|17/06/20 07:24 AM

Registran aumentos exagerados en barrios populares

Si bien las cifras oficiales se muestran contenidas en los últimos meses, las mediciones en comercios de cercanía y en los lugares con mayores carencias, medidos en el Índice Barrial de Precios, dieron más de un punto encima de lo medido por el INDEC en la Nación y la DEIE en Mendoza

17 de junio, 2020 - 09:11

Más allá de lo que indican las cifras oficiales de la inflación que, según el INDEC, para el mes de mayo registró un incremento del 1,5%, en las compras cotidianas el impacto de las subas muestra una magnitud bastante mayor. Hay que aclarar que el IPC oficial muestra un cóctel de productos y servicios que, en muchos casos, se paralizaron por la pandemia, y en conclusión no es indicativo cabal de la realidad.

Además, hay características especiales del consumo de barrios populares que merecen contemplaciones diferentes. En este sentido, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) Mendoza, tiene sus propias mediciones, con resultados que difieren de los oficiales y que explicó su director, el licenciado Agustín González, en diálogo con CNN Radio Mendoza.

“Lamentablemente, si bien en los barrios populares la situación es más complicada por otras cuestiones, a esto se le suma que los aumentos de precios, sobre todo de los productos básicos, tanto de alimentos como de artículos de higiene, que han sido esenciales durante estos meses de aislamiento y de pandemia, los precios de estos aumentan –según lo que nos dan nuestros indicadoresun poco más que en el resto de los lugares”, señaló González.

 

El relevamiento

Vale aclarar de entrada que lo que mide el ISEPCi no es el mismo coeficiente del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Estado. Lo aclaró en entrevistado, destacando: “Nosotros lo que buscamos no es igual al indicador del INDEC como el de la DEIE. Buscamos una muestra que es bastante homogénea, que tiene que ver con las realidades que se dan en los barrios populares de nuestra provincia”. Agregó: “En este sentido, nosotros hemos hecho la medición en alrededor de 147 almacenes y locales de cercanía, ubicados en 147 barrios de la provincia, de los departamentos del Este, de San Rafael, y en todos los departamentos del área Metropolitana”.

Para ser más precisos, la muestra tuvo lugar entre el 27 y el 31 de mayo, con el relevamiento de productos esenciales en 140 negocios de cercanía en barrios populares de la provincia. Entre los departamentos alcanzados se encuentran: Guaymallén, Maipú, San Martín, Las Heras, Junín, Luján de Cuyo, Ciudad, Rivadavia, Godoy Cruz y San Rafael.

En cuanto a los productos, el director de la entidad aclaró: “Tenemos 19 productos esenciales, ya que en estas circunstancias por las dificultades se ha hecho un relevamiento más acotado, pero son 16 del rubro alimentos y los otros tres son de limpieza e higiene –detergente, lavandina y papel higiénico– que han cobrado tanta relevancia durante estos meses, por eso los hemos incluido”.

La variación de precios de estos 19 productos registró un aumento del 2,58% respecto del mes anterior –frente a una inflación medida por las entidades oficiales del 1,5%–. Además, aclararon que la variación de los mismos ha sido dispar por rubros.

Debe agregarse además, que a diferencia de lo que pasó en abril, cuando la variación de los precios de los alimentos (3,2%) más que duplicó al promedio general, en mayo ocurrió justamente lo contrario. El aumento en el capítulo con más incidencia en el índice de precios fue de 0,7%, casi la mitad del promedio. Contra ese 0,7 hay que comparar el 2,58%.

 

El análisis

González aclaró que durante los “últimos meses hemos tenido un aumento en los alimentos que ha sido superior a los demás rubros. Más que servicios educativos, artículos para el hogar, y geográficamente en los barrios populares, muchas veces por cuestiones de acceso se da una oferta más acotada, así como los pequeños comercios, que son los que pueblan los barrios populares, tienen escalas mucho menores para poder ofrecer productos”.

El experto señaló: “En muchas oportunidades los almacenes de cercanía son a los que acceden los vecinos con compras diarias. Estos vecinos por ahí no tienen la posibilidad de acceder a compras un poco más planificadas, como grandes sectores de la clase media que pueden elegir qué día ir a los grandes supermercados para acceder a diferentes promociones o a descuentos que se hacen a las tarjetas de crédito”.

Estos almacenes de cercanía a su vez tampoco acceden por una cuestión de escala y de aislamiento, a los mismos precios de las grandes cadenas, entonces los vecinos, sobre todo los que no pueden desplazarse demasiado, acceden a precios por encima del promedio, es otra de las conclusiones del estudio.

 

La desigualdad estructural

Finalmente, González resaltó: “En los barrios populares se reproducen desigualdades estructurales, que se van sumando, muchas veces tenemos acceso a trabajos mucho más precarios, y eso en el caso de que haya acceso a trabajo, porque sobre todo en una situación de crisis como la que estamos viviendo, estos sectores viven de trabajos informales o de changas que en situaciones como esta desaparecen”.

A raíz de esto, concluyó que “no solo tenemos un acceso desigual al trabajo, sino que los precios, por lo que mencionamos también, y porque los pequeños almacenes y despensas son a la vez la estrategia de supervivencia de otros vecinos que viven en los barrios. Estas son desigualdades que se van encadenando en estos sectores”.