tradición e influencia del gigante euroasiático sobre los crimeos. Es, posiblemente, el territorio en disputa con más ascendencia proveniente de la Federación Rusa. Creo, que en la fibra íntima de "Vladimir" y su entorno, la detonación y paralización del afamado puente es percibido como una estocada a lo que, hasta hoy, era una "suerte" de inmutable inviolabilidad del, podría decirse, histórico territorio soberano.

 

 

La dinámica, hasta hoy, del conflicto era "la arena" de las cuatro regiones ya descriptas que, paradójicamente desde hace una semana, Moscú considera parte de su "espacio vital" a través de la ratificación de los poderes federados de esos referéndums celebrados entre "gallos y medianoche". Sin embargo, el mismo "Premier" y sus acólitos saben que la guerra tiende a alargarse, que los recientes triunfos de las tropas ucranianas amenazan cualquier pronóstico de consolidación que pueda visualizarse en el horizonte, que se corre riesgo de "empantanamiento". 

 

Represalias

Creo, aunque puedo equivocarme, que la estrategia rusa contempla esta especie de "estiramiento", por ahora lo soporta y buscará como adaptarse. Pero, lo acontecido en la península, no estaba dentro de la métrica, no se esperaba y, evidentemente, no hay margen de tolerancia.

 

Tras noventa días de no adentrarse con sus "armas" en las estepas occidentales y atentar contra la capital del país, Moscú vuelve a causar terror en Kiev y las "tranquilas ciudades al oeste del curso del Dniéper.

Desde una óptica personal, el mensaje cifrado en la estela de los misiles es claro: " llevar el conflicto y la sensación de inseguridad y temor que acarrea a Rusia, tiene como respuesta infringir a Ucrania similar experiencia, pero acrecentando exponencialmente el peso de la represalia.