|12/07/21 08:39 AM

La Avenida Las Heras y sus más de 135 años de historia

Denominada así oficialmente en 1882, hasta entonces la popular arteria había tenido distintos nombres, pero siempre fue reflejo del impulso de la Ciudad

12 de julio, 2021 - 11:53

Es una de las calles más transitadas y populares de la Ciudad y su nombre está vinculado a uno de los grandes héroes de la independencia de nuestro país. Además, a partir de fines del siglo XIX fue una de las avenidas que, junto a la San Martín, tuvieron un esplendoroso desarrollo comercial.

Nos referimos a la avenida Las Heras, uno de los íconos de la metrópolis mendocina.

 

Mendoza resurge de las cenizas

Después del trágico terremoto del 20 de marzo de 1861, la reconstrucción de la ciudad se desarrolló bajo la confección de un plano de la ciudad nueva que la ubicaba más al Sudoeste de la anterior. Allí, una calle central llevaba por nombre Avenida de Circunvalación Norte.
El novedoso proyecto urbano consistió en el trazado de cuatro avenidas principales, más precisamente las actuales Godoy Cruz, Las Heras, Sarmiento y Colón.

Años después, la avenida Las Heras –inaugurada formalmente en noviembre de 1885- se transformaría en una de las más transitadas de la ciudad de Mendoza. 

 

El tranway

En 1885, por la avenida Las Heras circuló la primera línea de tranvías a caballos que fue inaugurada en abril de ese mismo año y recorría el trayecto desde la estación del ferrocarril, pasando por avenida Las Heras, avenida San Martin, Colón y Belgrano, hasta el lugar de partida. Los mendocinos utilizaron este servicio hasta que fue sustituido por el tranvía eléctrico en la primera década del siglo XX.

Por resolución municipal, el 13 de octubre de 1882 la arteria fue denominada Avenida Las Heras en honor al guerrero de la Independencia y político de Buenos Aires Juan Gualberto Gregorio de Las Heras. Esta vía de comunicación abarcaba, por aquel entonces, de la actual avenida San Martín hasta Boulogne Sur Mer.

A pesar de la denominación oficial dada por el municipio capitalino, los mendocinos la seguían llamando hasta principios de 1900 “la Calle de las Carretas”. Se la nombraba así porque a lo largo de esta calle se estacionaban los carros y carretas que transportaban hasta la ciudad mercaderías que provenían de diferentes puntos del país.

Con los años, el tramo de avenida Las Heras que va desde Belgrano hasta Boulogne Sur Mer pasó a denominarse, en 1932, avenida Juan B. Justo. 

 

El primer shopping del centro

Al poco tiempo de oficializarla, la avenida Las Heras se transformó en una de las más populares de la Ciudad y, por primera vez en la historia de Mendoza, se instaló un centro comercial, denominado el Mercado Central, cuyo dueño era el empresario Luis Lavoissier, quien lo construyó en un sitio de su propiedad ubicado en avenida General Las Heras esquina Libertad, arteria que en 1911 pasó a llamarse Patricias Mendocinas.

Inaugurada en 1883 por Lavoisier, fue la primera galería comercial y feria de la ciudad, con salida a tres calles: Patricias Mendocinas, Las Heras y General Paz. Surgió como una enorme feria sin techar, con paredes de adobe y pórticos de piedra cuyos comerciantes eran mayoritariamente inmigrantes. 

Muy importante para el desarrollo del mercado fue la llegada del ferrocarril, en 1885, lo que marcó un despegue definitivo de toda la zona debido a la presencia de inmigrantes y viajeros que transitaban febrilmente por allí.

El 29 de octubre de 1888 se le otorgó la personería jurídica a la Sociedad Anónima Mercados de Mendoza y se construyó la primera galería comercial de la provincia con salida a tres calles, que se denominó Pasaje del Mercado Central.

Entre 1922 y 1924 se remodeló el edificio y se comenzó a hacer galpones de adobe, con puestos de estructura de metal y mesadas de mármol. Luego de un incendio ocurrido en 1968, el lugar fue reconstruido, eliminándose las construcciones de adobe y adquiriendo la fisonomía actual.

 

El Mercado Central en los años 60.

 

A través de los años, por sus pasillos caminaron famosos artistas, entre ellos Carlos Gardel –en junio de 1933– y el mexicano Mario Moreno Cantinflas –en setiembre de 1968-, que degustaron los famosos churros del Bar Americano. También se recuerda las visitas de otras figuras como el entonces presidente Arturo Illia, la actriz Olga Zubarry, el folclorista Antonio Tormo y el boxeador campeón del mundo Nicolino Locche, quienes solían degustar las empanadas y pizzas de uno de sus reconocidos puestos.

En 1991, al cumplirse 107 años de su fundación, el lugar fue declarado de ‘Interés Turístico’ por el Gobierno de la provincia, por su enorme valor tradicional, patrimonial y cultural para todos los mendocinos.

Actualmente, el mercado ofrece productos de la tierra mendocina, como  frutas y hortalizas frescas y secas, vinos, dulces caseros y comidas típicas, y es además un sitio donde la tradición dejó su sello, ya que hay puestos que son atendidos por la cuarta generación de la misma familia. 

También se venden todo tipo de productos de mar, muy frescos, carnes y aves. Posee un Patio de Comidas con una carta de variados platos para todos los gustos, en un ambiente muy típico de la Ciudad de Mendoza. 

 

Entre empedrado y palmeras

A principios del siglo XX, bajo la intendencia de Manuel A. Ceretti, se concretaron los trabajos para empedrar la avenida Las Heras, en el tramo comprendido entre 9 de Julio y Belgrano. De esta manera la importante avenida fue embelleciéndose y a partir de 1907, se la conocía como “la calle de las palmeras”, ya que en la parte central había una especie de bulevar donde se plantaron palmeras, haciéndola muy pintoresca.

 

La avenida Las Heras también fue conocida como "la calle de las palmeras".

 

Con el correr de los años, la tradicional avenida comenzó a registrar un notable impulso y a partir del 18 de setiembre de 1957, por inquietud de los comerciantes de la zona, quedó fundada la Asociación Amigos de Avenida Las Heras.

Los dirigentes de esa entidad tuvieron como primer objetivo mejorar la imagen de la avenida, y una de las tareas iniciales, desde el aspecto urbanístico, consistió en modernizar la iluminación con tubos fluorescentes que, por esos años, eran lo último en tecnología y esta avenida fue la primera en lucirlos.