Primeros trazos de la mente: el dibujo infantil

Cuando nuestros pequeños comienzan a dibujar, su “arte” embellece nuestras vidas.

Todo se llena de colores y formas sin fin, que no encuentran límite en las hojas y siguen su curso en mesas, paredes, todo lo que encuentren a su paso.

Esos primeros trazos que comienzan a hacer alrededor del año y medio, sobre todo los dibujos que vendrán después, representan algo más que un bonito recuerdo.

A un niño pequeño, no les puedes decir que te cuente su vida, por lo que se utilizan métodos indirectos y uno de ellos es el dibujo.

Ellos lo viven como algo relajante, poco intrusivo y se puede deducir desde el temperamento, hasta cosas que están sintiendo o por las que están pasando y no son capaces de expresar con palabras.

Los primeros garabatos

Para descifrar, siempre con cautela, los secretos emocionales que esconden esos trazos habrá que esperar a que los niños tengan unos cinco o seis años, aunque en los más pequeños también se puede ir deduciendo algún rasgo de su temperamento, observando estas primeras incursiones en el mundo del arte.

Los niños desde los dos años, conocen ya su propio cuerpo y son capaces de trasladar ese esquema a una hoja en blanco. Luego, ese humanoide de enormes cabezas y piernas que hacía, muta hacia un ser humano propiamente dicho que nos podrá revelar ya con más intensidad las emociones de nuestro pequeño.

 En el dibujo ya consolidado, aparecen escenas que pueden corresponder o no a su vida real, pero el niño ya proyecta su personalidad y sus sentimientos: cada elemento que utiliza y cómo lo utiliza da una clave en función de lo que representa para él.

Los test que se basan en dibujos pueden dar indicadores para medir parámetros de agresividad; desobediencia; ansiedad; temor; motivación para el aprendizaje y la escuela; egocentrismo; comportamientos y pensamientos obsesivos; perseverancia; déficit de atención e impulsividad; autocontrol; autoestima, entre otros aspectos de la personalidad y vínculos.

¿Cómo deben actuar los padres cuando detectan en el dibujo de su hijo, algún indicio de que está atravesando algún conflicto emocional?

Si  los padres ven en el dibujo de sus hijos algo que les enciende una alarma, no se recomienda decírselo directamente. Es más prudente intentar cambiar alguna actitud que creamos puede estar afectándole, ya sean celos por un hermano o alguna otra situación conflictiva.

Ir a un psicólogo para que les brinde estrategias de cómo abordar alguna problemática y de ser necesario, buscar un psicólogo especializado en trabajo con niños.

Mariana Lucero

Licenciada en Psicología Matrícula 3797

Egresada de la Universidad Nacional de San Luis

Psicóloga Clínica Cognitiva Integrativa – Psicoterapia de la Obesidad

Niños, Adolescentes, Adultos- Contacto: [email protected]