El estado conservador de Ohio resguardó el derecho al aborto
Mediante un referéndum vinculante, los votantes lograron que la Carta Magna estatal se modifique y garantice el "derecho individual al propio tratamiento médico reproductivo". Los detalles
Por Redacción
Los electores del estado de Ohio, medio oeste de Estados Unidos, tras una larga jornada de votación que abarcó gran parte del martes 7 de noviembre, decidieron consagrar el derecho al aborto como un derecho constitucional estatal, por medio de un referéndum vinculante.
Derecho constitucional estatal
El resultado de las elecciones en este estado de las llamadas “grandes llanuras”, implicará que la Carta Magna estatal deberá incluir un artículo que establezca el derecho "individual al propio tratamiento médico reproductivo". El resultado es interpretado como una victoria para el movimiento nacional, a favor del aborto en todo Estados Unidos.
Con más del 60 por ciento de los votos escrutados, en las primeras horas del miércoles, los medios estadounidenses, dijeron que el "sí" obtendrá una sólida victoria en el referéndum, incorporando el derecho al "tratamiento médico reproductivo" y quedando resguardado constitucionalmente.
Según el texto de la papeleta que se introdujo en las urnas, la medida establecerá en la constitución estatal "un derecho individual al propio tratamiento médico reproductivo".
Una disputa estado por estado
Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos causó gran controversia al anular, en el verano de 2022, la épica sentencia Roe vs. Wade, que garantizaba el derecho federal a la interrupción del embarazo, la cuestión del derecho al aborto recayó en un asunto individual de cada uno de los 50 estados de la unión. Un grupo de unidades territoriales de la confederación lo han limitado o prohibido, otros lo reforzaron.
El año pasado, partidarios del derecho al aborto ganaron sistemáticamente varias votaciones, incluso en estados conservadores, como podría ser el caso de Ohio, donde gobierna el partido republicano.
Este hecho dejó entrever que una parte importante de los estadounidenses, que no se identifican como de pensamiento progresista, consideraron que la decisión de la Corte Suprema y las consecuentes restricciones impuestas por varios estados eran demasiado radicales, y atentan contra los principios fundamentales de las libertades individuales.