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El gobierno del agua le dice "no" a la minería en Mendoza

El titular de Irrigación, Sergio Marinelli, protege el agua y sin practicar obediencia política

29 de octubre, 2018 - 07:13

Senadores del mismo bloque de los justicialistas Alejandro Abraham y Juan Antonio Agülles le recordaron a la Administración provincial que el titular del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli, expresó públicamente que el escaso caudal hídrico con que cuenta Mendoza no alcanza para que se desarrolle proyecto minero alguno. Un aspecto que también tendría amplio alcance en el procedimiento del fracking para extraer petróleo y gas no convencionales.

Los dos puntos que con mayor osadía enfrenta el gobierno de Alfredo Cornejo tuvieron un parate oficial, desde el lugar menos pensado y con uno de los hombres clave para alcanzar los primeros objetivos que el Frente Cambia Mendoza se puso en el inicio de la gestión. Metas para nada fáciles, como transformar el deficitario transporte público, doblar el blindado brazo gremial estatal que dominaba el escenario de la EPTM y proyectar una nueva legislación al respecto.

Pero Marinelli se transformó en el defensor con el que la provincia enfrentó las primeras arremetidas del entonces ministro de Energía Juan José Aranguren y sus tarifazos con el gas. Además, el funcionario jugó un papel trascendente en la eficientización que la actual Administración le dio a las empresas que prestan servicios de energía, agua y cloacas.

Marinelli volvía en 2015 de su San Rafael natal tras un impás de ocho años, cuando dejó la cartera de Gobierno durante el gobierno de Julio Cobos. Como cualquier dirigente de base trabajó a destajo para que el radicalismo, esta vez integrante de un frente con otros partidos, vuelva a gobernar la provincia. Tras el contundente triunfo electoral, supo que integraría el Gabinete con tareas de mucho trabajo, tensión y desgaste. Consciente que se le iba la vida política ante las firmes e innegociables posturas de quien le solicitaba todo lo que hizo, Alfredo Cornejo.

Recalar en el Departamento General de Irrigación fue el reconocimiento de haber cumplido ampliamente todo lo que se le pidió en los dos primeros años del gobierno del Frente Cambia Mendoza. Pero también se creyó que allí continuaría con su obediencia debida política. Evidentemente alguien subestimó demasiado al hombre que asumió el gobierno del agua. Alguien que no vio que el flamante superintendente tomaría con mucha responsabilidad y sin presión alguna un tema que es grave para la provincia, como la histórica disminución del agua.

Para Marinelli, la sequía se instaló definitivamente entre los mendocinos y el escaso recurso hídrico debe ser dosificado de manera tal que la prioridad sea la gente y luego la producción agro ganadera. A esta última le ha aplicado nuevos parámetros para utilizar el riego, sin pérdida de una sola gota ni derroche alguno. Mecanismos concisos que se amolden a la dura realidad con la que se tendrá que comenzar a convivir.

Todo esto no podía ser de otra manera; los seis ríos principales de la provincia tienen un contundente pronóstico: “otro año hídrico de seco”. El muestreo que recibió Marinelli de los técnicos de Irrigación, visualizó la gravedad de lo que se está hablando. Un río Mendoza que, con una media histórica que estuvo alguna vez en más de los 1.400 hm3, hoy el pronóstico dice que no superaría los 820 hm3  Una drástica realidad que se repite con los otros ríos, incluido el Grande en el sur provincial, que en su momento arrojó una media histórica de más de 3.300 hm3 y hoy tiene un pronóstico de 1.700 hm3

Ante este panorama, Marinelli es absolutamente consciente de que no puede haber lugar para la más mínima especulación o maniobra política. Que la situación del agua en Mendoza es muy grave, un aspecto que lo ha llevado a expresarse con firmeza y de igual modo a mantener posturas inflexibles.

Él no lo ha hecho y se ha manifestado con total claridad: “el recurso del agua es escaso y no hay volumen para la minería u otras actividades que no sean las especificadas por el Departamento General de Irrigación.

Un mensaje claro y tan fuerte que retumbó en forma inesperada entre las paredes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, donde deberán comprender que al frente de Irrigación no está un militante todo terreno sino el responsable del gobierno del agua, razón de existencia del territorio mendocino.