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Mercado automotriz: se prevé un fuerte aumento de precios y caída de ventas

El mercado está virtualmente paralizado tras la devaluación de 118% del peso decidido por el Gobierno nacional este martes. Qué expectativas tiene el sector

Por Redacción

14 de diciembre, 2023 - 10:12

Como todos los sectores económicos, el mercado automotor fue sacudido por el impacto de las medidas anunciadas por el ministro Luis Caputo, en particular por el ajuste del valor del dólar, que incluyó una megadevaluación de 118%.

La fuerte depreciación del peso, los cambios impositivos y las nuevas reglas para importar y exportar, modifican la situación del sector, tanto en su parte industrial como comercial.

Si bien se conocieron los primeros detalles del plan impulsado por el gobierno de Javier Milei, son numerosos los interrogantes que quedaron.

Desde el martes, casi todas terminales suspendieron la facturación de 0Km a la red de concesionarias para analizar los cambios y definir la nueva estrategia comercial, según detalló Ámbito.

Una de las fábricas envío un mensaje a sus concesionarias explicando que se están evaluando los anuncios y que “las definiciones no serán inmediatas, por lo que agradecemos la paciencia y comprensión. Apenas tengamos definiciones serán informados”. En esa línea, se manejaron en otras marcas: “Nos pidieron que paráramos todo y que esperemos la nueva lista de precios”.

Según un relevamiento que realizó el medio porteño en terminales y concesionarias, la expectativa es de un fuerte aumento de los precios de los autos 0Km en los próximos días.

“No sabemos de cuánto será, pero con una suba del dólar como esta (de 118%), hay que pensar que los autos tienen que acompañar ese porcentaje. Los que se importan, porque será más caro importarlos, y lo que se fabrican acá porque aumenta el costo de importar piezas”, dijo el dueño de una concesionaria.

La suba del dólar oficial tendrá que ser trasladada al público. El interrogante es cómo lo efectivizará cada marca.

Entre todos estos factores, lo que se estima en el sector es una fuerte caída de las ventas para el 2024 y serios problemas para los que están suscriptos a planes de ahorro por el aumento de las cuotas.

“El mercado del año próximo va a ser más bajo que este año. Habrá un primer semestre muy duro y un segundo semestre que va a ser un poco mejor porque van lo que puedan traccionar los sectores que puedan exportar, como el campo, petróleo, minería, por un tipo más alto. El mercado va a estar en 350.000 unidades o 370.000. No más. Con la caída de los salarios y la suba de los autos, ese es el panorama”, explicó un directivo de una terminal.

Un problema que se presenta es que la limitante que impone la base tributaria del impuesto al “lujo”. Actualmente, todos los 0Km de más de $14.700.000 deben pagar este gravamen, que implica un encarecimiento de entre 25% y 50% en los valores de los autos, según el alcance de la primera o segunda escala.

Es por eso motivo que muchos modelos están “topeados” por debajo de ese valor. En tanto, los 0Km más accesibles del mercado cuestan por arriba de los $9.000.000 de precio al público. Es cierto que en el mercado se están vendiendo muchos modelos con sobreprecios, especialmente los importados, que superan ese valor, pero al ser una negociación privada entre concesionarias y compradores, no pagan el impuesto.

En caso de trasladar la devaluación de forma directa, todos los vehículos deberían pagar este tributo, lo que provocaría aumentos desmedidos.

Desde una automotriz especularon sobre lo que podría hacer el Gobierno en este tema: “Con esta devaluación y la escala vigente del impuesto interno, todos los autos quedarían alcanzados y los precios serían impagables. Lo lógico es que el Gobierno suspenda o suba la base imponible de este tributo. Hay que tener en cuenta que no es importante la recaudación que genera, sino que se aplica para frenar la salida de dólares. Si no hacen un cambio, la recaudación va a caer más porque se van a derrumbar las ventas de autos”.

También hay que tener en cuenta que, por la devaluación, las automotrices ya no podrán evitar pagar este impuesto en la Aduana y “topear” los precios en el mercado. Es una cuestión técnica, pero en la práctica lo que implica es que por el valor FOB de los 0Km en puerto ya tengan que tributar.

Al no estar claro, por el momento, cómo funcionará la importación de 0Km tras la eliminación del sistema SIRA, las terminales no pueden estimar si podrán aumentar las importaciones y cómo pagarlas.

Este es otro problema, ya que la deuda del Estado con el sector, por todo concepto, se acera a los US$ 8.000 millones. El Gobierno está proponiendo un bono a más de 4 años para cancelar la deuda, pero todavía no está claro cómo sería.

La situación es crítica por este motivo, ya que los proveedores del exterior ya cortaron el abastecimiento de insumos a los autopartistas locales por falta de pago. La asociación que los agrupa (AFAC) había alertado, la semana pasada, por el corte de suministros.

En estos días, varias fábricas de autos están comenzando las vacaciones y esperan que la situación se normalice para el regreso de la actividad prevista para febrero, pero el panorama es incierto.

“Si no me dejan pagar, los proveedores de afuera no me mandan más mercadería y no puedo producir. No sé cómo voy a hacer para retomar la actividad en febrero y abastecer a mis clientes”, advirtió con mucha preocupación un autopartista.

Este caso se repite en todo el sector, otros autopartistas ponen en duda la posibilidad de que la producción automotriz se retome con normalidad al regreso de las vacaciones.

Entre las medidas anunciadas por Caputo, hay un encarecimiento de las importaciones industriales, mediante la suba del dólar y el impuesto PAÍS. Paralelamente, el dólar para exportar está por debajo del dólar para importar, lo que le quita competitividad a las empresas.

En las fábricas están realizando cálculos en estas horas de cómo queda el esquema del comercio exterior. Las primeras estimaciones no son alentadoras y estiman que será difícil mantener el actual nivel de actividad.

De todas maneras, son cautos a la hora de hacer juicios definitivos y prefieren esperar a que el Gobierno aclare el panorama con los detalles de las medidas.

Con información de Ámbito

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