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BRICSA, el momento es ahora (II)

La Argentina no tiene que dejar pasar la oportunidad de integrar el BRICSA, puesto que su potencial económico le da el estatus necesario para ello. Solo hace falta una voluntad política esclarecida y tener en cuenta la historia reciente de los desaciertos y errores geopolíticos cometidos

16 de junio, 2023 - 07:39

El “think tank” estadounidense RAND afirma que los EE.UU. necesita de un nuevo Pearl Harbor. No ya para luchar contra el Imperio del Sol Naciente, tampoco contra Rusia ni contra China, sino contra los BRICS+, como lo describió el presidente de la consultora de riesgo Eurasia Group, con sede en Nueva York.

Para ellos, estas potencias de tamaño mediano son el peligro tras el 11S, ya que son países con una influencia significativa en la geopolítica, aunque mucho menos poderosos que las dos superpotencias del mundo: Estados Unidos y China. En el norte global incluyen Francia, Alemania, Japón, Rusia, Corea del Sur, entre otros. Con la excepción de Rusia, estos países no nos dicen mucho sobre la dinámica cambiante del poder y la influencia global, ya que permanecen ampliamente alineados con los Estados Unidos.

Mucho más interesantes son las principales potencias medianas del sur global: Brasil, India, Indonesia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía y Argentina. Estos Estados oscilantes no están completamente alineados con ninguna de las superpotencias y, por lo tanto, son libres de crear sus propias dinámicas de poder. Todos son miembros del G-20 y muy activos, tanto en geopolítica como en geoeconomía.

Hay muchas razones para la creciente importancia de estos siete Estados, pero se pueden agrupar en dos factores. El primero, es que durante la pasada Guerra Fría casi todos ellos se vieron casi obligados a optar por posicionamientos geopolíticos estrictos. Posteriormente, en los 90 y tras la caída de la URSS, la unipolaridad estadounidense requirió cierta lealtad a Washington por parte de casi todos ellos.

Pero la bipolaridad chino-estadounidense de hoy es mucho más débil, ergo, todas ellas disfrutan de una mayor libertad de decisión en cuanto a sus aliados y a sus enemigos.

El segundo factor a considerar es que el mundo se ha desglobalizado de manera importante en las últimas dos décadas, y como resultado de ello se están formando nuevas relaciones geopolíticas y geoeconómicas a nivel regional. En consecuencia, los Estados medianos se han vuelto más importantes a medida que el poder se ha transferido desde el centro a la periferia, es decir, en otras palabras, hacia sus respectivas regiones.

Por ejemplo, los procesos de “near-shoring” (mover las cadenas de suministro más cerca de casa) y el “friend-shoring” (moverlos de adversarios a países de ideas afines) están alejando lentamente algunas empresas y relaciones comerciales desde los grandes centros tradicionales a las regiones del denominado “Sur global”. Al respecto, no cabe duda que las potencias medianas, como la India, Brasil o Arabia Saudita, se convertirán en centros aún más activos de comercio regional.

La India es el mejor ejemplo en cuanto a la producción de las nuevas cadenas de suministro, especialmente las energéticas y las tecnológicas. Del mismo modo, la capital saudí, Riad, está emergiendo como un centro financiero regional con alcance global.

 

La potencialidad argentina

Regresando a nuestras playas, el pedido de la inclusión de la Argentina en el grupo BRICS es actualmente apoyado por Brasil, Sudáfrica, India, Rusia y China, fundado en nuestras enormes potencialidades. Especialmente por la India, país asiático con el que la Argentina ha iniciado un proceso de acercamiento que se tradujo en múltiples visitas mutuas de cancilleres y viceministros, así como de altos jefes de Estado. Tanto es así, que se está evaluando la compra de aviones caza a ese país.

A pesar de que nuestra economía, desde el nacimiento mismo del BRICS en el 2006, no ha dejado de sufrir crisis económicas recurrentes y hemos tenido que pasar por varios periodos de recesión, nuestro PBI nominal es el 23º más importante del mundo; pero si se considera el poder adquisitivo nos ubica como la 20ª economía mundial. Por todo ello, debido a su crecimiento, es uno de los tres sudamericanos que forma parte del Grupo de los 20, junto con Brasil y México.

Como todos sabemos, la Argentina es uno de los países más extensos, poblados, industrializados y ricos en base al PIB sudamericano. Es uno de los mayores exportadores de carne en el mundo y su producción se ha reconocido como la de mejor calidad. Es el primer productor mundial de girasol, yerba mate, limones, peras y aceite de soja, segundo en miel y manzanas y el más grande productor de trigo en la región.

También es el mayor productor de vino –quinto en el mundo– y el principal productor de biodiésel a nivel global. Los yacimientos mineros de El Aguilar, en la provincia de Jujuy, son la mayor concentración de minerales de plomo y cinc de Sudamérica y el Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca, es uno de los yacimientos más grandes para la extracción de oro y cobre en el subcontinente, siendo la Argentina el 13er mayor productor de oro del mundo. Más recientemente, se pueden incluir nuestras reservas de litio, el oro blanco del siglo XXI.

Muy particularmente se destaca el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta, que según el informe de 2013 de la Agencia de Información Energética (EIA) sus reservas alcanzan los 27 mil millones de barriles, lo que significa multiplicar por diez las actuales reservas argentinas.

Con estas estimaciones, la Argentina es considerada el segundo reservorio mundial de “shale gas” y el cuarto de “shale oil” del mundo. Por su parte, el gasoducto Presidente Néstor Kirchner transportará el gas natural extraído, con una primera etapa que se espera empiece a funcionar el 20 de junio de 2023 hasta la ciudad bonaerense de Salliqueló, y una segunda que lo continuará hasta San Jerónimo, en Santa Fe. Esto permitirá las exportaciones de gas a Brasil, que está financiando la segunda etapa a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

Por otra parte, la Argentina es el más importante productor de software de la América del Sur y ocupa el segundo puesto en cuanto a fabricación de autopartes, después de Brasil. También se encuentra a la cabeza del desarrollo de la biotecnología dedicada a la mejora de semillas destinadas a la producción de alimentos y es el mayor productor de soja del planeta junto a Brasil y Estados Unidos, pero es el único de todos ellos que dispone de la posibilidad de extender sus áreas de cultivo. También somos miembros fundadores del Mercosur, el mayor productor de alimentos a nivel global.

En 2014 fuimos clasificados como una Nación de ingresos altos o como un mercado emergente, también por el Banco Mundial, y somos reconocidos como una potencia regional.

De pasar a integrar el BRICS, seríamos el país con mayor índice de desarrollo humano (IDH) y mayor expectativa de vida del bloque. De paso, nuestro “soft power” (el fútbol y figuras destacadas como el papa Francisco o la reina Máxima de los Países Bajos), nos podría ayudar a potenciar todas estas cuestiones económicas.

Pero –siempre hay un pero, como se suele decir en estos casos– como podemos recordar los que tenemos cierta cantidad de años o los que les gusta la historia, después de la Segunda Guerra Mundial el presidente Juan Domingo Perón cometió un error geopolítico al oponerse a la supremacía global de los Estados Unidos. Mientras que Brasil no se equivocó, apoyó el esfuerzo bélico de los EE.UU. y consiguió a cambio de ello importantes inversiones en el campo industrial que le permitieron adelantarse al desarrollo argentino en esa área productiva.

Es por todo ello que nos hace falta una voluntad política esclarecida por nuestra historia y por las perspectivas que nos presenta el futuro. Esta vez no podemos volver a equivocarnos sin importar quienes sean los responsables del próximo gobierno de la Nación.

Este es un tren que no podemos darnos el lujo de dejar pasar.

 

El Doctor Emilio Magnaghi es Director del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional Santa Romana. Autor de El momento es ahora y El ABC de la Defensa Nacional.