|09/04/19 02:24 PM

Pymes: el motor de la economía se encuentra en terapia intensiva

La crisis ha afectado especialmente a este sector, que es el principal empleador de la economía argentina, y se debate frente a políticas que han producido innumerables cierres

09 de abril, 2019 - 17:39

Se habla mucho de pymes y se sabe poco. En el mundo son la base de la pirámide económica, y en la Argentina el caso es similar.

Veamos, el 70% del empleo del sector privado lo generan las pymes, el 60% de la actividad económica también, y representan más del 98% de las empresas totales que hay en la Argentina. Hay 800 mil en el país, mientras que las empresas grandes no llegan a 5.000, y las grandes-grandes no llegan a 1.800. Entonces queda claro, la gran base de la economía son las pymes.

Pedro Cascales es empresario pequeño y mediano, pero además es dirigente de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) y un verdadero especialista en el tema. En diálogo con CNN Radio Mendoza, señaló: “La situación es complicada porque la realidad es que desde el año pasado y lo que va de este tuvimos caídas importantes en la actividad, pero lo más grave es que venimos desde 2012 con caídas en el sector pyme, salvo el 2015 que hubo una leve suba del 2,1%, y bueno, muchas empresas ya no aguantan más”.

Pedro Cascales de la CAME.

Los problemas de competitividad crónicos atentan contra el sector, y los números que brinda el dirigente son irrefutables. “El año pasado hicimos una encuesta de cuantas pymes tenían rentabilidad, y solamente un tercio estaban operando con ganancias, el resto en perdida o en equilibrio, eso muestra la complejidad del panorama, que obviamente se suma a una tasa de interés muy alta y una presión impositiva muy fuerte, no solo de la Nación, sino también de las provincias y muchos municipios muy elevada, que genera esta asfixia que están viviendo la mayoría de las pymes”.

Uno de los problemas centrales es que gran parte del trabajo de estas empresas está enfocado esencialmente en el mercado interno. Entonces, no solo padecen la recesión y la caída del consumo, sino que ni siquiera se ven favorecidas por el tipo de cambio, sino perjudicadas. “La Argentina exporta muy poco. El 70% es mercado interno, hay un 10% que es exportación y un 20% que es inversión. Las pymes exportadoras serán 8.000, pero lo que exportamos sigue siendo un porcentual muy bajo. El problema de la exportación, que deberíamos seguir como un programa de mediano y largo plazo, es que requiere políticas estables, sobre todo estabilidad macroeconómica, y requiere que todo el país se ponga atrás de un proyecto y lo apoye, en especial la legislación tiene que estar orientada a eso, la logística tiene que ser fluida y competitiva, y deben eliminarse impuestos distorsivos, que hoy en el país existen muchísimos, empezando por ingresos brutos, porque se agrega en cada etapa que traspasa un producto, y eso hace que quedemos descolocados con respecto a productos del exterior”, precisa Cascales.

Si este sector empieza a ir mal, empieza a tambalear toda la economía. Las estimaciones indican que hay 14 pymes cada 1.000 personas, aunque algunos dicen que llegan a 20 porque hay mucha informalidad también. En otros países, esos números aumentan al doble. “Hay países donde es más fácil abrir una pyme y más fácil que vivan. Si empezamos a corregir las razones estructurales seguramente muchas más pymes van a andar bien, hay que hacer lo que hacen los países a los que les va bien”, reflexionó el dirigente.

Claro, cuando se ven los números nada parece fácil. De cada 100 pesos que le entran a una pyme 46 van a impuestos. Los que han subido más son los provinciales y los municipales, mientras que la presión tributaria nacional ha descendido ínfimamente. Cascales señala que esto “está relacionado con el déficit fiscal crónico que tenemos, y se ha apelado a aumentar la presión en lugar de bajar los gastos. Ahí básicamente está el nudo gordiano”. 

Parece un círculo vicioso, pero el cuidado de un sector con los números que se han mencionado en la nota, 70% del empleo registrado, por ejemplo, merece atenciones que no se vislumbran, y las merece rápido.