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Paro nacional: a las puertas de una nueva toma de rehenes

07 de junio, 2018 - 18:51

Ayer miércoles, un gran número de camiones se detuvo sobre la avenida Huergo, en la bajada de la Autopista 25 de Mayo en Buenos Aires para protestar por el aumento de combustible, los peajes y los exámenes psicofísicos

Esta medida fue tomada, como es habitual, obstaculizando el libre tránsito de las personas, es decir la vida cotidiana del ciudadano común.

Hoy, una vez más les tocó a los porteños, pero como se puede prever, en algunos días nos tocará a los ciudadanos de todas las provincias que pretendemos desarrollar nuestras actividades y generar el crecimiento que nuestro país necesita.

Unos pocos violentos, disconformes, no respetuosos de la voluntad de la mayoría, planean inmovilizar al resto de los ciudadanos que también sufre altos impuestos, subas de servicios e inflación, pero a diferencia de estos, busca mejorar su calidad de vida y pone sus energías para que el país entero pueda resurgir.

No se puede poner trabas a cada medida que se adopta, no se debe politizar cada paso de la vida ciudadana, fomentando la famosa grieta, oponiéndose a todo, no dando espacio a la construcción de un país en serio.

Sabemos que la CGT se encuentra planeando un paro nacional.

Nos sentimos rehenes, imposibilitados de proyectar una agenda de trabajo dado que no sabemos que en momento nos dejan sin avión, colectivos o en caso de los porteños sin trenes o subtes.

Señores, eso es parte de la Argentina que pasó, sólo vestigios del siglo XX en donde nuestra historia estuvo plagada de intolerancia, violencia y enfrentamientos. En pleno siglo XXI queremos vivir en paz, respetar a los gobiernos democráticamente electos, convertirnos en un país confiable hacia adentro y hacia afuera. Unos cuantos tiranos, acostumbrados a detentar poder y ejercerlo no a favor de algo sino en contra de todo, no pueden afectar nuestra vida cotidiana.

Señores "seudo representantes" de los trabajadores, acompañen a nuestro país en el crecimiento, representen en serio los intereses de sus representados. Con la defensa de los privilegios de unos pocos no se construye un país. Pongamos todos el hombro en pos de una Argentina con crecimiento, desarrollo, verdadera cultura cívica, respeto de las libertades y cumplimiento de las obligaciones impostergables.