Volver a picar en el viejo Social

Mediados de la década del ‘80. En Las Heras comenzaba una historia que marcaría la vida de muchas personas con el paso de las generaciones. Una linda y larga historia de amor deportiva. El Club Social Las Heras, el de las calles Belgrano y Doctor Moreno, el de la cantina frente a la plaza Marcos Burgos, el que alojó un sin fin de historias, decidía abrirle sus puertas a una actividad que hasta ese momento desconocía: el basquetbol.

De la mano principalmente de Don Montiveros y con un grupo de apoyo muy fuerte que a lo largo de esos primeros años componían Roberto Vargas, Chiquito Morales, Carlos Herrada, el Flaco Olivieri, don Pancho Molina y Horacio Reitano, entre tantísimos otros, el baloncesto comenzó a formar jugadores, los cuales con el paso del tiempo se transformaron en figuras dentro de la Primera del club o bien trascendieron en otras instituciones.

Social Las Heras logró en 1991 el ascenso al círculo máximo del básquet mendocino, con un equipo muy fuerte en el que estaban Carlitos salgado, los hermanos Raúl y Luis Vázquez y el americano Carton Johnson, el primer estadounidense en jugar en la B.

Cada vez era más popular y ‘las viejas’ con los tarros llenos de piedra se hacían oír. Jugar en Las Heras -en cualquier división- era una empresa muy difícil. Los vaivenes deportivos lo llevaron a la B, hasta que a principios del 2000 volvió a ascender de la mano de sus hijos pródigos, porque en su gran mayoría eran pibes surgidos de las inferiores: los hermanos Herrada, Monteleone, Morales, Vida y algunos más lograron el cometido.

Pero el descenso los encontró rápidamente, el equipo se desarmó y unos años después (en 2004) el básquet desapareció del club. El popular Social Las Heras siguió con sus actividades en el salón del primer piso y en el camping en El Carrizal.

Como en muchos otros clubes el sentido de pertenencia se diluyó y el paso del tiempo hizo mella en esa cancha que tantas jornadas victoriosas vivió. Pero resistió al olvido. Y por estos tiempos parece haber vuelto a la vida, o al menos eso es lo que parece. 

Es que uno de aquellos niños que aprendieron a picar una pelota naranja allí, se puso a gestionar y trabajar para que Social Las Heras vuelva a tener básquet. Se trata de Facundo Herrada, quien acompañado por algunos amigos y exjugadores de la institución ya se puso a trabajar en el operativo retorno.

“La cancha está como en el 2004, cuando se dejó de jugar. Es una pena verlo así y quiero recuperar la identidad de un club y una actividad que a mi y a algunos más nos dio muchísimo”, afirmó Facundo.

La idea es ingresar en el Nivel 2 a partir del 2020 y para eso deberán presentar, además de la Primera, las categorías Mini y Pre Mini.

“Rodrigo Hinojosa, Damián Gómez, Josué Chila, Facu Donaires y yo somos la base del equipo; mientras que el técnico sería Valentín Puebla. Pero además la idea es formar la escuela de básquet en el club y también acercar a muchos de mis excompañeros para formar el equipo de veteranos”, agregó.

Pero para lograr eso deberán comprar los dos tableros, pelotas, relojes de 24” y tiempo normal, colchonetas, pintura y algunas cosas más, lo cual decantaría en un gasto de 70 mil pesos aproximadamente.

“El club no está en condiciones de afrontar ese gasto, por lo tanto tenemos pensado buscar algunos sponsors y hacer una rifa de mil números para recaudar los fondos. Estaría muy bueno que muchas personas se acerquen y entre todos podamos volver a ser lo que fuimos”, sentenció el Flaco.

Resistió al paso del olvido y hoy Social Las Heras quiere volver a escribir páginas memorables.