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Mendoza despidió a Legrotaglie, uno de sus próceres futbolísticos

El legendario Victor Antonio Legrotaglie, uno de los grandes futbolistas que dio Mendoza  fue despedido por el pueblo en el estadio que lleva su nombre

Por Redacción

31 de marzo, 2024 - 21:14

El Víctor era pueblo y estaba en el corazón del pueblo. Y de esa manera tuvo este domingo la merecida despedida en la que fuera su casa, la cancha de Gimnasia que lleva su nombre. Muchos hinchas del Lobo y del fútbol mendocino se acercaron al estadio para despedir a uno de los próceres del balompié autóctono. A alguien que contribuyó a que el deporte desde este lado de la Argentina comenzara a construir su propia épica.

Paralelamente en las redes sociales, el Victor fue tendencia por los múltiples mensajes de afecto desde muchos lados. Ex compañeros y dirigidos suyos, espectadores y admiradores de su juego. Como en una oración extensa, el pueblo futbolero recordó a un auténtico ídolo provincial y saludó a Carina, su hija.

A manera de despedida aquí reproducimos varios de aquellos mensajes.

Juan de Dios González (ex compañero suyo en Gimnasia):

“Es un momento difícil, muchos recuerdos se me vienen a la cabeza, muchos momentos compartidos. Pasaron muchos años de aquel "toque lobo toque", aprendí y crecí mucho. Fui recibido por todos, una familia. Hoy veo partir a otro de ellos, no es fácil. Muchas veces pudimos charlar y la última vez fue en la cancha, nos miramos con alegría y añoranza, con pocas palabras y mucho sentimiento, justo ahí, en esa cancha que nos dio las mejores alegrías. ¡Aplaudan, aplaudan y no dejen de aplaudir! Gracias por todo Víctor, acá jugaste tu mejor partido, allá seguirás jugando junto a los que se te adelantaron. Gimnasia siempre te recordara igual que yo. Un abrazo”

El Víctor posa al lado de Juan de Dios González en un partido de 1970

Carlos Vargas (admirador, hincha de Independiente Rivadavia)

“Yo soy de los primos del Parque, aún recuerdo la tarde del 73. Era jueves, día que se hacía fútbol en las prácticas. Fui con mi viejo, tomado de su mano al Gargantini, entrenaba la Lepra previo al Nacional, hacía calor, había mucha gente en la platea. Había rumores, pasión, había locura por el fútbol de Mendoza. Me quedé agarrado del alambrado justo en la boca del túnel, con mi camiseta azul de piqué y el 4 de cuerina blanco en la espalda (la del Gringo Memoli). Algo estaba por pasar, me latía el corazón muy fuerte, relojeaba a mi viejo que hablaba con muchos, fueron unos minutos mágicos, hasta que lo vi aparecer por el túnel, con la ropa de práctica al Víctor. La platea estalló en un aplauso y yo ahí colgado de la tela junto a otros chiquilines empezamos a gritar ¡arriba la leeee, arriba la leeee...! El VICTOR nos miró y sonrió, y partió hacia el centro de la cancha, fueron esos segundos mágicos, que la pasión, que el fútbol y que un tipo tocado por Dios podían brindar...¡¡¡Gracias VICTOR!!!! Gracias por el fútbol, gracias por la magia, gracias por ser mendocinos...

El Victor de refuerzo para Independiente Rivadavia en 1973

Sebastián Cloquell (ex futbolista y entrenador):

¡Mamita que jugador! el más grande de todos los tiempos del fútbol mendocino, un personaje lindo. Se lo va extrañar al maestro

Dardo Boggia (Actor, dramaturgo e hincha de Independiente Rivadavia)

“Para todos los que amamos el fútbol, el Víctor seguirá siendo el jugador con las rayas negras pegadas a su piel pero los leprosos que lo vimos y admiramos también con la azul del parque contra River en un amistoso junto a Carlovich no dejaremos de agradecerle por tantos túneles, por los olímpicos, por los tiros libres, salud por todos los que disfrutamos del FUTBOL así, con mayúsculas, hasta siempre maestro!

Eduardo Spedaletti: (Simpatizante)

“Pasé varias tardes de mi vida viéndolo al maestro y su ballet y fue siempre un jugador del pueblo. Con alguna genialidad le devolvió la plata a los esforzados admiradores que colmaron tribunas en todas las canchas de la Liga y en muchas de todo el país. Quizás el más grande jugador creativo que dio el fútbol mendocino, hoy ya está en el Vallado de los inmortales e inolvidables que alguna vez trajinaron el verde césped de los estadios mendocinos. ¡Por siempre el Víctor lasherino y pituco de corazón!

Juan Pablo Stagliani (ex dirigido suyo en las escuelitas de fútbol)

“¡¡¡TUVE LA DICHA DE JUGAR EN SU EQUIPO!!! ¡¡¡ NOS CANSAMOS DE TIRAR PAREDES!!!! ¡¡¡FUAAAAA Q DUPLA HACÍAMOS!!! Claro, había una pequeña diferencia de edad, yo tenía unos 12 años y él unas cuántas décadas más, jajaja. Pero se nos prendía a jugar en los picaditos del Poliguay cuando trabajó ahí. Cuando la entrada al mismo era por los alambrados prolijamente descosidos. La pelota lo llamaba y él no se podía contener. Buenos consejos de vida también recuerdo que nos daba. Él era un pibe de la calle, y como tal quería que estos atorrantes se cuidaran. Mis condolencias a su familia y a todos los que amamos el fútbol y más aun el fútbol menduco. Gracias Víctor por llevar el fútbol de acá a ser conocido en muchos lugares.

¡¡¡ Gracias Goleador!!!!! Hasta siempre.

Beatriz Leal (Simpatizante)

¡¡Buen viaje a nuestro Víctor del pueblo!!

La emotiva despedida esta tarde

Ruben Sindoni: (ex dirigido suyo en Gimnasia).

“Era julio de 1980.  Un día frío de los fríos de antes, de los inviernos de esos años. Yo estaba entre la quinta la cuarta y tenía 18 años. Unl día miércoles, en la práctica de fútbol el Víctor me pone para el equipo titular y me dice: “Pibe, el domingo juega usted contra Guaymallén. Debuté y me tocó marcar a  Narváez. Jugaba el Colchón Herrera, el Coqui Muñoz, el Panza Videla, el Bicho Avendaño. Ëramos los Carasucias de Gimnasia. Eso tenía el Víctor, que bancaba a todos los pibes; estaré agradecido por ese respaldo. Hasta siempre, maestro”.

Juan Alonso (Periodista y escritor):

“Una de las notas más lindas que pude hacer fue con el Víctor. Una semana de charlas en donde todo se centró en su hijo Cocó”.

Patricia Curi (simpatizante e hija de Hardan Curi, compañero en Gimnasia)

 “Nuestro querido e inolvidable Victor. Irreemplazable. Realmente era único en tantas cosas. Abrazo a su familia, a su hija adorada de parte de toda la familia de Hardan Curi. Los momentos vividos con él, con mi papa y toda la camada de "pitucos " marcó mi infancia. Sus chistes inocentes, su forma de tratar a los niños...UN GRANDE...Me emociono...tantas veces tapa del Gráfico...Ahora derechito al cielo...a seguir sonriendo...y jugando solo con Pitucos. Que descanse en paz”.

Matías Soria (periodista, escritor y autor de la Biografia de Legrotaglie llamada: "El Víctor"

"El Víctor andaba por la vida con esa misma rebeldía de niño atorrante que transmitía cuando jugaba a la pelota. El Víctor tenía algo así como un aura especial que lograba cautivar más allá de los triunfos deportivos.
" Parapetados con sus instrumentos musicales en un rincón del vestuario local, rodeados de vendas tiradas, botines, camisetas y confundidos entre los jugadores, los hermanos Rosales y su orquesta entonaban ese clásico cántico gimnasista a modo de arenga antes del inicio de los partidos: “!Hoy Mendoza está de fiesta…llego el Víctor con su orquesta…!”.


Así comenzaba la fiesta del Lobo. Con música y alegría, bien arriba. Y a los primeros acordes del bandoneón que se mezclaban en el aire con ese omnisciente perfume a ungüento sudoroso del camarín, el espíritu inquieto del Víctor Legrotaglie se encendía meta baile y jolgorio (y hasta tirando pasos de cumbia subido a la mesa de masajes). 
Con el Maestro como líder de la batucada, los muchachos blanquinegros se motivaban en la previa. Todos aplaudían, todos cantaban y saltaban en la intimidad del plantel. Y a pura adrenalina, el equipo salía por el túnel a comerse la cancha, convencidos en pintarle la cara hasta al rival más encumbrado.
Para el Víctor el fútbol era una fiesta. No podía entender este deporte de otra manera. Se divertía con la pelota y hacía reir a los hinchas. Gracias por tanto".