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En paritarias, los gremios exigirán indexación mensual de salarios

La inflación de diciembre, que duplicó a la de noviembre y marcó un récord, hizo que los sindicatos comiencen a plantear la necesidad de subas mensuales para intentar preservar el poder adquisitivo

Por Redacción

16 de enero, 2024 - 11:51

Las paritarias del 2024 comienzan rodeadas de incertidumbre y vértigo, con un telón de fondo marcado por el debate sobre el mega DNU y la Ley Ómnibus del gobierno de Javier Milei, que incluyen una reforma laboral, todo mientras la inflación se dispara.

Con un aumento sostenido de precios del 25,5% sólo en diciembre y un estimado de 20% para enero, la erosión del poder adquisitivo es notoria.

Sin indicios para prever tendencias a corto plazo y a solo semanas del inicio de la alta temporada de discusión tripartita, la Casa Rosada no ofrece propuestas para mitigar la merma salarial, que en términos reales alcanza el 30%, situándose “un 10% por debajo de diciembre de 2001”, según lo estimó Luis Campos, coordinador del Observatorio Social de la CTA Autónoma.

Para las pocas mesas que negociaron mejoras en el ámbito industrial, la UOCRA acordó un aumento provisional mínimo del 20% a partir de enero, sujeto a revisión mensual y con vencimiento el 31 del corriente. Lo que abre la tendencia de los pactos mensuales en medio de la disparada de precios.

El acuerdo salarial de 2024 fue firmado por las cámaras empresarias del sector, CAMARCO y FAEC a cuenta de la inflación mensual y con un esquema de revisión permanente.

Otro antecedente para destacar es lo que acordó el sector de las farmacias y laboratorios: un contundente aumento del 91% para el primer trimestre año.

El incremento trimestral se reparte así: 19% para enero, 43% para febrero y 29% para marzo, de acuerdo al acta firmada el 3 de enero que precisa que la rúbrica se produjo “rectificando los valores preacordados en el 2023 para enero y febrero del 2024, que debieron ser ajustados debido a los índices inflacionarios”.

La discusión no sólo es salarial

El sector fabril, en la mira del Gobierno nacional para que rápidamente se “reconvierta”, ha sido la arena de arduas discusiones entre pymes, gigantes del sector (como Techint) y la UOM, que ha advertido por el riesgo que representan las políticas del presidente Javier Milei para 70.000 empleos industriales. La apertura de importaciones y otras variables en la metalurgia serían la clave de las preocupaciones del sector.

Asimismo, para las trabajadoras/es de casas particulares, que representan un sector de alto impacto social, la Secretaría de Trabajo no anticipa mejoras salariales y pone fin a las iniciativas de registro oficial para dicho sector.

La correlación tarifas/precios también afecta al transporte público de pasajeros, donde algunos empresarios prevén que cualquier incremento salarial que reclame la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se traducirá en un aumento del boleto incluso mayor al ya aplicado en enero y el previsto para febrero.

En el sector público, la administración enfrenta despidos y recortes con el avance sobre sectores que considera “prescindibles” para el modelo de país que pretende desarrollar, generando tensiones en la negociación salarial para UPCN y ATE, quienes se suman al paro del miércoles 24 con movilización al Congreso como medida excluyente antes de cualquier discusión sobre porcentajes.

Lejos de los meses anteriores donde se discutía sumas fijas adicionales como complemento a las paritarias, un debate que tuvo al gobierno de Alberto Fernández con cruces a viva voz, la mayoría de los gremios evalúan cuánto han perdido en los últimos acuerdos y qué parte de su poder adquisitivo no podrán recuperar.

En cuanto a otras novedades recientes, los Camioneros de Hugo y Pablo Moyano han acordado mejoras para enero y febrero, con aumentos del 12,5% y 21%, respectivamente. En resumen, varios sindicalistas de diferentes organizaciones coinciden en describir el año paritario con dos palabras: "Incertidumbre y vértigo", resumiendo así la gravedad del presente y anticipando lo que está por venir.

Se descuenta, así, que se pondrá sobre las mesas de negociación la necesidad de “indexar” salarios según la inflación informada por el Indec mes a mes. “La resistencia de las empresas será férrea, sabemos que el Gobierno nacional evitará apoyarnos porque su modelo cierra con salarios aún más bajos que los actuales, pero exigiremos aumentos mensuales”, indicó una fuente de la CGT.

Con información de Ámbito y BAE