La ventana que se le abrió a Argentina tras el declive de Bolivia como proveedor de gas natural

Con la inauguración del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner y el problema de abastecimiento que tendrá Bolivia como proveedor de gas natural, se abre la posibilidad para que Argentina pueda suplantar en poco tiempo al principal exportador del recurso natural. Sin embargo, la apertura economía depende de la buena voluntad de los países que integran el Cono Sur.

Para conocer estas nuevas potencialidades económicas y comerciales, el programa Metaverso, de Ciudadano.News, entrevistó a Álvaro Ríos, quien es fundador de la consultora de Gas Energy Latin America (GELA) y exministro de Hidrocarburos de Bolivia. Por medio de los datos que maneja su consultora, el exministro sostuvo que “Bolivia ha dejado de ser un país exportador de gas natural y que pronto dejará de ser el proveedor regional”.  “Debido al declino de nuestros principales campos y a la no oportuna perforación de pozos, que no han permitido reponer las reservas. Las mismas están en plena baja”, argumentó el ingeniero químico.

-¿Cómo se puede explicar la baja producción de Bolivia? ¿Se paró de invertir en Bolivia confiados con el recurso que había o se está agotando el recurso?

-No, el recurso se está agotando, descubrimos muchos recursos y reservas 25 años atrás con la construcción del gasoducto Bolivia- Brasil que creaba una demanda. Vino mucha inversión privada a Bolivia y descubrieron cuatro o cinco mega campos, que le dieron al país unas reservas de 20 trillones de pies cúbicos.  

En cierta manera nos emborrachamos con el recurso y comenzamos a ponerle tributos elevados a la producción de gas natural.  Entonces, las empresas que operaban solo desarrollaron y aprovecharon lo que ya estaba descubierto, pero no se ha explorado para reponer estas reservas.  

-¿Quién podrá abastecer a la región con gas natural?

-El único que puede abastecer estos mercados regionales es el gas de Vaca Muerta. Tienen jugadores, pero falta todavía que se desarrolle la infraestructura en el norte argentino, que es el cuello de botella para atender un mercado gigante.

-En algún momento Argentina prometió, empezó a desarrollar e invirtió mucho dinero en un gasoducto del norte, que nunca se terminó. ¿Esas inversiones cómo las ven desde ese lado, es posible que eso se recupere?

-Sí, con la visión que tengo del mercado regional, esos caños se llaman el GNA, Gasoducto del Norte Argentino.

-La obra de la época de Julio De Vido, cuando empezó el problema con Skanska en Argentina...

-Así es. Sin dudas este gasoducto se proyectó y se hizo al calor de la rapidez de nuestras relaciones bilaterales porque había bastante gas en Bolivia y se construyó el gasoducto y no se lo terminó en el lado argentino. Llegó, en un momento, que no había por qué hacerlo, ya que el gas de Argentina comenzaba a declinar.  Por eso, lo abandonaron y dejaron, pero creo que ahora podría tener algún grado de utilización más adelante desde que se termine de revertir el TGN y se hagan algunas adecuaciones.

Al sumar la demanda del norte argentino, la del norte de Chile, la de Brasil y Bolivia, utilizando su infraestructura, esto lo ponemos arriba de la mesa y es una gran oportunidad para Argentina para monetizar y exportar un recurso que es muy abundante en Vaca Muerta.

-Entre todo esto que nos cuenta y el declive que ha tenido Bolivia en su cantidad de este material, ¿cómo hacer o evitar que esto no suceda también en Argentina más adelante?

-El mensaje para los argentinos: no corten jamás el circuito exploratorio y productivo en la producción de Vaca Muerta porque los mercados siguen ahí. Pero si dejamos de invertir en exploración y explotación, le ocurrirá lo mismo que a Bolivia.

Lo que ha ocurrido en Argentina hace tiempo por efecto de los bajos precios, es que se dejó de invertir en exploración y explotación. Ahí viene la confianza en los mercados y Argentina tiene mercados regionales de 10, 15 y 20 años que puede aprovecharlos. Pero necesitan estabilidad jurídica porque eso demanda los usuarios en el norte de Chile y en Brasil.

-Hace hincapié en los mercados regionales y su potencialidad comercial al respecto del gas ¿qué podemos hacer con el gas y cómo se puede transformar el Mercosur y América Latina si se une Chile, Brasil, Bolivia?

-Voy a incluir a Uruguay, pero es una demanda muy pequeña y está al otro lado, pero toda esta región está interconectada con gasoductos. Hay varios que salen de Argentina a Chile y en Bolivia hay una extensa red de gasoductos que conectan Argentina con Brasil.  

Esta es la oportunidad más grande que tiene el Cono Sur para desarrollar un inmenso mercado de gas con el fin de atender competitivamente a la industria de Brasil. También, a la industria petroquímica y química en donde hay varias empresas cerradas por falta gas debido a que se lo usa para quemar en plantas termoeléctricas. Porque es el energético más limpio, que nos guiará hacia la transacción energética.

- Y de qué dependemos...

- Después de que Argentina consolide su mercado interno, existe todo este mercado regional que ojalá sepamos aprovecharlo. Porque no se trata solamente de la voluntad de Argentina, sino también de la voluntad de Bolivia y Brasil para que funcione y se respeten las reglas de juego establecidas.