|08/04/19 02:51 PM

Parte de la economía mendocina está en turbulencia

Referentes de tres importantes sectores dan su visión acerca del panorama que se ve en la provincia

08 de abril, 2019 - 16:49

Inflación, recesión, crisis cambiaria, exorbitantes tasas de interés, presión fiscal y falta de políticas de Estado hacia las economías regionales, constituyen el combo que ha puesto a todo el aparato económico, industrial y productivo de la provincia en un difícil momento.

Ante este panorama, El Ciudadano mantuvo un diálogo con referentes de sectores económicos de Mendoza, como el vicepresidente de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina, Roberto Irrera, quien aseguró que en su ámbito “lamentablemente se registra un 95% de recesión”.

Los negocios inmobliarios son los más estancados por la crisis.

Para el corredor inmobiliario, “el sector está caído porque con estas políticas de incertidumbre el sector no sabe si invierte bien o mal, o si conviene la inversión. Por eso en estos momentos estamos en un 95% de recesión. Por lo que si no se cambia el tema de los plazos fijos con un interés del 50% anual, no hay forma de que esto cambie y no hay forma de que cambie todo si no se tranquiliza el dólar. Por eso, en tanto y en cuanto no se cambie el sistema financiero, esto no tiene solución. Ese es el gran aspecto que perjudica a lo que hoy ocurre con la producción, la rentabilidad, la inversión y las fuentes de trabajo”.  

La industria, “al borde del abismo”

Por su parte, Julio Totero, vicepresidente de la entidad que nuclea a la industria metalmecánica de la provincia, ASINMET, se mostró muy preocupado en el análisis de su sector. Al respecto, explicó: “Hoy estamos trabajando por debajo del 50% de la capacidad instalada en nuestra industria. Las empresas que están en esta línea de flotación subsisten y las que están con un porcentaje apenas mayor tienen algún grado de rentabilidad. Pero lo más preocupante son aquellas empresas que están con niveles muy inferiores a ese 50%, lo que significa que su actividad es poco viable”. 

“Ante esto hemos solicitado a las autoridades varias alternativas para el desarrollo de nuestra actividad. Porque en este sector hay mucha inversión y una importante fuente de trabajo. El Gobierno sabe de todo esto, porque además, en su momento, asumió compromisos con el sector. Estamos esperando entonces esas respuestas a las Pymes para avanzar en el comercio exterior. Esto último tiene una importante ventaja que hay que aprovechar por la actual paridad cambiaria”, agregó.

Julio Totero de ASINMET.

“Del mismo modo que las pequeñas y medianas empresas que puedan participar de los grandes negocios que se han abierto en nuestro país, como Vaca Muerta y las energías renovables. Creo que opciones y oportunidades existen, solo falta decisiones políticas para asumirlas y acompañarlas”, consideró Totero. 

Al preguntarle sobre el delicado endeudamiento que denuncia ASINMET, el empresario metalúrgico respondió que “es preocupante su nivel en las pymes industriales, sobre todo de la metalmecánica de Mendoza, el endeudamiento está constituido por lo fiscal y lo financiero”. 

Y explicó que la entidad “le ha reclamado hace unos días al Banco Nación por las altas tasas de interés que se aplican a los giros en descubierto, negociación de cheques diferidos o bien renegociación de créditos”. 

Mucha preocupación por la producción primaria.

Los complicados aspectos que está mostrando la viticultura es parte de lo que está ocurriendo con toda la producción primaria. Así lo explicó el presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco, Mario Leiva, quien indicó: “a producción primaria de Mendoza está muy mal, dado que los precios no han acompañado. Esto es demostrativo de lo que está pasando dentro de esta economía regional, como en las del resto del país. Aquí, tanto frutas y hortalizas como en los últimos tiempos con la uva, no han tenido los precios que puedan hacer de esta actividad algo sustentable, sobre todo cuando la industria ha logrado posiciones dominantes como nunca la habían tenido en la historia”. 

“Por todo esto no notamos una acción directa del Poder Ejecutivo para hacer cumplir las leyes, como las de orden público en el caso del Código de Comercio. Si éste último se aplicara podríamos frenar esta posición dominante de la industria sobre los pequeños y medianos productores”, agregó el agricultor. 

Leiva habló con El Ciudadano.

“Entonces, y para que haya una transacción clara, tienen que intervenir los organismo del Estado. No es posible que el productor entregue su producción y los industriales que las reciben la paguen en el tiempo que quieran y al precio que quieran, un aspecto clave que ha llevado a la destrucción de la producción primaria”, agregó Leiva. 

“Por eso, destaco la Ley 9.133 que regla el registro de entrega de uva a los bodegueros que tenían esa actitud que le acabo de describir. Por eso, y tomando de ejemplo su instrumento, es que toda la producción primaria está pidiendo algo similar para todo el sector. El negocio debe ser rentable para todos por igual y eso el Estado lo debe asumir. De lo contrario no hay soluciones para salir de esta grave crisis”, aseguró el productor.