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Desafío Alfaro: al cielo o al infierno

Boca Juniors presento a su nuevo técnico que puso como objetivo ganar la 7ma Libertadores de América

03 de enero, 2019 - 11:23

“En Boca no hay purgatorio, es cielo o infierno, ganar es la meta”, De esta manera, definió Gustavo Alfaro el Mundo Boca. Su llegada vendrá acompañada de un desafió muy importante: poner la vara mas alta de lo que la dejó su antecesor, Guillermo Barros Schelotto.

Gustavo Alfaro es el nuevo entrenador Xeneize. El director deportivo, Nicolas Burdisso, lo eligió tras la no aceptación de la propuesta por parte José Pekerman, la negación de Ricardo Gareca por tener un contrato vigente con la Selección de Perú y el NO de Gerardo Martino porque le dio su palabra a la Selección mexicana.

Además, la dirigencia por el momento complicado de Boca decidió no darle la posibilidad a otro hombre de la casa con poca experiencia en el cargo como Martin Palermo. También se barajaron otros nombres como Miguel Ángel Russo, Antonio Mohamed y Eduardo Domínguez, pero quedaron en la nada.

Alfaro fue presentado oficialmente una conferencia de prensa organizada en el salón Juan de Dios Filiberto de La Bombonera. Al lado de él estuvo el presidente Daniel Angelici. Y a la izquierda del mandamás se sentó el director deportivo.

Alfaro dejó muy en claro ante la prensa presente que Guillermo dejó la vara muy alta. Por ese motivo, redobló la apuesta y va por todo. Mejor dicho, va por la séptima Copa Libertadores que tanto anhela el club y que dejó pasar en la final contra River. El técnico fue muy claro en cuál será el objetivo más importante del 2019: “Entiendo que Boca me contrató para ganar la Libertadores, es un anhelo ferviente del club. Para eso venimos, para eso trabajamos. No solo esta, cada Copa Libertadores, Boca la juega a ganar y la tiene que ganar”.

 

El director técnico sabe que el desafío que asumió no es para nada fácil. Por eso, este compromiso tiene un gusto especial para él. “Estoy en un lugar muy difícil y muy lindo, con desafíos fuertes. Tenemos el compromiso y el orgullo de estar a la altura de la historia del club”.

Se lo notó muy lucido al entrenador que recordó los consejos de su padre y citó a Jorge Luis Borges: “Triunfamos y fracasamos menos de los que creemos”.

Desde el micrófono se lo notó muy ansioso por comenzar a dirigir. Defendió su postura de rescindir su contrato que tenía vigente con Huracán. Explicó detalladamente los motivos y leyó frente a todos el artículo 88 de la Ley de contrato de trabajo.

En los primeros seis meses de gestión técnica podrá hacer historia. En las diez fechas restantes de la Superliga, está a 12 unidades del líder Racing pero debe dos partidos, Boca tiene chances de ser campeón. De convertirse en el único equipo argentino en ganar tres torneos domésticos consecutivos.

El entrenador tendrá la posibilidad de sumarle una estrella más al club cuando enfrente a Rosario Central por la Supercopa Argentina en marzo próximo.

Alfaro tendrá por delante un desafío muy importante. Guillermo dejó la vara muy alta con dos bicampeonatos locales, una semifinal de Libertadores 2016 y una final de Copa en el 2018 ante River.

Para que Alfaro no fracasé como lo hizo Guillermo (basándose en los objetivos no cumplidos como salir campeón de Libertadores y la falta de una idea clara de juego), el exHuracan deberá como mínimo salir campeón en el máximo torneo internacional.

Cualquier entrenador del futbol argentino lo seduce dirigir Boca. Hasta estoy en condiciones de decir que la mayoría de ellos dejarían de lado su contrato vigente con otro club para llegar al banco xeneize. Pero una vez que asumen esa responsabilidad, la presión y los retos para triunfar son otros y para ser exitosos están atados a cumplir sus objetivos.

A esta altura la presión no sólo es para el nuevo cuerpo técnico sino también para la dirigencia. Angelici sabe que este año es el último que le queda como presidente de Boca. Y que en los 7 años que lleva de mandato todavía no pudo cumplir su promesa de “Volveremos a Japón”. La última chance es la Libertadores 2019.

Alfaro se puso como desafío ganar la Copa que tanto desea el Mundo Boca. Su primera Libertadores, en una carrera de más de 25 años como entrenador. Por lo pronto lo primero que hará será comenzar la pretemporada (en Los Cardales), elegir los refuerzos a traer y comenzar a armar un equipo ideal que tenga como base su forma de jugar (4-4-2).

Llegar a tocar el cielo para Alfaro sería ganar la Séptima y cumplir sus objetivos planteados, especialmente la Libertadores. Quemarse en el infierno equivaldría a no cumplir sus metas planteadas. Tendrá un año de trabajo intenso en un club que tiene sed de venganza por haber perdido la final contra su máximo rival. El entrenador definió lo que representa dirigir Boca: “Tengo una bala de plata. Hoy no todos los entrenadores la tienen y yo la quiero hacer valer” ….