El perro es el mejor amigo del hombre
Desde tiempos inmemoriales, este animal acompaña a los humanos. Estudios arqueológicos permiten asegurar que esta relación tiene una antigüedad de más de 14.000 años
Se realizaron varias excavaciones que datan alrededor de 10.000 años de antigüedad donde se descubrieron restos fósiles de animales y personas que habían sido enterradas juntas. Esto demuestra el grado de vinculación y la importancia que representaron los antiguos caninos en la vida del hombre prehistórico.
Se estima que la relación inicia de manera prematura entre algunas especies de lobos ya extintos con los hombres de la época que inicialmente los capturaban como presas para consumo.
La tenencia y crianza de lobeznos para tal efecto le permitieron al ser humano detectar las habilidades de los cachorros salvajes para alertarlos de los peligros de otros animales e inclusive defender el territorio de ambos ante cualquier amenaza.
Con el transcurrir del tiempo, los cachorros de lobos empezaron a ser útiles en la detección, persecución y caza de animales para consumo del hombre el cual premiaba sus habilidades compartiendo comida y refugio.
Así empezó la primitiva relación que ha ido transformándose con los años hasta llegar a ser el compañero de nuestras vidas y que reposa plácidamente en nuestro sofá o duerme en nuestra cama.
Pero la constante evolución y contacto humano fueron construyendo un ser diferente al antiguo y primitivo can del pasado y fuimos detectando, generando o fortaleciendo algunas conductas que hoy conocemos y que no dejan de sorprendernos, pero sí justifican la intima relación que tenemos y la importancia que revisten en nuestras vidas.
Del provecho a la amistad
Como vimos, en la antigüedad la relación era absolutamente desigual y perseguía solo el provecho o beneficio del humano, pero ciertas actitudes o conductas de los perros lograron el cambio.
Varios estudios de diferentes universidades del mundo han podido demostrar que los perros son capaces de interpretar nuestros estados de ánimo.
Se realizaron diversas demostraciones donde los perros respondían mostrando empatía a personas no conocidas que expresaban intensamente sentimientos de pena o malestar.
Esta es una habilidad adquirida a través de cientos de años de convivencia y se va trasmitiendo de padres a hijos y fortaleciendo con el íntimo contacto o convivencia actual, lo que los ha convertido en sinceros amigos que apoyan y ayudan a pasar los malos momentos de la vida.
Comunicación
Según un estudio de la Universidad de British Columbia en Vancouver (Canadá), los perros son capaces de distinguir más de 160 palabras, algunos incluso hasta 200.
Sabemos no solo por estudios, sino por experiencias personales que también son capaces de reconocer señas y gestos corporales o faciales que indican nuestras intenciones, deseos o ánimo.
Son sensibles y receptivos a los cambios y al uso discrecional que le damos a nuestro lenguaje al usar diferentes entonaciones en la voz al comunicarnos.
Ellos interpretan nuestras intenciones utilizando una combinación de gestos, señas y palabras que permiten que logremos una comunicación que por momentos nos asombra, sorprende y emociona.
A través de pruebas con escáneres cerebrales se ha comprobado que en el perro se activan zonas cerebrales semejantes a los seres humanos con los diversos tipos de emociones evocadas.
Amor de perro
La ciencia sigue apoyando lo que muchas personas experimentan día a día y que explican de manera emocional o empírica. Así lo sostiene un grupo de científicos del departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu de Japón que publicó en la revista Science, donde explicaba que el vinculo generado entre las personas y el perro se asemejaba a la relación que posee una madre con su hijo y que en principio es motivada por la hormona oxitocina que induce al comportamiento materno, más allá de la lógica impronta y fuerte influencia cultural que desarrollan los humanos en sus vínculos.
Como vemos en todos los casos, la ciencia empieza a encontrar explicaciones a las razones por las cuales el perro se convirtió en el compañero y amigo de la actualidad.
Todas aquellas sensaciones y creencias en relación a este profundo vínculo empiezan a salir a la luz y nos permite comprender que no estábamos equivocados: el perro es el mejor amigo del hombre.