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Las caras de una Iglesia antigua y siempre nueva

Hay personas que no poseen simples nombres, son corazones de jóvenes, mujeres y varones que entregan parte de su vida para ayudar a los más pobres

20 de mayo, 2019 - 07:39

Nunca como en estos últimos tiempos, el nombre de “Iglesia” del Próvolo, de los monjes de Cristo Orante, de tantos curas y de hasta obispos apareció en los medios de comunicación social, en los diarios y en la televisión.  ¡Sí! “Iglesia”, esta Iglesia desde el comienzo pecadora. En efecto, ¿no fue desde sus inicios que Jesús, el fundador, fue traicionado y vendido por uno de sus apóstoles, Judas?, ¿no fue el primer sucesor, Pedro, quien lo renegó? 

¡La Iglesia pecadora en sus dos mil años de historia! ¿Quién no recuerda algunos de sus papas del 1500, 1600?

Sí, la Iglesia, nuestra Iglesia pecadora y santa, que sigue con sus realidades de mal y de bien, pero con su Cristo Salvador. 

De hecho, nunca como en esta Semana Santa y Pascua, los templos se encontraron repletos, desbordantes de jóvenes, de niños, de hombres y de mujeres, buscando en esta misma Iglesia, pecadora y santa, al Dios de amor. Nunca como en estos días fueron suficientes las horas de los sacerdotes para responder a tantos buscadores de serenidad, de paz, de sentido de vida. 

Después de más de 2000 años de la venida de Cristo, ella, frágil y enferma, por su Maestro y guía se muestra siempre viva y vital. 

¡Sí, viva y vital! No pasaron 70 años de que una humilde monjita, en las periferias de la mísera Calcuta diera comienzo a un grupo de mujeres que se entregaron a los pobres, más pobres, y ahora, en todo el mundo se multiplicaron por miles para responder a los rostros del Cristo sufriente.

Una Iglesia viva y vital, también pecadora en nuestra Mendoza. Analizando nuestro mapa y sus varios centros de acogida y atención, notamos que, por las mañanas, los mediodías, las noches y la semana entera, se multiplican las expresiones de “verdadero amor”. ¿Los medios de comunicación se interesan y dan a conocer los centenares de jóvenes que, en lugar de buscar boliches, entregan horas de la noche para dar un plato de sopa, un té caliente, una comida y sobre todo una presencia y un cariño a los pobres en situación de calle? Mirando un folleto de pastoral, encontramos un título significativo “Unidos por el Cristo de la calle”, con varios subtítulos: “Mesa tendida”, “Grupo de Guadalupe”, “Hijos de la Virgen Consolada”, “Cura Brochero”, “Upa”, “Casa de asistencia La Merced”, “Los Amigos de la Calle”, “Delivery de Dios”, “Kerigma”, “Comedor Padre Tarcisio Rubín”, “Pastoral A. Hurtado”. Y en el folleto, aparece la programación de todos los días; como ejemplo, el miércoles marca: 

- 8 de la mañana: Casa de Asistencia La Merced: desayuno y duchas. 
- 9.30: Casa de Asistencia La Merced: atención médica. 
- 13.30: comedor Padre Tarcisio Rubín: almuerzo. 
-21.30: Los Amigos de la Calle: cena  en la plaza San Martín. 
-21.30: Delivery de Dios Tunuyán: cena, asistencia y recorridas. 

No son simples nombres o localidades, son corazones de jóvenes, mujeres y varones que entregan parte de su vida a los demás, a los más pobres. 
Es una Iglesia, es nuestra Iglesia de Mendoza, pecadora, sí, pero santa porque es capaz de dar amor por el Cristo que 2000 años atrás nos dejó un mensaje de vida y se definió: “Camino, Verdad y Vida”. / Por P. Roberto.